«New York Times» y «Wall Street Journal» coinciden: el colapso demográfico asegura empobrecimiento
En 2050 habrá países con un envejecimiento jamás conocido en la historia
Que dos diarios tan contrapuestos como el New York Times (progresista) y el Wall Street Journal (conservador) coincidan en sus análisis es señal de que los datos no admiten lecturas: el colapso demográfico occidental, pero sobre todo europeo, se va a traducir en empobrecimiento. Simplemente, disminuirá a niveles nunca vistos el número de personas en edad de trabajar. Piero Vetti lo ha analizado en Tempi:
Cada día más ancianos y más pobres. Si el destino de los europeos se escribe en cifras de crecimiento demográfico y económico, Europa está condenada. Un caso de eutanasia continental, bien documentado por dos amplios análisis aparecidos en el New York Times y el Wall Street Journal, que confirman -con un horizonte mucho más amplio- lo que el Istat [Instituto Nacional de Estadística italiano] escribía sobre Italia hace unos días, a saber: que «los efectos del envejecimiento de la población son cada vez más evidentes: la consistente caída de los nacimientos registrada en 2022 con respecto a 2019, unos 27.000 nacimientos menos, se debe en un 80% a la disminución de las mujeres entre 15 y 49 años y, en el 20% restante, a la caída de la fecundidad. Es previsible que el envejecimiento aumente en los próximos años, con efectos negativos sobre la tasa de crecimiento del PIB per cápita».
Las cifras de la crisis demográfica en Italia
Puede que Italia sea una pequeña pieza en el mosaico del «gran cambio demográfico que está remodelando el mundo», pero se encuentra entre los países que los estudiosos siguen más de cerca, junto con Corea del Sur, por la velocidad a la que envejece su población. «Las generaciones del baby-boom de los años 60″, afirma el Istat en el resumen de su último informe anual, «ya han abandonado la franja de edad reproductiva convencionalmente establecida entre los 15 y los 49 años y están a punto de entrar en la llamada ‘tercera edad’. Esta transición, destinada a combinarse con una mayor supervivencia y el descenso de la natalidad, es un determinante fundamental del envejecimiento demográfico masivo al que asistiremos en los próximos treinta años, con importantes efectos no solo a nivel social, sino también sobre el potencial de crecimiento de la economía».
El año 2022 fue otro año en el que se batió un récord negativo: 27.000 nacimientos menos que en 2019, el 80% de los cuales se debieron a la disminución del número de mujeres entre 15 y 49 años, y el 20% a la caída de la fecundidad. Resumiéndolo mucho: nacen menos niños porque hace 30 años nacieron menos padres.
Europa, China y Estados Unidos envejecen
Mientras esperamos a ver si, dentro de sus posibilidades, Italia consigue corregir la tendencia dramáticamente negativa como ha prometido hacer el gobierno Meloni, es útil leer el amplio análisis del New York Times, que capta perfectamente el rápido declive de Occidente -por utilizar una fórmula abusada pero válida- en el que el número de personas en edad de trabajar va a disminuir rápidamente mientras que en otras partes del mundo, históricamente «pobres», aumenta.
Así será la pirámide poblacional europea en 2050, según datos de la ONU.
«Europa se reduce. China también se está reduciendo, y la India, un país mucho más joven, la ha superado este año como la nación más poblada del mundo. Pero lo que hemos visto hasta ahora es solo el principio. Las proyecciones son fiables: en 2050, las personas mayores de 65 años constituirán casi el 40% de la población en algunas partes de Asia Oriental y Europa. Un número extraordinario de pensionistas dependerá de un número cada vez menor de personas en edad de trabajar. En toda la historia registrada, ningún país ha estado nunca tan envejecido como se espera que lo estén estas naciones».
Seguir como si no pasara nada es imposible: hay que revisar los sistemas de pensiones y las políticas de inmigración, por ejemplo, con enormes repercusiones en la economía y la sociedad, y los que ahora son los países más ricos, y por tanto geopolíticamente más poderosos, «constituirán casi inevitablemente una parte menor del PIB mundial». ¿Con qué consecuencias? Europa, Estados Unidos y China han tenido durante décadas un gran número de personas en edad de trabajar, lo que ha contribuido a su crecimiento económico. Pero hoy están envejeciendo y, según las proyecciones de la ONU, escribe el periódico progresista estadounidense, «la mano de obra más equilibrada estará principalmente en el sur y el sudeste de Asia, África y Oriente Medio«.
La demografía reconfigura la geopolítica
Se trata de un cambio que podría remodelar el crecimiento económico y el equilibrio geopolítico de poder. La lista de países que tendrán el mayor porcentaje de población en edad de trabajar en 2050 no incluye a ninguno de los que encabezaban esa lista en 1990, como Japón, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y China.
Pero si la cuestión para los países con una población joven creciente será saber aprovechar esta oportunidad, para Europa se abre una etapa dramática, como nos dicen las cifras del análisis del Wall Street Journal: «Los europeos son cada vez más pobres y están cada vez peor». El diario conservador estadounidense explica cómo «una población envejecida que piensa más en disfrutar del tiempo libre prepara el terreno para el estancamiento económico«. Una situación que no es en absoluto nueva, pero sobre la que primero el covid-19 y luego la guerra de Ucrania han precipitado y empeorado las cosas.
«Los franceses comen menos foie gras y beben menos vino tinto. Los españoles usan cada vez menos aceite de oliva. A los finlandeses se les insta a usar la sauna los días de viento, cuando la energía es más barata. En toda Alemania, el consumo de carne y leche ha caído a su nivel más bajo en tres décadas y el mercado de alimentos ecológicos, antaño en auge, se ha hundido. El ministro de Desarrollo Económico italiano, Adolfo Urso, convocó en mayo una reunión de urgencia sobre los precios de la pasta, el alimento favorito del país, después de que estos subieran más del doble respecto a la tasa de inflación nacional. Con el gasto para el consumo en caída libre, Europa entró en recesión a principios de año, reforzando una sensación de relativo declive económico, político y militar que ya era evidente a principios de siglo».
La emergencia demográfica en Europa
Las malas decisiones de los gobiernos sobre hacia dónde dirigir los subsidios, unos salarios que en vez de subir bajan, una inflación que aumenta, unos impuestos más altos que en otros países ricos del mundo, han hecho el resto del trabajo. Huw Pill, economista jefe del Banco de Inglaterra, advirtió en abril a los ciudadanos británicos que deben aceptar que son más pobres. Las previsiones económicas suelen ser menos fiables que un horóscopo, pero es poco probable que un continente en crisis como Europa encuentre fuerzas para empezar a crecer de nuevo si su población sigue envejeciendo tan rápidamente. Por si aún no estaba claro, es la demografía la verdadera gran emergencia de estas décadas.-
Traducido por Helena Faccia Serrano.