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Ruffini: El Sínodo propone la escucha en tiempos de enfrentamientos

El prefecto del Dicasterio para la Comunicación, en su calidad de presidente de la Comisión de Información del Sínodo, habló a los medios de comunicación en la Sala de Prensa vaticana sobre la vigilia de oración presinodal y los trabajos de la asamblea que comenzó este 4 de octubre

 

Una Asamblea General ordinaria del Sínodo de los Obispos, la que se estará celebrarando en el Vaticano del 4 al 29 de octubre, que presenta muchas novedades y solo hasta cierto punto previsible precisamente por estar lo más abierta posible a la voz y a las sorpresas del Espíritu. La Asamblea no pondrá fin al proceso iniciado en 2021 en la Iglesia universal, sino que será una etapa en el camino emprendido: sus conclusiones no tendrán un peso definitivo, sino que representarán el resultado de una síntesis sobre la que se habrá alcanzado el consenso de los miembros y, por tanto, fruto de la comunión lograda en el discernimiento común sobre los temas presentes en el Instrumentum laboris. Esto, subrayado en varias ocasiones en la sala de prensa vaticana por Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación y presidente de la Comisión para la Información en el Sínodo, es la sustancia de un desafío que se cierne también sobre los periodistas, a los que se pide que entren en la verdadera dimensión del trabajo definido como «espacio sagrado y protegido de conversación en el Espíritu», tan sagrado como lo es la oración.

La vigilia para confiar los trabajos al Espíritu

Muchos fueron los temas abordados por Ruffini en su encuentro con los periodistas el pasado jueves 28 de septiembre: en primer lugar, la vigilia ecuménica de oración del sábado 30 de septiembre abierta a todos, que precede significativamente a la apertura de la Asamblea para confiar sus trabajos al Espíritu Santo. Estuvo presidida por el papa Francisco, que llegó a la plaza de San Pedro hacia las 17.00 horas, mientras que entre las 15.00 y las 16.30 hubo un programa con cantos y testimonios. La iniciativa propuesta por el prior de la Comunidad de Taizé Hermano Aloïs, con motivo de la apertura del proceso sinodal, contará con la presencia de todos los participantes en la Asamblea y de numerosos líderes de las Iglesias de diferentes confesiones como el Patriarca Ecuménico Bartolomé, el arzobispo de Canterbury Justin Welby y muchos otros.

Una celebración de gratitud

Explicó Ruffini que:

La vigilia de oración comenzó con una celebración de gratitud: gratitud por el don de la unidad y por el camino sinodal, por el don del otro, por el don de la paz y por el don de la creación. Incluyó la escucha de la Palabra de Dios, la alabanza y la intercesión, los cantos de Taizé y el silencio, y quiere ser un signo fuerte de fraternidad, unidad y paz.

El acento, cuatro días después de la publicación de la Exhortación Apostólica Laudate Deum del papa Francisco, se pondrá también en la defensa de la creación y, continúa Ruffini, «la Plaza de San Pedro se convertirá en un jardín, lleno de árboles y flores». Ocho son las lenguas en las que Vatican Media retransmitirá la vigilia: italiano, inglés, francés, alemán, portugués, español, polaco y árabe.

El retiro espiritual

La Asamblea General Ordinaria de Obispos en el Vaticano estuvo precedida por un retiro espiritual, en el que no participó el Papa, que comenzó después de la vigilia hasta la tarde del martes 3 de octubre en la casa Fraterna Domus de Sacrofano, en Roma. En el programa del retiro, informa Ruffini, hubo misa, oración, escucha de meditaciones confiadas a una monja, la madre Ignazia Angelini, y al padre Timothy Radcillfe, y después reuniones de grupo. Otro acontecimiento en el marco de los trabajos sinodales será la peregrinación del 12 de octubre, en la que los miembros de la Asamblea irán «a las raíces de la fe cristiana de la Iglesia primitiva, tras las huellas de San Pedro y San Pablo y de los primeros mártires». Tendrá lugar — informa el presidente de la Comisión de Información del Sínodo — entre las catacumbas de San Sebastián, San Calisto y la iglesia Domine quo vadis en la Via Appia Antica de Roma, y será un momento para rezar, caminar juntos y reflexionar sobre la experiencia espiritual del Sínodo.

La comunicación de los trabajos del Sínodo

A continuación, Paolo Ruffini detalla la información útil para el trabajo de los operadores de comunicación para decir que será posible seguir parte de los trabajos de la Asamblea en presencia y seguir algunas etapas vía streaming, como las misas, los momentos de oración y meditación, en particular la oración por los emigrantes y refugiados el 19 de octubre a las 19.15 horas; el rezo del Rosario el 25 de octubre a las 19.30 horas; y la apertura de la primera jornada, con el discurso del Papa, del presidente delegado, del relator general y del secretario general del Sínodo. También habrá breves sesiones informativas diarias y cinco ruedas de prensa (al final de los módulos) con la participación de los miembros de la Asamblea.

Una alternativa al paradigma del monólogo y la confrontación

Antes de dar espacio a las preguntas de los periodistas presentes, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación se detiene en las palabras pronunciadas sobre el Sínodo por Francisco en su viaje de regreso de Mongolia. En aquella ocasión, el Papa, recuerda Ruffini, había querido aclarar qué es y qué no es el Sínodo, explicando que no es un recuento algebraico de opiniones previas. «En nuestro tiempo», dice Ruffini:

…en el que se habla mucho y se escucha poco, en una época en la que el sentido del bien común corre el riesgo de debilitarse y el paradigma del monólogo y de la confrontación de afirmarse, cuando se mide la dificultad de sentirse parte de un destino compartido y en una época marcada por la crisis de las instituciones y de los procesos de decisión, es precisamente en este tiempo cuando la Iglesia ofrece una propuesta alternativa al mundo entero.

La comunicación en una carta del cardenal Martini

Y de nuevo, Ruffini cita «Effatà», la carta pastoral sobre la comunicación del cardenal Carlo Maria Martini, que puede ayudar a entender la razón por la que algunos momentos de los trabajos sinodales no serán públicos. Ruffini lee algunos pasajes de la misma: «La comunicación divina se prepara en el silencio y en el secreto de Dios (…). La comunicación necesita tiempo». Y de nuevo: «No hay que asustarse por los momentos de sombra. Las luces y las sombras son acontecimientos normales del hecho comunicativo».

Preguntas de los periodistas

Las numerosas preguntas de los periodistas se refieren, de hecho, a qué sentido dar a la confidencialidad pedida por el Papa a los miembros de la Asamblea, el 75 % de los cuales son obispos, qué se comunicará y qué no, si las decisiones tomadas por la Asamblea tendrán o no valor canónico. La confidencialidad, responde Ruffini, no es nada nuevo y es normal en reuniones de instituciones públicas, pero no es apropiado utilizar términos como «secreto». Subraya que «las congregaciones generales tienen lugar según el método de la conversación en el Espíritu, donde lo que cuenta no es la intervención de unos u otros, sino la formación de un pensamiento común». Con la Asamblea, reitera Ruffini, estamos aún en una fase de discernimiento, una fase abierta a ulteriores pasos, solo en 2024 se llegará a las conclusiones. La invitación final al mundo de la comunicación es poder compartir con el pueblo de Dios y con todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo la novedad del camino emprendido por la Iglesia y el sentido auténtico de esta Asamblea, que quiere ser, concluye, «un momento de discernimiento común en la fe, la comunión, la oración, el silencio y la escucha».-

Por Adriana Masotti

Fuente:

Este artículo fue originalmente publicado en Vatican News.

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