Alfredo Quintero: «Ojalá que tengamos Papa para mucho tiempo, pues su lenguaje es profético»
"Scholas sigue adelante como patrimonio, dentro de la iglesia, para evangelizar y acompañar a los jóvenes"
«Hoy estamos muy tentados a descuidar la parte de las raíces en la cultura, en la educación, en la comunicación, en la familia, con los amigos… Nos olvidamos de los orígenes, a veces con mucha facilidad, y la raíz la tenemos que tener muy en cuenta»
«La interrelación interna a nivel religioso refleja algo muy importante en la conexión jóvenes/mayores, la memoria. No podemos dejar de tener memoria, y ahora, toda la tecnología, todos los instrumentos de almacenar memoria son herramientas que nos refrescan la historia»
«Es el lenguaje original de la Iglesia primitiva; el anuncio. Y a la iglesia le hacía falta esa transmisión y la visibilidad de los valores del Evangelio en la vida pastoral: que se sienta a Jesucristo vivo en el mensaje del Evangelio»
«Ojalá que tengamos Papa para mucho tiempo, pues su lenguaje es profético como Iglesia donde la fuerza del Evangelio es el corazón de su discurso y es la parte que la robustece». El mercedario mexicano Alfredo Quintero Campoy acababa de regresar del Vaticano, tras reunirse con Francisco en el encuentro por los diez años de Scholas Ocurrentes.
En conversación con RD (antes de la operación de abdomen del pontífice), Quintero resalta la importancia de la memoria y el trabajo con los jóvenes dentro de una suerte de misión «intergeneracional» e interreligiosa, que coloque al ser humano, sin aditivos, en el centro, al más puro estilo ‘Fratelli Tutti’. Hablamos con él.
-Hoy nos acompaña Alfredo Quintero Campoy, sacerdote mercedario mexicano, uno de los responsables de Scholas México. Vienes de México a España, pasando por Roma, visitando amigos, y creciendo y soñando proyectos.
-Sí, desde la visita que realizamos a Roma, con el Papa, con ocasión de los diez años de la fundación de Scholas, que siempre es una ocasión muy propicia.
-Creo que al Papa le gusta mucho. Se siente como en casa.
-Sí y, aparte, le hicieron una serie de preguntas de cómo seguir avanzando en este proyecto del medio ambiente y cómo ir contribuyendo desde la Iglesia.
-Trató de ciudades ecosostenibles.
-Ya el año pasado le presentaron modelos, también ecológicos, para darle vida al medio ambiente, darle solidez, y que sean procesos renovables.
-Nos la estamos jugando con nuestra Madre Tierra; ya no hay marcha atrás.
-Sí, y el Papa tiene una visión muy clara de las cosas. Respondía a las cuestiones con mucha simplicidad. Por ejemplo, una de las últimas preguntas, en el enlace que se hizo con los jóvenes de Granada, que estaba ahí el obispo Gil Tamayo, una ancianita de 85-90 años le preguntó al Papa, emocionada, cómo miraba la relación con los ancianos. El Papa se refirió a su hogar, a su familia, y dijo: «yo conviví con mis abuelos. Éramos cuatro hermanos y los abuelitos eran nuestra referencia. Su sabudría nos orientaba».
-El ejemplo y la experiencia, fundamental en un mundo que va superdeprisa y que no tiene en cuenta ni lo de ayer, ni ese caudal de experiencias que son fundamentales, que es un patrimonio de cualquier sociedad, brutal, y que, sin embargo, parece que estamos descartando con una dinámica de avance, sin pararnos nunca mirar atrás ni a recoger a los que pueden ir quedando por el camino.
-Sí, yo creo que un punto importante, que nunca hay que perder de vista en cualquier ámbito con las personas, en los procesos de la vida, es la conciencia de que estamos conectados. Porque cuando uno rompe la conexión, rompe la vida.
