Egildo Luján:
Los venezolanos, además de padecer actualmente la crisis existencial más grave y severa de su historia, al tratar de analizar los problemas, situaciones o crisis que les afectan en el diario intento por subsistir, pareciera que estuvieran caminando sobre un cuero seco, como dicen los oriundos del Llano criollo.
Y el hecho de fondo lo describe la dura realidad, según la cual, por donde pisa, se levanta un problema nuevo, penosa y dolorosamente de dimensiones indescriptibles. ¿El más reciente?. Sin duda alguna, lo que sucedió el 22 de octubre, cuando la OPOSICION realizó un proceso de elecciones primarias. Y lo hizo con muchos esfuerzos, enfrentando artimañas adversas, traiciones y contratiempos de todo tipo.
No obstante, y contra todo pronóstico, el resultado de dicho proceso fue un éxito contundente. Y lo fue tanto por la concurrencia de los votantes, dentro y fuera del país, (MÁS DE DOS MILLONES QUINIENTOS MIL VOTOS), como por el porcentaje (93%) que favoreció a la ganadora, MARÍA CORINA MACHADO. Hoy aclamada como líder indiscutible de la oposición, dentro y fuera del país, y ahora sólida candidata a ganadora para las próximas elecciones presidenciales a celebrarse en 2024.
El enorme volumen de votantes que concurrió al proceso de primarias, desde luego, lo convirtió en un plebiscito, que evidenció el rechazo del pueblo al régimen. Pero, además, una demostración del indiscutible favoritismo nacional del que goza la candidata ganadora de la oposición. Y que, en el hecho político, evidencia un claro resultado que repercute en el ámbito internacional sin duda alguna, y manifestándose con un determinante apoyo y reconocimiento a la ganadora.
El régimen, sorprendido ante la lección del hecho, reaccionó rápidamente. Y lo hizo, ante tales resultados, pronunciándose erróneamente, cuando recurre al argumento de la inhabilitación de la candidata ganadora, pero, además, transgrediendo y contraviniendo todo procedimiento o principio legal. ¿Y con qué resultado?. Imposibilitando lo que ya se conoce en el mundo. Y es que el hecho se convierte en un asunto sobre el cual se han pronunciado: países, eminentes juristas venezolanos como del exterior, y todo tipo de organizaciones nacionales e internacionales.
Mientras el suceso de alcances inobjetables se manifiesta en un ambiente de contenido y alcances indiscutibles, el régimen venezolano, ante obvias y comprometedoras presiones, además de complicadas situaciones, procura defender lo indefendible: su evidente y mermada popularidad. Y lo hace aprovechando el reclamo e incautación abusiva e ilegítima de Guyana, del territorio Esequibo. Sí, de aquello que, históricamente, ha sido reconocido como propiedad y parte territorial de Venezuela. Y que ahora, amparándose en el argumento de ser un pequeño e ¿indefenso? país, pero que se manifiesta apoyado solapadamente por los Estados Unidos, China, Rusia, Brasil y El Caricom, además de tutelado con base en la dirección del régimen cubano, entre otros. Y todos ellos, desde luego, actuando en respuesta a obvios INTERESES OCULTOS.
Desde luego, como era de suponer, y con el propósito de capitalizar lo que traducía el hecho de lo expuesto en el escenario, en atención al efecto del anterior proceso electoral, rápidamente, el régimen venezolano ha recurrido al anuncio de la realización de un absurdo Referéndum Consultivo, ya programado para el 3 de diciembre Pero, además, contentivo de 5 preguntas que, como era de suponer, responderían a otro hecho, que es lo que se ha planteado en el ambiente político. Por el hecho de haber despertado muchas sospechas a nivel ciudadano, al preguntar, en términos ingenuos e inapropiados lo siguiente : ¿SÍ LOS VENEZOLANOS ESTAMOS DE ACUERDO O NO, CON RESCATAR LO QUE HISTÓRICAMENTE Y EN LEGÍTIMO DERECHO ES NUESTRO?.
Sin duda, se trata de interrogantes que obligan a preguntarse: ¿Es que acaso el Gobierno venezolano duda sobre los legítimos derechos de propiedad, y que es por eso por lo que tiene que recurrir a preguntar?. ¿O es que se pretende utilizar la repuesta ciudadana positiva, para cometer acciones belicosas y disponer de argumentos para poder justificar una suspensión de garantías constitucionales, y que eso permita posponer las elecciones por tiempo indefinido, burlando así lo acordado en Barbados?
La otra, y lógica repuesta al hecho, es suponer equivocadamente que los venezolanos concurrirán masivamente, por sentido patriótico, a participar en el referéndum y sin darse cuenta de las verdaderas intenciones. Desde luego, un eventual planteamiento de este tipo llevaría a los potenciales votantes venezolanos, a una simplicidad comparativa. Y que no sería otro, como el hecho de preguntarle a un hijo lo siguiente: ¿Quiere Usted a su mamá? Obviamente, la repuesta no sería otra que afirmativa.
Todo indica que la intención de este Referéndum, sin duda alguna, tiene un propósito: inducir a todos los venezolanos a concurrir al mismo, con la intención de superar el número de votantes de las PRIMARIAS. Para, de parte del régimen, alegar, a nivel nacional e internacional, que goza de un mayor poder de convocatoria o seguidores, y que el hecho se traduzca en el reflejo de una dividida oposición, además de poder justificar cualquier volumen de votos con sus artimañas y maquinitas en futuras elecciones. Disculpen la expresión, pero esto es pretender actuar en respuesta a la ventaja de que los venezolanos conforman una población integrada exclusivamente por pendejos.
Hay que actuar con seriedad y responsabilidad ante la posibilidad de los hechos que se analizan en el ambiente político venezolano, y que asocian ante lo que se está planteando. Desde luego, MUY ESPECIALMENTE, le corresponde a NUESTRAS FUERZAS ARMADAS no incurrir en situaciones, hechos o escenarios que no pasen a ser actores de escenarios que comprometan al país.
La realidad para Venezuela es que la ciudadanía debe estar consciente de que, como país, se está ante un grave peligro, y el cual no es otro que el de perder parte del territorio nacional. Hay que acudir, sin dilación alguna, a defender lo que es parte legítima de la Nación. Por lo pronto, hay que convocar a los más calificados juristas del país, especialmente a aquellos que, con sólidos argumentos, pueden demostrar derechos, pruebas y argumentos de que se dispone. LOS TENEMOS. Y a ellos les corresponde defender ante la CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA, lo que es parte y componente de Venezuela.
SERÍA UN GRAVE ERROR desechar u omitir la instancia expuesta. La historia describe y evidencia que Venezuela tiene suficientes demostraciones de lo que es y traduce: la tradición histórica demuestra que las pruebas asisten a Venezuela para salir triunfadora. A los venezolanos, les corresponde no dejarse arrebatar, una vez más, su legítima propiedad sobre el territorio en reclamación. Traicionar a la Patria es no defender el territorio. Y, en el caso actual que se esta planteando, la historia describe y demuestra que EL TERRITORIO ESEQUIBO ES NUESTRO.-