Opinión

En la recta final, con zancadillas a granel

Egildo Luján Nava:

Hoy los venezolanos añoran poder tener o conseguir una funcional «Bola de Cristal» como una de esas cosas que vuelan en una escoba, para poder hacer las consultas de rigor y ante las que hubiera la posibilidad de, para mayor fortuna,  acceder  y encontrarse con un verdadero amigo -o conocido confiable- hasta saber cómo le responderían ante el habitual criollo saludo de: ¿Quiubocómo está la vaina?.  Ahora, ¿y por qué tanta inseguridad?. Porque lo innegable no es otra cosa que la ausencia de respuestas.

Hoy  lo que abundan, son los balbuceos, las conjeturas, los rumores  y  lo que, coloquialmente, además, llaman «Bolas al por mayor».

Algunos calificarán el hecho como una posibilidad en un ambiente de esos que se dan en un lugar donde practican «Rafting»; es decir, ese deporte de aventura que consiste en descender en una pequeña embarcación, remando en un río de aguas rápidas, bravas y turbulentas, y en donde, cuando no se ha resuelto  un problema, ya han surgido varios nuevos problemas, y así, sucesivamente. Y la comparación viene a propósito de la gran verdad nacional que todos conocen como diáspora, la cual sigue creciendo, mientras que los ciudadanos huyen ante la arremetida del hambre, a la vez que, internamente la  miseria e inseguridad prevalecen, porque, de paso,  los salarios ya no  pasan de ser más que  limosnas.

Mientras tanto,  Al BOLIVAR, gloriosa  moneda nacional, le han quitado tantos ceros que ya  rompió récord de devaluación a nivel mundial.

El panorama es verdaderamente complejo y de complicada solución. La gran mayoría (más del 85%) del pueblo venezolano, anhela un cambio y repudia al actual régimen.  Pero, desafortunadamente, la miopía y las ambiciones no han permitido que se pueda llegar a acuerdos, entendimientos y, mucho menos, a soluciones.

El venezolano, sin embargo, sigue siendo democrático por principio, formación y convicción. Tanto que el daño y la destrucción al que ha sido sometido por la marea roja Comunista que únicamente destruye, saquea, y muele todo a su paso, y que  pareciera ser ciega o indolente, no ha logrado borrar esa fundamentación espiritual venezolana.

De hecho, en un nuevo intento de voluntad dirigida a propiciar cambios en las autoridades, y apegado a la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela , la expresión política opositora del país ha decidido dar un paso innovador. Con base en un convenio formal  entre sus integrantes,  y previo Acuerdo FIRMADO ANTE EL PAÍS, ha dispuesto elegir un candidato «ÚNICO» que los represente con base  en unas elecciones primarias. Con tal paso, la finalidad es que los resultados sean RESPETADOS,  para luego ir el 2024 a unas  elecciones presidenciales.

Hoy el régimen, que ha perdido credibilidad y apoyo según todas las mediciones y encuestas,  en complicidad entre expresiones políticas venezolanas que lo respalden, y por todos los medios a su alcance, intentará evitar, obstaculizar o amañar todo proceso electoral que pueda darse. En el de las Primarias, por ejemplo,  ya comenzaron con las inhabilitaciones fabricadas sin sustento legal. Lo peor es que, con gran pena,  algunos opositores pretenden jugar a dicha caída, para usurpar posiciones ganadoras en las primarias. De hecho, ya hay rumores de que apuntan a los Tribunales como posibles cómplices,  para  recurrir a cualquier maniobra o rábula, mientras califican de  improcedentes a las PRIMARIAS.

Es evidente que, desde el punto  de vista   político, mientras se habla a nivel nacional como en el orden internacional, el régimen está atrincherado. Y es una situación que figura en  la mira y observación permanente, sin poder resolver el daño causado y, mucho menos, recuperar su credibilidad.  Lo que traduce esa verdad, es que 35 millones de ciudadanos  no pueden seguir sufriendo y seguir convertidos en las víctimas de los desaciertos del Estado venezolano,  mientras que los victimarios, después de  24 años de falsa administración, ruina y destrucción por tanta insensatez, descarta toda posibilidad de solución y superación de tragedia social, económica, política y moral venezolana.

Hay que dialogar, definir y pactar soluciones urgentemente. Tanto los del régimen como los de la oposición partidista, ambos sufren de presbicia, y se niegan a ver claro, a sabiendas de que, por sobre todas las dificultades habidas y por haber, nadie está libre de pecados. Quien sí está claro de lo que ha sucedido y sigue sucediendo en Venezuela, es el SOBERANO.  SI. EL SOBERANO, definitivamente,   ESTA CLARO DE QUIÉN ES QUIÉN.

El país tiene que cambiar de rumbo, ir a elecciones limpias y debidamente observadas para elegir un nuevo gobierno. ESTA ES LA ÚNICA SOLUCIÓN FACTIBLE. Así lo han planteado los países del mundo democrático, junto a la inmensa mayoría de los venezolanos. PARA QUE ESTO SUCEDA Y SIN LLEGAR A PEORES, ¿QUÉ SE PIDE A CAMBIO?.-

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