Uno ve que la vida se se manifiesta, crece, se hace fecunda y se fortalece desde la conexión. Los ancianos están conectados con las generaciones. En el caso del Papa, él sentía que le daban un modelo, una obra de arte de la raíz.
Otro tema que comentaba en estos días de la fundación de Scholas, y que es fundamental, es que cuando la raíz se seca, se seca todo el árbol. Hoy estamos muy tentados a descuidar la parte de las raíces en la cultura, en la educación, en la comunicación, en la familia, con los amigos… Nos olvidamos de los orígenes, a veces con mucha facilidad, y la raíz la tenemos que tener muy en cuenta.
Cuando se pierde la raíz, no solamente se pierde la vida, también se pierde la esperanza y ya no se puede recuperar.
-El Papa gusta mucho de conectar, y eso tiene mucho que ver con lo que hace Scholas, el encuentro entre generaciones. Que los jóvenes entiendan que ese compromiso con las raíces es ineludible para seguir dando ramas, porque todos acabaremos, esperemos, siendo raíces de otros de otros árboles en esa continuidad del ser humano.
¿Cómo trabaja Scholas con el Papa, en ese encuentro intergeneracional, también a través de la educación?
-Cada vez en mayor comunicación, en mayor colaboración tanto con el equipo internacional dirigido por José Manuel Corral y Enrique Palmeiro como con el cardenal (Aguiar) en México, a través del cual el Papa está pendiente del seguimiento de los programas de Scholas en México. Y el cardenal, al nombrar a Emilio Vega como presidente de Scholas.
Esta conexión ha favorecido, por ejemplo, con la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, el Encuentro de Escuelas que tuvimos del 21 al 28 de abril. Previamente, se sembró el olivo en el Club América. Todo lo que es el acompañamiento de fútbol. Hubo otro encuentro de ciudadanía en Tlajomulco Jalisco con jóvenes, donde hay un problema de de drogas, de delincuencia, de cómo resolver este tema social en colaboración con el gobernador Alfaro… Tuvimos una reunión que propició la misma jefa del Gobierno con las fundaciones más importantes que hay en México y en la Ciudad de México que están vinculados al apoyo social, como es el Monte Piedad Luz Saviñó, estamos enlazados con la comunidad hebrea, etc.
-El contacto, no solo intergeneracional; también interreligioso, es fundamental en un mundo en el que olvidamos muchas cosas. Esas propuestas educativas conectadas con los datos, por un lado, y con el medio ambiente, con Fratelli tutti y con la toda la humanidad, son sumamente relevantes también para entender este pontificado.
-Claro, porque la interrelación interna a nivel religioso refleja algo muy importante en la conexión jóvenes/mayores, la memoria. No podemos dejar de tener memoria, y ahora, toda la tecnología, todos los instrumentos de almacenar memoria son herramientas que nos refrescan la historia.
La memoria es muy importante en la historia. Cuando es sólida, está completa. Hay una fidelidad. Si la memoria no está completa, la historia va a estar quebrantada. Entonces, con los jóvenes, es lo que hay que trabajar mucho. Cuando se olvida parte de la memoria, no se toma en cuenta que se perjudica la historia.
Es importante que los jóvenes conozcan toda esta dinámica. Estos encuentros de jóvenes de diferentes estractos sociales, económicos, educativos, sirven para tener en cuenta la esencia de la parte humana. Las diferencias que generamos por cuestiones de oportunidad. Y viendo que es injusta la vida, pensar en cómo lograr que esas injusticias vayan disminuyendo y se vayan propiciando más posibilidades de desarrollo. El tema de generar oportunidad para los jóvenes fue una cuestión muy importante que se manifestó en el encuentro que tuvimos de Scholas México con las diferentes fundaciones. El cardenal mismo tiene muy claro que, en el tema de la educación, la Arquidiócesis abra espacios educativos para que aquellos que tienen talento y quieren desarrollarlo, puedan formarse, se les genere una oportunidad.
