La comunicación de la Iglesia debe hablar el lenguaje del corazón
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana intervino en la presentación del libro "Del concilio a la Web”, de Angelo Scelzo, que recorre la reforma de los medios de comunicación vaticanos y sus orígenes. También habló de la misión de mediación en el conflicto de Ucrania, que continúa "según lo previsto" y tendrá una nueva escala en Moscú. Entre los ponentes se encontraban el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y el padre Federico Lombardi
La especificidad de la comunicación de la Iglesia es «hablar el lenguaje del corazón» y la reforma de los medios vaticanos deseada por Francisco «no era para blanquear, sino un paso adelante para repensar todo el sistema». Así lo afirmó el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y enviado del Papa para intentar mediar en el conflicto de Ucrania, una misión que, según el purpurado, «continúa según lo previsto».
La ocasión fue la presentación del libro «Del concilio a la Web. La comunicación vaticana y el punto de inflexión de la reforma» de Angelo Scelzo, publicado por la Librería Editorial Vaticana (LEV) y presentado en la Universidad Lumsa.
Ruffini: la comunicación, parte fundamental de la misión de la Iglesia
En su libro, Scelzo, que ha trabajado en L’Osservatore Romano, en la agencia Fides, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede como subdirector y ahora como columnista de Avvenire, hace un recuento de la historia de los medios de comunicación vaticanos, partiendo de los efectos del Motu Proprio del 2015 del Papa Francisco, donde se creó lo que hoy es el Dicasterio para la Comunicación, hasta los acontecimientos actuales de los últimos meses, para remontarse a los orígenes del sistema actual, el concilio Vaticano II.
De ese documento y de la constitución Praedicate Evangelium sobre la reorganización de la Curia, explica en cambio Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, se desprende que la Iglesia tiene el «deber de caminar en nuestro tiempo con los medios de nuestro tiempo» y que la comunicación «no es funcional, sino parte fundamental de la misión de la Iglesia».
El horizonte debe ser crear una red «que nos haga miembros los unos de los otros», donde comunicación y comunión se interpenetran, aunque sea en la especificidad de un sistema de comunicación distinto de todos los demás.
Zuppi: la raíz está en el concilio Vaticano II
Presente, pasado y futuro de la Iglesia están entrelazados y tienen sus raíces en el concilio, recordó el cardenal Zuppi, cuyo padre, Enrico, fue responsable del suplemento dominical de L’Osservatore Romano y vivió «en familia» muchas de las situaciones que la comunicación vaticana ha tenido que afrontar a lo largo de los años.
«Todo tenía una importancia especial», recordó, y a continuación puso dos ejemplos de comunicación «papal» que le llamaron la atención. Por un lado, Benedicto XVI, que tuvo «la gran honestidad» de comprender, tras Ratisbona, que un discurso pensado como académico se había convertido en político por ser pronunciado por un Papa, y por otro, la comunicación directa de Francisco, que sin intermediarios invitó al mundo a rezar por el Papa emérito, gravemente enfermo.
Lombardi: el impulso del Papa Francisco es esencial
«Todos sabíamos que era necesaria una reforma de los medios de comunicación vaticanos, pero lo que faltaba era alguien que tuviera el coraje de poner en marcha un proceso – dijo el padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Ratzinger y ex director de Radio Vaticano y de la Oficina de Prensa de la Santa Sede – que no habría comenzado sin el impulso del Papa Francisco”. Además subrayó:
Tarquinio: la única voz contracorriente sobre la guerra
Gabriele Romagnoli, periodista y escritor de Repubblica, calificó el libro como una especie de «novela de transformación de la entidad de la comunicación vaticana». A continuación, observó cómo, en los últimos años, ha habido tantas «primicias» en la historia del Papa: desde las imágenes del helicóptero que trasladó a Benedicto XVI a Castel Gandolfo en el momento de su renuncia, hasta las imágenes de la Statio orbis del 2020, cuando el Papa Francisco rezó en una Plaza de San Pedro vacía mientras gran parte del mundo estaba en lockdown por la pandemia.
La Iglesia siempre ha sido precursora de la comunicación, pero ahora, como todos, se está poniendo al día, porque de la «Palabra que se ha hecho carne» está llegando a la inteligencia artificial en la que «las máquinas tienden a hablar en lugar del hombre», explicó Marco Tarquinio, ex director de Avvenire. Hoy, reiteró, la Iglesia es una voz única y contracorriente contra la guerra, pero también para abrirse al mundo y escuchar a los últimos.
Una segunda etapa de la misión de Zuppi prevista en Moscú
Al margen del encuentro, dirigiéndose a los periodistas que le preguntaron por su misión para «aliviar las tensiones» en Ucrania, el cardenal Zuppi dijo que se reuniría con el Papa Francisco para conocer los detalles de la siguiente etapa, la de Rusia, de su misión de mediación, después de haber estado en Kiev los días 5 y 6 de junio.
Recordando al ex primer ministro italiano, Sivlio Berlusconi, recientemente fallecido, el arzobispo de Bolonia recordó su primer encuentro con él cuando formaba parte de la delegación que medió en el conflicto de Mozambique.
Nos impresionó su acogida y su simpatía – dijo – a mí me sorprendió su rasgo humano». También recordó a Flavia Franzoni, esposa del ex presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, que acaba de fallecer:
«Una mujer de gran compromiso social. Es una gran pena, viví su sensibilidad en tantas ocasiones, era una mujer inteligente, académica pero nunca vivió fuera de la realidad, sabía transformar el compromiso social en contenido y viceversa».-
Michele Raviart – Ciudad del Vaticano/Vatican News