Froilán Barrios Nieves:
Lo grotesco del recurso presentado por el diputado alacrán José Brito y la decisión de marras del TSJ, al ordenar suspender todos los efectos de las distintas fases del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primaria (CNP), no puede tener otra respuesta que la caraqueña expresión del “nunca jamás” y de rechazo absoluto, en esta oportunidad ante la macabra intención de burlar una vez la decisión popular de superar pacíficamente y legalmente a la tiranía madurista.
Por tanto, la sentencia de la sala electoral del TSJ del 30/10 contra las elecciones primarias del 22/10, es una afrenta a la decisión de 2.5 millones de venezolanos, quienes se atrevieron igualmente a votar de cara a las presidenciales 2024, a pesar de las amenazas y la campaña de miedo desatada desde Miraflores y resto de poderes públicos, contra el desenfado de una población harta de la miseria y secuestro de la libertad impuesto por el régimen.
El efecto de la aberrante sentencia impacta a la comunidad internacional ante la votación masiva de los venezolanos a nivel planetario, y la posición manifestada por diferentes gobiernos de revisar cualquier flexibilización de sanciones de no reconocerse lo pautado en los acuerdos de Barbados, y mantenerse la descalificación y desconocimiento de la manifestación pública y notoria de millones de venezolanos, cuya fuerza se origina en la credibilidad y legitimidad frente a toda sentencia ilegal y fraudulenta del mas alto nivel.
En pocas palabras, este término muy venezolano que refleja el rechazo absoluto repicado hoy en toda la geografía nacional, ante el descaro del régimen de pretender sortear en forma truculenta la decisión popular, para de esta manera escaparse una vez más del entramado constitucional, mediante ardides recurrentes a las mafias que evaden permanentemente la justicia en el sur global.
Curiosamente en otra ocasión el «basirruque» fue utilizado políticamente en nombre de la democracia y la libertad, como identificación de un panfleto escogido por la cavernaria Liga Socialista para exigir justicia ante las políticas del estado puntofijista, cuando Maduro novel militante repartía volantes pretendiendo ser un paladín de los derechos humanos, aun cuando hoy la voz de la conciencia le llame al botón ante el suplicio al que ha sometido a los venezolanos durante el siglo XXI.
El impresentable panfleto publicado en la década de los 80 tenía como lema “el socialismo se conquista peleando”, lo cual se trastocó en el trajinar de la historia política del siglo XXI, en persecución, violación a los derechos constitucionales a un pueblo oprimido, sediento de democracia, libertad y de condición de vida digna, conociendo como guinda de la torta la corrupción y el robo descarado del erario público más gigantesco que haya conocido país alguno a nivel continental.
Ante ese sentimiento generalizado de esperanza propagado por las primarias y la elección de María Corina Machado como única candidata opositora, cabe preguntarse ¿se ira de nuevo el régimen “con la cabuya en la pata” ?. Dependerá de la integración de todos los sectores populares, económicos y sociales en procura del restablecimiento de la democracia, la libertad y la reconstrucción de la nación.
Con la consagración de esa unidad nacional y un CNE autónomo, podremos ir seguros a las elecciones presidenciales libres y soberanas de 2024, donde no dudo que la respuesta del pueblo venezolano ante el tirano Maduro como candidato, no dudará en cruzar los dedos y decirle “BASIRRUQUE”.
Froilán Barrios Nieves Movimiento Laborista