Scholas, lo que busca es, también, que se generen oportunidades en el encuentro de, juntos, resolver situaciones que atañen a todos, pero también ver la oportunidad.
-Cumplen 10 años Scholas, como has dicho, en este encuentro con el Papa. ¿Cuál es el futuro de Scholas en México, y a nivel global? ¿Qué pasos se deben ir dando?
-Pues yo creo que el Papa, con la visión que tiene, con lo inteligente que es, ha propiciado que Scholas esté insertado en la Iglesia como un movimiento, y eso ya da mucha fe de que toda su riqueza estructural, pedagógica, de programa, permanezca en la iglesia para irse implementando como un acompañamiento a los jóvenes en la línea de los documentos que el Papa ha ido sacando a la luz, Fratelli tutti, Laudato si’, que está encauzando los programas.
Y en cuanto al futuro, lógicamente, cuando el Papa (que es el impulsor principal de Scholas con su equipo, con quien nace toda esta experiencia en Buenos Aires) ya no esté, al estar registrado como movimiento, tiene que seguir adelante como patrimonio, dentro de la iglesia, para evangelizar y acompañar a los jóvenes.
Yo creo que seguirá y me atrevo a decir que con más fuerza, porque es un lenguaje que toca obviamente a los jóvenes. Un lenguaje adaptable. Su contenido, sus programas, son muy flexibles a los cambios que vaya teniendo el lenguaje de los jóvenes en el desarrollo de la vida, y esto es una gran ventaja para cómo se vayan moldeando en un futuro.
-Nos hablas de cuando ya no esté el Papa. Justo un día después del Encuentro de Scholas, suspendió su agenda por un proceso febril del que se ha recuperado. Tenemos Papa para rato, ¿cómo le viste?
-Pues yo no sé si habrá Papa para rato. Pero lo que sí puedo decir es que está muy fuerte y muy lúcido. El reto de trabajo que tiene es muy fuerte. Ojalá que tengamos Papa para mucho tiempo, pues su lenguaje es profético como Iglesia donde la fuerza del Evangelio es el corazón de su discurso y es la parte que la robustece. Es el lenguaje original de la Iglesia primitiva; el anuncio. Y a la iglesia le hacía falta esa transmisión y la visibilidad de los valores del Evangelio en la vida pastoral: que se sienta a Jesucristo vivo en el mensaje del Evangelio.
-Comentabas antes que habéis mantenido un encuentro con la jefa de Gobierno de Ciudad de México.
-Sí. La interacción con Scholas de la jefa del Gobierno, cuando le presentamos el proyecto que vamos a hacer conjunto y los programas, se mostró muy interesada. El día que fue al encuentro con los jóvenes, venía de Denver, de una reunión con el alcalde estadounidense. Casi no había dormido y llegó al encuentro con los jóvenes porque le interesaban. Los jóvenes se manifestaron, interactuaron con ella. El Gobierno de la Ciudad de México tiene la parte educativa de varios programas como pilares, como talleres de arte con los jóvenes. Tienen un buen número de espacios con ellos para acompañarlos y esto se conecta, se van uniendo fuerzas. Por todo, la mirada, la visión perspectiva es muy positiva, muy prometedora y hay que acompañarla.
-Claro que sí. Alfredo, siempre es un placer tenerte por aquí con nosotros, compartir y soñar cosas juntos. Ya sabes dónde estamos, que en lo que podamos ayudarnos, lo haremos, y caminaremos, también, juntos, que de eso se trata en la Iglesia y en la vida. Muchísimas gracias.
-Para mí es un placer tenerlos en mi vida y que me permitan caminar con ustedes. Los siento como una familia, como unos amigos. Y lo mínimo que se puede hacer es ayudar, colaborar. Y lo más que logremos va a ser una gran satisfacción.
-Y lo compartiremos y se lo contaremos también a nuestros lectores.