Catástrofe total en la Cumbre UE-CELAC

La cumbre de la UE y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe) celebrada a principios de la semana concluyó tal como merecía, es decir, en un terrible fiasco, en un oprobio para la UE y un alarde de desvergüenza totalitaria por parte de los representantes de algunas dictaduras iberoamericanas.

Era previsible, como revelan todas las advertencias previas, que un encuentro en Bruselas para estudiar nuevas formas de cooperación y encuentro no debían incluir a países bajo regímenes que violan masivamente los derechos humanos, no reconocen derechos a sus pueblos, son gobernados sin ley bajo la absoluta arbitrariedad de sus dictadores y aparatos represivos y están implicados en graves actividades del crimen internacional como el narcotráfico. Porque no cumplen las mínimas condiciones para ese marco general de cooperación y porque supone un agravio hacia todos los países democráticos de la cumbre, tanto europeos como americanos.

Pero los organizadores del evento, encabezados por el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell se negaron siquiera a considerar que las peores dictaduras quedaran al margen de una conversación seria, y así sucedió que la conversación transatlántica seria se convirtió en imposible. Cabe sospechar que algunos no lo lamentarán, porque desde un principio solo querían celebrar este encuentro para el blanqueo de las dictaduras más feroces y de los regímenes que han entrado por la senda del poder narcocomunista y previsiblemente serán dictaduras similares pronto, si no surge alguna resistencia o factor hoy imponderable.

La cumbre se llenó de imágenes creadas precisamente para ese blanqueamiento de los regímenes criminales y ahí posaban orgullosos Úrsula Von der Leyen y Pedro Sánchez con el dictador Díaz Canel que tiene bajo tortura a miles de cubanos inocentes y enterrados en mazmorras a menores de edad perdiendo la salud física y mental a menores de edad con condenas de lustros de cárcel por gritar libertad.

Muchos se preguntaban cómo se iba a hablar de proyectos de desarrollo cuando Maduro, que no se atrevió a venir a Europa por temor a ser detenido, envía de jefa de la delegación a la narcotraficante y criminal internacionalmente sancionada Delcy Rodríguez. Y hasta el asesino múltiple y monstruoso dictador Daniel Ortega envió una delegación que se permitió humillar a la Unión Europea imponiendo enmienda a un texto ya de por sí miserable por su tibieza en la valoración de la guerra de Ucrania e invasión y agresión por Rusia.

La cumbre ha sido por ello una hecatombe para la credibilidad y la ya muy vapuleada reputación, no de solo de esta nefasta Comisión Europa actual, sino de la Unión Europea en general. En dos días incineró y tiró por la borda hasta las apariencias de sus principios y valores para buscar denominadores comunes con unas dictaduras criminales aliadas precisamente a Rusia y a China y la mayor parte de ellas hostiles cuando no saboteadoras de la lucha por la libertad de los países soberanos de Centro Europa, con Ucrania como máximo exponente.

El presidente francés Emmanuel Macron se hizo fotografías con auténticos hampones, cuadrillas de comunistas españoles montaron eventos totalitarios paralelos con todas las fuerzas terroristas y narcotraficantes del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla por Bruselas. Criminales que tienen encarcelada a la oposición como el propio Luís Arce de Bolivia se hacía fotos juntos cuadros de imágenes de padres fundadores muertos o políticos vivos. Todo eso le ayudará para decir a su pueblo que pierda toda la esperanza, que Europa apoya a todos los criminales y narcocomunistas que aplastan a sus pueblos.

Se llegó a situaciones delirantes en las que sicarios de estos dictadores impedían el paso a actos a miembros acreditados del personal del parlamento en la propia sede del Parlamento Europeo. Y miembros de la resistencia democrática cubana fueron agredidos por oscuros sujetos llegados de todas las diversas oscuras madrigueras del comunismo castrista y foropaulista a ambos lados del Atlántico.

Al final, probablemente los únicos efectos postreros de la cumbre EU-CELAC, más allá de la vergüenza y el colosal fracaso político y moral y totalmente ajenos a proyectos y acuerdos en la cooperación comercial, industrial, social o científica que ni se vislumbraron, sea la investigación interna europea que exigirá en el Parlamento Europeo desde luego el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) del que forma parte VOX y en el que presido el Grupo de Acción Política Iberoamericana ECR-EuroLat.

Habrá de determinarse responsabilidades y explicaciones de cómo pudo pasar que las sedes de las instituciones de la mayor comunidad de naciones democráticas del mundo se vieran asaltadas y secuestradas por secuaces de regímenes criminales cuya única razón de ser es el aplastamiento de sus pueblos amordazados y sus actividades criminales internacionales.

La Cumbre de la UE con la CELAC ha sido por tanto un lacerante oprobio para los 27 países de la UE que pagaban la fiesta y para los organizadores, cuyo principal responsable, Josep Borrell, sumaba otro motivo para dimitir o ser cesado. Nadie tiene esperanza de que encuentre algún ápice de amor propio para dejar el cargo por lo que agotará su nefasto paso por el cargo cuando se disuelva este parlamento europeo antes de las elecciones de junio del 2024.

Lo que se quiso presentar como un acto estelar justo en el arranque de la presidencia española de la UE en este semestre, un gran evento de reencuentro tras la pandemia para estudiar y proyectar nuevos modos de cooperación entre Europa e Iberoamérica se convirtió en una vergonzosa toma de las sedes de la UE en Bruselas, incluido el Parlamento Europeo, por dictadores, sus secuaces y un ejército de sicarios y matones comunistas que aprovechaban el escenario y la ocasión para hacer propaganda de las tiranías narcocomunistas y burla de sus víctimas.

Pero ante todo ha sido un alarde de la complicidad criminal que esta Comisión Europea ejerce con las peores dictaduras de Iberoamérica. La credibilidad de la Unión Europea ha quedado hecho añicos. Y eso no se arregla ya solo con la necesaria desaparición del siniestro y nefasto Josep Borrell y su equipo socialista de colaboración con el Foro de Sao Paulo.

A partir de junio próximo habrá que emprender en el Europarlamento una gran labor de reforma para acabar con la red de complicidades entre la Comisión y Parlamento por un lado y por el otro las organizaciones totalitarias del narcocomunismo del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla. Puede que así también se puedan aclarar conductas difícilmente explicables hoy y que tanto han facilitado esta catástrofe política, diplomática y moral que ha sido la Cumbre UE CELAC.-

Crónica de Hermann Tertsch/El Debate