La oración de un santo para evitar una guerra con Rusia
Escrita justo hace 60 años por el papa Juan XXIII en mitad de la Guerra Fría, es la oración con la que concluye la encíclica "Pacem in Terris" para evitar la "asoladora destrucción" de un conflicto a gran escala
Corría el mes de abril de 1963, justo hace 60 años. Había un clima de tensión bélica entre Estados Unidos y Rusia, que amenazaba con desatar un conflicto capaz de generar una destrucción sin precedentes. Entonces el papa san Juan XXIII escribió una de sus más famosas encíclicas: Pacem in Terris.
El texto quedó firmado solo dos meses antes de la muerte del Pontífice. Y es considerado un auténtico testamento espiritual del «Papa bueno«.
De hecho su potente llamamiento a la paz, especialmente dirigido a los líderes mundiales, supuso un punto de inflexión en medio de la Guerra Fría y de la escalada nuclear entre la URSS y occidente.
«La asoladora destrucción que acarrearía una guerra»
«Hoy los pueblos viven bajo un perpetuo temor, como si les estuviera amenazando una tempestad que en cualquier momento puede desencadenarse con ímpetu horrible. No les falta razón, porque las armas son un hecho», alertaba entonces el Papa.
Y añadía, con palabras casi proféticas:
«Si bien parece difícilmente creíble que haya hombres con suficiente osadía para tomar sobre sí la responsabilidad de las muertes y de la asoladora destrucción que acarrearía una guerra, resulta innegable, en cambio, que un hecho cualquiera imprevisible puede de improviso e inesperadamente provocar el incendio bélico».
1963/2023: Un escenario demasiado parecido
60 años después, la guerra de Ucrania ha vuelto a generar una situación bélica que supone una amenaza real para el mundo entero.
Y los bloques parecen a repetirse como en 1963: de un lado, Europa y Estados Unidos (presidido entonces por Kennedy y ahora por Biden, ambos del Partido Demócrata y que se confesaban católicos); de otro, Rusia y China (o lo que es lo mismo, Rusia y el Partido Comunista).
Por ese motivo, vuelve a cobrar una providencial actualidad la oración que san Juan XXIII escribió al final de la encíclica.
Está dirigida de un modo especial «al clero y fieles de todo el mundo, y a todos los hombres de buena voluntad». La oración dice así:
Oración
«Pidamos con insistentes súplicas al divino Redentor la paz que Él mismo nos trajo.
Que Él borre de los hombres cuanto pueda poner en peligro esta paz
y convierta a todos en testigos de la verdad, de la justicia y del amor fraterno.Que Él ilumine también con su luz la mente de los que gobiernan las naciones,
para que, al mismo tiempo que procuran a sus compatriotas una digna prosperidad,
les aseguren el don hermosísimo de la paz.Que, finalmente, Cristo encienda las voluntades de todos los hombres
para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros,
para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado.Que de esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos, y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz».
José Antonio Méndez – publicado el 21/04/23-Aleteia.org