Francisco recuerda que «los chismes son una plaga» y que «señalar con el dedo a las personas no es bueno»
Glosando la corrección fraterna, de la que se habla en el evangelio de este domingo, el papa Francisco ha alabado en sus palabras con motivo del ángelus la que considera «una de las expresiones más grandes del amor, y también una de las más exigentes», aunque ha advertido que, «por desgracia, lo primero que se suele crear en torno a quien se equivoca son habladurías»
«¿Cómo trato a los que se equivocan contra mí? ¿Me lo guardo y acumulo resentimiento? ¿Hablo acerca de ello a sus espaldas? ¿O intento de hablarles? ¿Rezo por él o ella, pido ayuda para hacer el bien? Y nuestras comunidades, ¿se hacen cargo de los que caen, para que puedan volver a levantarse y empezar una nueva vida? ¿Señalan con el dedo o abren sus brazos?»
A la hora de los saludos, Francisco instó a «deponer la fuerza de las armas y la lógica de la violencia por la de la oración» e invitó «a rezar por todos los países que sufren la guerra y a incrementar la oración por la martirizada Ucrania, que está sufriendo tanto, tanto…», señaló también en el marco de la beatificación, este domingo en Polonia, de la familia Ulma, martirizada por los nazis
Glosando la corrección fraterna, de la que se habla en el evangelio de este domingo, el papa Francisco ha alabado en sus palabras con motivo del ángelus la que considera «una de las expresiones más grandes del amor, y también una de las más exigentes», aunque ha advertido que, «por desgracia, lo primero que se suele crear en torno a quien se equivoca son habladurías, en las que todos se enteran del error, con todos los detalles, ¡menos la persona afectada! Esto no está bien y no agrada a Dios».
«No me canso de repetir que los chismes son una plaga en la vida de las personas y de las comunidades, porque traen división, sufrimiento y escándalo, y nunca ayudan a mejorar y a crecer», enfatizó en un mensaje, efectivamente, ya conocido, por lo que propuso ante la multitud de fieles que asistían al acto en la plaza de San Pedro «comportarnos de otra manera», como Jesús «nos enseña»: «Si tu hermano comete una falta contra ti, ve y repréndelo entre tú y él a solas».
«Háblale ‘cara a cara’, lealmente, para ayudarlo a entender en qué se equivoca. Hazlo por su bien, superando la vergüenza y encontrando el verdadero valor, que no es hablar mal de él a sus espaldas, sino decirle las cosas a la cara con mansedumbre y amabilidad», indicó Francisco, añadiendo que, si esto no fuera suficiente, «hay que buscar ayuda. Pero, ¡cuidado! ¡No la del grupito que chismea!», e incluso «involucrando a la comunidad», si fuera necesario.
«No se trata de poner a la persona en la picota, de avergonzarla públicamente, sino de unir los esfuerzos de todos para ayudarla a cambiar. Señalar con el dedo a las personas no es bueno, de hecho, a menudo hace más difícil que quien se ha equivocado reconozca su propio error. Más bien, la comunidad debe hacerle sentir a él o a ella que, al tiempo que condena el error, le está cerca con la oración y el afecto, siempre dispuesta a ofrecer el perdón y a empezar de nuevo».
«Entonces, preguntémonos: ¿cómo trato a los que se equivocan contra mí? ¿Me lo guardo y acumulo resentimiento? ¿Hablo acerca de ello a sus espaldas? ¿O intento de hablarles? ¿Rezo por él o ella, pido ayuda para hacer el bien? Y nuestras comunidades, ¿se hacen cargo de los que caen, para que puedan volver a levantarse y empezar una nueva vida? ¿Señalan con el dedo o abren sus brazos?. ¿Qué haces tú?, ¿Señalas con el dedo o abres los brazos? Piensa…», improvisó finalmente el Papa, dejando que la interrogación se abra paso en el corazón de cada uno…
Pesar por las víctimas del terremoto en Marruecos
En el momento de los saludos, Francisco reiteró su pesar por las víctimas del «trágico momento» que está viviendo Marruecos a causa del devastador terremoto que ha causado más de 2.000 muertos, y tras el cual envió también un telegrama ayer sábado.
«Deponer la fuerza de las armas y la lógica de la violencia por la de la oración», indicó también el Papa, que, invitó «a rezar por todos los países que sufren la guerra y a incrementar la oración por la martirizada Ucrania, que está sufriendo tanto, tanto…», señaló también en el marco de la beatificación, este domingo en Polonia, de la familia Ulma, martirizada por los nazis. Igualmente envío sus deseos de «reconciliación fraterna» al pueblo de Egipto, que el 12 de septiembre celebra su año nuevo.-
José Lorenzo/RD