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Inteligencia Artificial: ¿Enemiga de la Humanidad?

Recordemos que artefacto en latín significa objeto elaborado por el arte (un producto no natural, por tanto, creado por el ser humano), así que, como ya habremos comprobado, muchos elementos artificiales tienen un papel positivo para la humanidad. Artificial no tiene el significado maligno que los enemigos de la Democracia inventan para debilitar nuestra calidad de vida, o tal vez para reducir su dependencia de algo que no pueden crear con su pobre tecnología para proporcionar bienestar masivo

EDITORIAL Junta Directiva Primer Poder AC:

Los recientes avances de la Inteligencia Artificial (IA) han suscitado una polémica sobre el destino de la Humanidad, ya que muestra habilidades que superan a un ser humano normal. Deberíamos preguntarnos, ¿quién está descubriendo tal valor tras décadas de existencia de la IA?

Quienes iniciaron su carrera profesional en los años ochenta, ven en la Inteligencia Artificial (IA) un aliado. Cualquier ordenador funciona a través de ella, ya que software es su sinónimo. Entonces, ¿qué es todo este revuelo sobre la IA como un enemigo de la Humanidad?

Quién o Qué es el peor enemigo de la Humanidad?

Plauto fue un dramaturgo romano al que la Historia ubica como el autor de la frase latina Homo homini lupus, que significa «El hombre es un lobo para otro hombre». Desde el Imperio Romano, a lo largo de milenios, tal frase se convirtió en un aforismo utilizado por algunos de los filósofos más relevantes, cuyas ideas acusan al Ser Humano de ser su propio enemigo. Puede que la Evolución Humana demuestre lo contrario, pero también la Historia mostrará pruebas que validan la línea de pensamiento de Plauto. Por lo que, citando al filósofo francés Augusto Comte: «Todo es relativo, y sólo esto es absoluto«.

Como cualquier Poder, la IA -por sí misma- no es mala ni buena. Su valor es producto de la calidad personal de quienes la utilizan. La mayoría de quienes leyeron nuestro editorial sobre el Poder recuerdan esta afirmación.

Por más de 40 años, la Inteligencia Artificial es parte de nuestra vida.

Durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó la automatización electrónica de datos, en la medida en que el hardware permitía la Inteligencia Artificial. Con el tiempo, los avances del hardware permitieron aumentar el procesamiento y almacenamiento de datos, persiguiendo velocidad y precisión.

Destaquemos que el procesamiento, almacenamiento y transmisión de datos de la IA son tan limitados como lo impone el hardware electrónico. El Ser Humano, a lo largo de milenios, ha demostrado una ventaja natural en esta materia ampliando su software natural (inteligencia) con el mismo hardware natural (cerebro y alma). Nuestras únicas limitaciones naturales son el almacenamiento de memoria y la velocidad de procesamiento de datos, satisfechas por la IA – inventada y constantemente mejorada por los humanos.

El primer Salto Magno de la Inteligencia Artificial.

Los avances en microcomponentes electrónicos empezaron a reducir el espacio del hardware, su capacidad de almacenamiento y su manejo. Estas mejoras crearon microordenadores portátiles programables que se comercializaron masivamente.

Quizás el primer salto magnum de la IA se produjo en 1984, cuando Steven Jobs lanzó el primer concepto de Ordenador Personal llamado Macintosh, que ofrecía funciones prácticas y un uso lo suficientemente amigable como para frenar el dominio de los expertos informáticos. Esta filosofía de uso sigue operando en productos cibernéticos masivos. Antes, este tipo de herramientas de apoyo sólo existían en las grandes organizaciones, con acceso restringido a quienes tenían una formación técnica compleja.

Como podemos ver, los avances de la ingeniería electrónica y de materiales en alianza con los diseñadores de software (inicialmente estimulados y patrocinados por la Industria Espacial Americana) crearon la Inteligencia Artificial, convirtiéndose en una herramienta de apoyo para mejorar la calidad de vida de la humanidad. Por favor, intenten ver más allá de la Industria Armamentística.

Lo Digital destrona a lo Mecánico, estableciendo una nueva Era.

A lo largo de las décadas posteriores a los años 80, las piezas electrónicas o electromecánicas que funcionan mediante IA sustituyeron a la mayoría de las mecánicas, ya que los productos digitalizados cumplen los mismos objetivos, reduciendo espacio y costes, además de generar nuevos beneficios. Hoy en día, podemos ver en nuestra vida moderna una amplia gama de artefactos altamente dependientes de tales piezas electrónicas.

Recordemos que artefacto en latín significa objeto elaborado por el arte (un producto no natural, por tanto, creado por el ser humano), así que, como ya habremos comprobado, muchos elementos artificiales tienen un papel positivo para la humanidad. Artificial no tiene el significado maligno que los enemigos de la Democracia inventan para debilitar nuestra calidad de vida, o tal vez para reducir su dependencia de algo que no pueden crear con su pobre tecnología para proporcionar bienestar masivo.

El Segundo Salto Magno de la IA.

A finales de los años 90, se inventó una nueva forma de utilizar el teléfono cuando se mejoró gradualmente los sistemas inalámbricos de telefonía celular o móvil. Quizá se trate de un Salto Magno, ya que su impacto social fue masivo.

Antes de esa expansión masiva de las comunicaciones de voz, existía la red internacional de intercambio de datos que conocemos como Internet. En principio, sólo la utilizaban algunas organizaciones, hasta que las empresas de comunicación con la industria informática desarrollaron la posibilidad de utilizarla en todos los ordenadores personales. Fue otro paso de gigante en la era cibernética.

En 2007, Steven Jobs -con su iPhone- creó otro impacto social magnum con un nuevo uso para un teléfono celular/móvil al añadirle un microcomputador Wi-Fi, una estación de vídeo-audio Hi-Fi y una cámara de vídeo/foto de alta calidad.

Dejemos de preocuparnos por la amenaza equivocada.

En 40 años, la población mundial casi se ha duplicado, por lo que cerca de 2/3 de nosotros ignoramos la omnipresencia de la IA en nuestra calidad de vida diaria, facilitándola y mejorándola de muchas maneras, directa e indirectamente.

La Inteligencia Artificial, como cualquier Poder ha sido, es y será tan buena o mala como la calidad personal de quienes la diseñan y utilizan. Entonces, ¿por qué no centrar nuestras preocupaciones en la formación y uso masivo de la inteligencia natural? Después de milenios (sin IA), tal ha sido el Primer Poder de la Evolución Humana. Hoy, más que nunca, lo necesitamos como salvador de la Democracia, o nuestro poder de voto podría llevarnos a la destrucción ayudados por la IA. Nosotros, somos la primera amenaza que tenemos contra nosotros mismos.-

EDITORIAL  Junta Directiva Primer Poder AC

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