Gloria Cuenca:
Un grueso sector de demócratas no analizó la extraordinaria frase del presidente Dr. Luis Herrera Camping: “la democracia no es perfecta, si perfectible”. Dicha en 1978, en la euforia de su triunfo; la frase pasó desapercibida y sin una importante, necesaria y obligada reflexión. En medio de la confusión de aquellos años, me impactó ese pensamiento, expresado en el momento de ser proclamado presidente electo. En aquellos años vi una extraordinaria película: “La Batalla de Argelia” dirigida por el gran Gilberto (Gillo) Pontecorvo. En un momento hablan los jefes que logran liberar a Argelia del yugo colonial de Francia; uno de los líderes dice, palabras más, palabras menos:” Cuando empiece a construirse la democracia, entonces si estaremos en verdaderos problemas”. Me pareció imposible y exagerado el comentario: ¿La construcción de la democracia más difícil que la guerra de liberación? Mi pensamiento ha cambiado y comprendo lo que quiso decir, aquel joven y consciente dirigente, quien tenía frente a sí la posibilidad de construir la democracia. Muy limitada en Argelia independiente, terminada la guerra de liberación.
No dejo de sorprenderme al leer, los trinos, comentarios, opiniones y demás por las redes de gente que, o está pagada por el gobierno, o en verdad, son de una ignorancia absoluta. Afirman, aparentemente con seguridad y seriedad, que las primarias son un bochinche, no se pueden dar, imposible su realización, entre otras sandeces y disparates, que se pueden leer. Solo gente muy ignorante y bruta puede decir este tipo de cosas. También, es probable que se lo plantee gente contraria a la oposición. Eliminaron unas cuantas cuentas del gobierno, al descubrir la mala fe y las filiaciones que tenían. Han sido muy exitosos en difamar, injuriar, desacreditar a la dirección de la oposición. Insisto constantemente: somos humanos, nos equivocamos. El único perfecto y no se equivoca es Dios. Demasiado antiguo el refrán: “errar de humanos es, rectificar de sabios”. Con los acontecimientos ocurridos recientemente comprobamos lo que sabíamos, hay una gran corrupción. No se saben detalles. Corroboramos la idea, gobernar no es sencillo y, aun cuando se pretenda marcar un sendero, diseñar una forma, los humanos torcemos la ruta, casi siempre para mal. De los grandes errores del socialismo del siglo XXI: se sienten como Dios. Sus palabras valdrían más que las de otros. Auto-convencidos de que, ellos son buenos, los demás, malos. Proponen lo que resulta un terrible fracaso en todos los países, hasta hoy. Conclusión: la teoría marxista es inviable. No sirve.
Al asumir: “la democracia no es perfecta, si perfectible,” la perspectiva para encarar el mundo es diferente. También realista. El “hombre de hierro”, el “hombre nuevo” son fantasías en un mundo dictatorial e insensible. La vida compleja que debemos asumir, hace que nos demos cuenta, de lo que ocurre en la vida cotidiana. De allí el título, la democracia es difícil, no se engañen, es un proceso lleno de dificultades y pasa por obstáculos importantes.
Escribí sorprendida y entusiasmada, por la actitud sobre el fracaso que existe en Estados Unidos. Sí una persona fracasa, lo reconoce y se levanta. Entonces, resulta admirable. El levantarse de la derrota es visto y aceptado con interés, se le apoya. Estimulante y digno de atención, por encima de quien nunca se equivocó. Cuando una persona es rechazada en el ingreso a la universidad, por más de tres veces, si insiste, en la 4ta. oportunidad, es aceptado. Pregunté: ¿Cómo es posible? Porque se cree, quien “persevera vence”. ¿Aprenderemos de esto? Conversando con colegas y amigos decían, “una persona que nunca ha fracasado, no sabemos como reaccionará ante una gran frustración. Desde lo más dramático, el suicidio, hasta su retiro de la política, o de la carrera.” He pensado bastante en quienes han insistido en el logro de sus objetivos. Los que fueron capaces de enfrentar momentos difíciles y sobrevivir con éxito. ¿Qué pasó, como se sintió después? Tenemos ejemplos cercanos, en política, especialmente, que nos sirven para entender los hechos. Debemos repasar la historia contemporánea de Venezuela. El primer caso, bastante conocido, el Dr. Rafael Caldera. ¿Cuántas veces se lanzó a la presidencia de la república, hasta que al fin lo logró? En 4 oportunidades, 3 derrotas y en la 4ra. lo logra. Mientras el Dr. Jóvito Villalba, ganó la Constituyente de 1952, y se lanzó en 1968. Perdió y más nunca lo intentó. ¿Hizo bien o mal? Hay quien dice que no debemos hablar de “sí hubiera…” No existe. Sin embargo, la historia es “Magistra vita” decía Cicerón, ¿lo aceptamos y entendemos? ¿lo utilizamos para avanzar y seguir adelante? La derrota, al analizarla, ¿es en verdad una derrota? Como la frustración de niños: dependerá como lo asumes y lo vivencias para lograr determinada meta.
En efecto, que se sepa, en la vida casi nada es fácil, por eso es imprescindible la pelea por lo que se quiere. Persistir: ¡Unidad, Lucha y Victoria!.-
