Opinión

Votar o No Votar

José Antonio Gil Yepes:

Con todo respeto por el criterio de quienes argumentan que no se debe participar en la votación sobre el referendo por el Esequibo, permítanme exponer mis razones para ir a votar en dicha jornada.

Es más, permítaseme poner por delante que comparto las molestias de los conciudadanos que piensan que no se debe votar por las siguientes razones: ”Es una cortina de humo del gobierno para tratar de tapar el espectacular triunfo de María Corina Machado. ”De acuerdo. ”Es un referendo innecesario. ”De acuerdo.” Constitucionalmente es innecesario.” De acuerdo. Y añado, es un mecanismo para unificar a los venezolanos en un proceso electoral alrededor de un gobierno que no cuenta con el apoyo popular. El debilitamiento de nuestra posición comenzó en una visita oficial, en febrero de 2004, del ex presidente Chávez a Guyana donde dijo que… ”El gobierno de Venezuela no será obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo cuyo objetivo sea beneficiar a la población.” Y, en la reunión del CARICOM+ALBA de 2006, Chávez acordó con el presidente guyanés congelar la disputa (para que Guyana apoyara a Venezuela en conseguir un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU).

Sin embargo, me mueven a votar varios otros argumentos.

El tema de los límites en el Esequibo es asunto público para los venezolanos por tres razones: La primera, porque es nuestro territorio, defendido ya por Simón Bolívar. Segundo, porque está cargado de hidrocarburos. Tercera, porque, estando cargado de hidrocarburos, nos lo quieren quitar. Así de sencillo. Si nosotros vamos divididos, corremos el riesgo de que el proceso vaya a juicio en La Haya. Nuestra división me recuerda que México le ”regaló” la primacía de la industria petrolera latinoamericana a Venezuela a raíz de la Revolución Mexicana; una sangrienta guerra civil a tres bandas (Porfirio Díaz en el poder, siendo atacado por Emiliano Zapata desde el sur y Pancho Villa por el norte) en un momento en que empezaba la explotación petrolera en ese país. A este nivel de inseguridad jurídica y física, se le sumó que, al final de la Revolución, ganada por los ”revolucionarios”, obviamente, ”metieron la pata” y estatizaron las petroleras; por lo que las mismas decidieron buscar petróleo en otro país y lo encontraron en Venezuela.

Lo que ven las petroleras en Guyana es lo mismo que vieron las petroleras en Venezuela hace 110 años: Un país débil y pobre que necesitaba de ellas para desarrollarse. El general Gómez, como todo dictador, necesitaba el apoyo de potencias y de empresas extranjeras que consolidaran su estabilidad, sin buscar poder político, como haría el sector empresarial local. Trato hecho. De allí que en la Zona en Reclamación estén presentes varias multinacionales del petróleo, principalmente Exxon, quien bien puede pensar que esta resarciéndose de que Chávez, innecesariamente, le expropiara Cerro Negro en la Faja. Otras empresas que están allá también operan aquí; Chevron la empresa china, CPNP, etc.

Las provocaciones ilegales de Guyana con el apoyo de las petroleras que intentan operar en una zona en litigio me traen a la mente el caso del ataque de Hamas a Israel. En este caso, es necesario estar claros de que la victoria que buscaba Hamas NO es una victoria militar. Son terroristas (y para ello usan hasta a su propio pueblo) pero no estúpidos. El caso de Hamas era provocar a Israel para que esta última hiciera lo que Hamas sabía que Israel iba a hacer: Atacar a Gaza y que en esos ataques muriera la mayor cantidad de personas inocentes posibles para exponer a Israel ante la opinión pública internacional. En este campo, ya Hamas hace rato que ganó la guerra que militarmente no podía ganar. Ya veremos lo que va a pasar en la ONU, en Estado Unidos y en países europeos, cargados de musulmanes, que odian a Occidente, si Europa no apoya lo que pidan los palestinos. Ya el Secretario General de la ONU, António Guterres, se ha manifestado claramente en contra de la violación de los derechos humanos por parte de los israelitas, a pesar de que a estos últimos les asisten los argumentos de haber sido atacados, tener más de 3.000 muertos y que le devuelvan los casi 300 secuestrados.

La primera manifestación evidente de que la conducta provocadora de Guyana tiene que ver con la manipulación de la opinión pública internacional es la declaración insólita del Secretario General de la OEA, organismo que supuestamente representa tanto a Guyana como a Venezuela, pero se erigen en juez y apoya a una de las partes. Almagro, o no conoce su trabajo o tiene intereses en Guyana y, en ambos casos, debería renunciar.

Ahora, imagínese Ud. el papelón que haríamos los venezolanos si más de un 50% no va a votar en el referendo y si, del 40% que vote, unos 10 puntos lo hagan en contra del reclamo legítimo de Venezuela. Quedaríamos como lo que somos, un país dividido por pleitos secundarios ante la competencia internacional, y llevamos cinco siglos en eso; metiéndonos autogoles.

Recordemos que toda justicia se ejerce, en el mundo, no sólo en función de las leyes sino también en función del dinero y de la opinión pública. Votaré porque las razones nacionalistas y económicas para votar pesan más que las razones políticas.-

@joseagilyepes

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