Régimen infiltra informantes y agentes en instituciones religiosas, denuncia sacerdote desde Cuba
Montes de Oca es párroco de la Iglesia «Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa», en el municipio Vertientes, Arquidiócesis de Camagüey
«En Cuba existe una agresión gravísima a la libertad religiosa, que opera en la sombra y que por ello se hace más compleja de mostrar y, a veces, hasta de definir. Me refiero a las continuas y nocivas infiltraciones de informantes y agentes de contrainteligencia en las instituciones religiosas», aseveró.
Estas infiltraciones minan la confianza, «desestabilizan el ritmo de la institución y dañan a líderes y personas clave, provocando situaciones que atentan contra su moral, fundamentalmente para debilitarlos y hacerlos vulnerables ante las presiones del régimen.»
Sus palabras fueron compartidas en una reciente audiencia organizada por la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF).
La web de esta organización recoge el impactante relato del religioso, que no estuvo presente en el evento, pero dejó su testimonio por escrito.
Montes de Oca es párroco de la Iglesia «Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa», en el municipio Vertientes, Arquidiócesis de Camagüey.
El padre Rolando aseguró que los agentes desinforman y ponen en marcha campañas de descrédito especialmente contra los líderes o consagrados «que no pagan con la moneda ideológica del silencio o el apoyo al oficialismo.»
Estas campañas, aunque no lo menciona el sacerdote en su texto, muchas veces están organizadas por la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR).
Así ocurrió, por ejemplo, en marzo de 2021, cuando circuló una carta difamatoria contra clérigos y laicos cubanos, burda manipulación mediática gestada desde la OAR.
Según Montes de Oca, las llamadas «ciberclarias», que son agentes al servicio de la Seguridad del Estado, replican fakes news y alientan campañas de odio y descrédito, utilizando la mayoría de las veces perfiles falsos, tal y como reseña el episodio de nuestro podcast.
Los agentes infiltrados son los encargados de cumplir varias misiones, al interior de las instituciones religiosas.
Entre ellas estarían la colocación de micrófonos en lugares de confiabilidad y fomentar el desacuerdo y la división en grupos parroquiales e incluso al interno del clero.
«Es de notar que la presencia y acciones de infiltrados e informantes en las iglesias, dañan a personas concretas en el terreno de su conciencia y de su fe. Los dañan a menudo de modo irreparable, y de esta manera hieren en primerísimo lugar a los mismos ´reclutados´ para estos trabajos», añadió.
El propio Rolando Montes de Oca, durante el Servicio Militar Obligatorio, fue presionado para ser un seminarista infiltrado, a lo cual se negó.
«Gracias a Dios, con su ayuda, me mantuve firme y no permití que me involucraran en algo que iba directamente contra mi conciencia y mis principios. Esto con el costo de sufrir a mis 17 años una crisis de hipotensión arterial, y a nivel psicológico síntomas de depresión», indicó.
Otro joven no tuvo la misma voluntad y sucumbió ante la Inteligencia cubana, cuando Montes de Oca era sacerdote formador del Seminario Propedéutico «San Agustín», en Camagüey.
Según el relato, el muchacho se convirtió en espía dentro del Seminario y, durante un momento de oración comunitaria, rompió a llorar y confesó con vergüenza su condición de infiltrado.
«Se fue a su casa, de la cual fue llevado sin su consentimiento e internado en el Hospital Psiquiátrico donde se le sometió a medicaciones fuertes y se le mantuvo incomunicado por varios días», añade el sacerdote camagüeyano.
«Desde mi condición de sacerdote católico cubano, cuando se habla de violaciones a la libertad religiosa, no estoy viendo solo templos, instituciones o declaraciones escritas sobre un papel. Yo veo rostros concretos, vidas concretas, a veces heridas, a veces rotas. y esta es mi aportación y mi invitación a los que tienen en sus manos la capacidad de influir para que la libertad religiosa se respete: piensen que sus decisiones pueden impactar o menos en la vida, en las conciencias, en las almas de personas concretas con historias concretas, muchos de los cuales están viviendo un infierno en la Tierra».-