Solidaridad de gobiernos europeos y cristianos iraquíes tras ataques al Patriarca Sako

Tras una manifestación de solidaridad de unos 200 cristianos en el centro de Bagdad, ahora también los gobiernos de once países europeos se ponen del lado del Patriarca iraquí Louis Raphaël Sako. El jefe de la Iglesia caldea, que fue creado cardenal por el Papa en 2018, acabó en el centro de una dura campaña mediática a raíz de algunas declaraciones críticas sobre la representación política de la minoría cristiana de Irak. Más concretamente, el patriarca Sako -y antes que él los obispos iraquíes- había criticado que los partidos políticos mayoritarios ocuparan en el Parlamento escaños reservados por ley a componentes minoritarios de la población, entre ellos los cristianos.

La cuestión de los escaños en el Parlamento

La controvertida cuestión había reavivado enfrentamientos y polémicas en el país en las últimas semanas. En Irak, recuerda la agencia Fides, la ley electoral en vigor prevé que cinco escaños del Parlamento estén reservados a candidatos pertenecientes a comunidades cristianas autóctonas. Se trata de una forma de permitir al componente cristiano que exprese sus demandas en el ejercicio del poder legislativo. Sin embargo, el voto para elegir a los candidatos a ocupar los escaños reservados a las minorías no lo ejercen exclusivamente los electores cristianos. Los no cristianos también pueden votar; el riesgo es que las fuerzas políticas mayoritarias puedan dirigir las elecciones. Esta cuestión ya salió a la luz en las elecciones parlamentarias iraquíes de 2018, durante las cuales, según varios observadores, las fuerzas políticas mayoritarias desviaron parte de sus votos hacia candidatos que se presentaban para ocupar escaños cristianos. En el centro de las tensiones se encuentra el «Movimiento de Babilonia», proyección política de una milicia formada en el contexto de las operaciones militares contra Daesh. Actualmente ocupa cuatro de los cinco escaños reservados a candidatos cristianos.

Las declaraciones de Sako

Los obispos de las Iglesias presentes en Mosul y en la Llanura de Nínive habían criticado todo esto y anunciado un posible boicot de las próximas elecciones por parte del componente cristiano iraquí. El Patriarca caldeo Sako intervino entonces en el asunto y, el 8 de mayo, en una entrevista concedida a un canal de televisión del Kurdistán iraquí, llegó a insinuar la posibilidad de recurrir a las instancias internacionales de justicia para salvaguardar un reparto correcto y no manipulado de la cuota de escaños parlamentarios.

Expresiones de solidaridad

Declaraciones que han suscitado una serie de ataques y denigraciones contra el patriarca, sobre todo en las redes sociales, por parte de personas vinculadas al «Movimiento de Babilonia» en un tono cada vez más duro. Los responsables de la Oficina de Dotaciones a las Comunidades de Fe Minoritarias (cristianos, yazidíes, mandei-sabei, shabak) no tardaron en intervenir con un comunicado para expresar su solidaridad con el Patriarca y rechazar enérgicamente las acusaciones vertidas. En la tarde del 12 de mayo, más de 200 cristianos – informa Fides – se reunieron en la plaza Tahrir, en el centro de Bagdad, para una «manifestación solidaria». También estaban presentes religiosas y sacerdotes con banderas iraquíes, velas, ramas de olivo y pancartas, que rezaban y repetían eslóganes en apoyo de la paz social. La concentración en sí -informan fuentes iraquíes- se vio interrumpida por la llegada de un grupo organizado de personas que acudieron para lanzar gritos y consignas ofensivas contra Sako. Al cabo de una media hora, la manifestación se disolvió y los participantes abandonaron la plaza.

El apoyo de los embajadores

El domingo 14 de mayo por la tarde, el Patriarca caldeo recibió en Iraq a una delegación de embajadores y representantes diplomáticos de Francia, Italia, España, Reino Unido y la Unión Europea, que expresaron la «solidaridad» de sus respectivos gobiernos y subrayaron la importancia de los «esfuerzos» del Cardenal «para proteger los derechos de los cristianos en la tierra que habitan desde hace dos milenios». Tras la reunión, se emitió una declaración que también suscribieron los embajadores de Alemania, Polonia, la República Checa, Rumanía, Suecia y Hungría. En la declaración, los diplomáticos subrayaron que deseaban expresar al cardenal Sako su «solidaridad con los recientes ataques públicos» y su «preocupación por los cristianos y otras comunidades religiosas de Irak». A continuación, lanzaron un llamamiento a los cristianos del país para que trabajen juntos y velen por que «se superen los problemas y se logre una cooperación cada vez mayor entre las Iglesias», preservando la «diversidad del país, que es uno de sus principales recursos».-

Ciudad del Vaticano/Vatican News