El filósofo Assael: El islam y el judaísmo deben partir de los Acuerdos de Abraham
El pensador judío milanes, que intervino en la mesa redonda "La armonía de las diferencias", que abrió ayer en Roma el Tertio Millennio Film Fest, analiza el futuro del camino de paz en Oriente Medio, y no solo entre Israel y Palestina, interrumpido por el ataque de Hamás el 7 de octubre. "El islam debe repensar su relación con el judaísmo, como hizo la Iglesia católica con el Concilio"
Lo que sucedió el 7 de octubre después del ataque atroz de Hamás «es un ataque a la paz de ambos frentes, y hoy quienes quieren la expansión del conflicto son solo dos actores, el propio Hamas y los llamados colonos que hacen incursiones criminales en Cisjordania» en detrimento de los palestinos. «Pero el camino de pacificación entre el islam y el judaísmo ya está trazado, está en los Acuerdos de Abraham» de agosto de 2020, y con la adhesión muy cercana de Arabia Saudita «se estaba completando, estábamos a un paso de la paz, antes del ataque». Hay pesar, pero también esperanza, en las consideraciones de Davide Assael, filósofo judío milanes, presidente de la «Asociación Lech Lechà, por una filosofía relacional», que da lecciones en varias universidades italianas, que intervino ayer, 14 de noviembre, en la mesa redonda interreligiosa La armonía de las diferencias que abrió el Tertio Millennio Film Fest en la Biblioteca nacional del judaísmo italiano de Roma. Al final del encuentro, Assael comparte con Vatican News sus reflexiones.
¿Cree que hay esperanza de que la «armonía de las diferencias» vuelva también a Oriente Medio, concluida lo antes posible esta guerra?
Absolutamente. Solo hay dos actores, creo, en este escenario, que apuntan a la expansión del conflicto por supervivencia política, Hamás por un lado y, por otro lado, los llamados colonos que tienen una representación en el gobierno de Netanyahu a través de dos ministros, que fueron excluidos del gabinete de guerra restringido en el que participó el presidente de los Estados Unidos, Biden. Creo que deberíamos dar las gracias en estas circunstancias a Abu Mazen, que no está incitando este odio, también porque sabe que si se despierta este odio, Hamás se vuelve dominante. Hamás está ahora fuera de la ley en Cisjordania como partido político y la Autoridad Nacional Palestina no puede poner un pie en Gaza, como es sabido. Aparte de los dos temas que he mencionado, creo que ninguno de los Estados regionales e incluso de las potencias mundiales implicadas quiere la extensión del conflicto. Creo que se iniciará de nuevo con los Acuerdos de Abraham, que, por lo demás, Arabia Saudí confirmó hace un par de semanas. Porque Oriente Medio, después de lo que ha vivido en los últimos veinte años, busca estabilidad. Está claro que Irán debe desempeñar un papel en estos acuerdos y debe tener un capítulo muy específico, aparte de la cuestión palestina. Los palestinos deben tener su propio territorio, de lo contrario nunca se garantizará la seguridad de Israel. La cumplirán con terrorismo interno, también con ataques atroces como el que hemos visto.
Entonces, ¿los Acuerdos de Abraham son una buena base para empezar?
Son una gran base, una base histórica. Partieron en 2020, ya han tenido la adhesión de muchos países árabes y ya tenían la adhesión explícita de Arabia Saudita. Yo mismo debía participar, el 7 de diciembre , en Riad, en un gran congreso internacional de filosofía para hacer un informe sobre la teología de los Acuerdos de Abraham. Siempre he sostenido que el acuerdo político debe ir seguido de una reforma cultural. El mundo islámico debe repensar sus relaciones con el judaísmo, como el mundo católico ha logrado repensar sus relaciones con el judaísmo después de la Shoah, con aquella para mí extraordinaria experiencia cultural, muy subestimada por el mundo laico, que fue el Concilio Vaticano II. Del mismo modo, el mundo judío también debe revisar sus relaciones con el Islam, es decir, debe ir a los fundamentos de una gramática monoteísta. Este cambio cultural es lo que puede dar estabilidad a los acuerdos políticos. La voluntad, en mi opinión, existe, la única amenaza es la expansión del conflicto. Si el conflicto no se expande, creo que el proceso se reanudará de los Acuerdos de Abraham.-
Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano/Vatican News