Inteligencia Artificial
La inteligencia espiritual humana es la que fundamenta y permite la libertad
Rafael María de Balbín:
Es asombrosa la inteligencia (intus legere: leer adentro) humana, la capacidad humana de captar en profundidad la realidad de cualquier cosa. El conocimiento inteligente capta la realidad sin confundirse materialmente con ella, es una actividad netamente espiritual, superior a la materia. El pensamiento no es un sub producto del cerebro.
La inteligencia humana elabora conceptos que van expresando lo que son las cosas, en relación con ellas. Poco a poco va conociendo los diversos aspectos de la realidad. Y en la medida en que va conociendo la realidad, ese conocimiento tiene una validez universal. A su vez relaciona los conceptos, refiriéndolos a la realidad conocida: emite juicios. Y al relacionar entre sí los juicios, formula razonamientos.
También es sorprendente la expresión del conocimiento intelectual mediante signos externos: el lenguaje oral o escrito, en parte convencional, pero con unas reglas propias. Pensemos en la relevancia de la escritura, cuando comenzó a practicarse y siglos después de la imprenta. Y hoy en día las posibilidades de información y de comunicación. El hombre maneja con soltura los nombres, los signos del pensamiento. Y también otros gestos humanos, en cuanto expresivos de la interioridad.
Desde antiguo prosperó el nominalismo: una valoración de los nombres, prescindiendo de su condición de signos. Nominalistas eran los sofistas de la antigüedad, y los tardo-medievales, y los empiristas británicos, y los positivistas decimonónicos, y los neopositivistas del lenguaje. El nominalismo refleja una grave carencia: el desconocimiento de la abstracción como ejercicio habitual de la inteligencia humana. Con si sólo hubiera nombres, y éstos reflejaran la realidad, en lugar de los conceptos de los que provienen.
Cada vez hay un conocimiento más completo del lenguaje y de los diversos lenguajes. Pero esto de por sí no significa un conocimiento intelectual más completo ni más profundo. Los nombres o términos se pueden combinar y manipular, numerar, procesar, y relacionar. Con tal de que no perdamos de vista que la materialidad del lenguaje es producto del conocimiento intelectual o inteligente.
El lenguaje permite operar con gran rapidez y precisión en áreas muy diversas. La computadora es una gran herramienta, pero la máquina no abstrae, ni juzga ni razona. No es capaz de alegrarse ni de pensar, ni de amar. Pero sí de prestar buenos servicios, con tal de que no pretenda remedar a las personas. Es lo que llaman inteligencia artificial débil.
Por otra parte la inteligencia espiritual humana es la que fundamenta y permite la libertad. El sujeto humano toma decisiones libres y es capaz de amar voluntariamente porque es inteligente y puede discernir lo verdadero y lo falso, lo conveniente o inconveniente, lo bueno y lo malo.
Pero evitemos los equívocos: en sentido estricto inteligencia artificial quiere decir inteligencia creada por el hombre, que supera y sustituye a la inteligencia y la libertad humana (inteligencia artificial fuerte). Esta Esta última engendra una pesadilla de ciencia ficción.
¿Inteligencia artificial? Es como hablar de celuloide natural.-