El gran Monseñor Ovidio Pérez Morales
Gustavo Coronel:
En 1950 fui a hacer mi quinto año de bachillerato en el Liceo “Andrés Bello”, para lo cual debía viajar desde Los Teques a las 5 de la mañana en un destartalado bus que desafiaba los barrancos de la vieja carretera Los Teques a Antímano. Ese año conocí a maravillosos jóvenes venezolanos. Allí estaban Antonio Pasquali, a quien ya conocía desde el Liceo “San José, en Los Teques, Guillermo Sucre, Francisco Álvarez Lerzundy y su hermana, Maritza Kohn, Carol Hernández, Marisela Vegas, Antonieta de la Cova, Mariela Pantin y estaba también Ovidio Pérez Morales.
Pasaron los años y dejé de ver a muchos de ellos, menos a Pasquali, quien se convirtió en entrañable e inolvidable amigo por largos años, hasta su muerte. Hace algún tiempo tuve el placer de reencontrarme con Ovidio Pérez Morales, hoy Monseñor Pérez Morales, un líder de nuestra iglesia católica venezolana y he logrado restablecer la antigua amistad de juventud con él.
Más que eso, lo admiro profundamente por su claridad intelectual, su madurez emocional y por la gran batalla que libra desde hace años por la democracia venezolana, lo cual debe haberlo expuesto a más de un riesgo personal, así como en su brillante carrera eclesiástica.
He decidido llamarlo Monseñor Ovidio, una mezcla de familiaridad basada en mi amistad de juventud y de respeto por su alta jerarquía eclesiástica. Durante varios años tuve la suerte de reunirme con él una vez al año, a cambiar impresiones sobre Venezuela y siempre he logrado obtener de él una maravillosa combinación de claridad y esperanza.
Monseñor Ovidio y yo tenemos casi la misma edad. El nació en Pregonero, yo en Catia, somos de extracción de clase media, por lo cual me siento muy identificado con él.
Su labor de afirmación cristiana y democrática ha sido constante y de total entrega. Habla, escribe, aparece en twitter, publica libros, todo en defensa de principios honorables que abundan en esa generación de venezolanos quienes tuvimos la suerte de crecer en una Venezuela que se modernizaba, que progresaba y que le ofrecía a sus ciudadanos beneficios de educación y de naturaleza social en general que hoy han desaparecido.
¿Qué dice hoy Monseñor Ovidio? Transcribo algunas de sus recientes verdades:
8 millones de venezolanos ex-patriados +centenares de presos-torturados políticos+ conatelización severa+empobrecimiento generalizado…no son tema interesante ni preocupación del Régimen. Interesa sólo: mantener la dictadura militar social comunista.
Prohibido olvidar cuál es la causa del desastre global de Venezuela: La dictadura militar http://social-comunista.No es el pueblo que sufre, sino la Nomenclatura que niega la alternabilidad del poder declarada en la Constitución (CRBV 6)
Como creyente y humano considero urgente un cambio de régimen hacia una República según la Constitución.
El Régimen inhabilita al soberano (CRBV 5) al negar el voto de éste en Primarias hacia las Presidenciales. Lo hacen por su Principio, por las buenas o por las malas el SSXXI mantiene la dictadura.
¿Cómo recuperar 8 millones de venezolanos para su tierra? Una población mayor que la de muchos países latinoamericanos y muchísimos países del mundo. El social comunismo destruye y es genocida.
Así habla Monseñor Ovidio, gran luchador por la democracia, la libertad y el bienestar de sus hermanos
No participaré en el referendo sobre el Esequibo
La primera razón de peso es que no estoy en Venezuela y, a diferencia de las primarias de la oposición donde los venezolanos en el exterior si podían participar, esto no es posible en este caso del diferendo “organizado” por el régimen.
Si estuviera en Venezuela tampoco participaría porque no lo creo necesario ni deseable. Ejercería mi derecho ciudadano a no participar, ya que no es un referendo obligatorio ni sus resultados son condicionantes, es un referendo opcional, un simple pedido de opinión. Y si fuera obligatorio por parte de este régimen tampoco participaría, ya que no reconozco el derecho de este régimen a imponerme nada.
Más allá de estas consideraciones considero que el fulano referendo es una vulgar maniobra política de un régimen que está acorralado por la opinión adversa de los venezolanos. Después de 23 años de haber olvidado el diferendo sobre el Esequibo lo resucitan de repente, cínicamente olvidando que Chávez y Maduro llevaron a cabo su entrega a Guyana hace algunos años, haciéndole caso a Fidel Castro. Ahora, cuando ya el proceso legal que lleva a cabo la Corte Internacional de Justicia parecería haber llegado a un punto de no retorno, tratan de levantar un polvero patriotero cuyo propósito, repito, es darle un palo a la lámpara, al verse acorralado por la aplastante victoria de María Corina Machado en las recientes primarias.
Creo que cualquiera solución que pueda rescatar la dignidad del pueblo venezolano en este caso del Esequibo, si es que esta posibilidad aún existe, solo podrá ser lograda por un gobierno venezolano libre y democrático y deberá tomar en cuenta las realidades geopolíticas que imperan hoy en día y las características ecológicas que imperan en la zona sujeta al diferendo. Esta región no es ya propicia al desastre del mal llamado desarrollo venezolano, al estilo del Arco Minero. Poner el territorio Esequibo en manos de Maduro sería como darle una ametralladora a un gorila en un ascensor lleno de gente inocente.
Joe Biden carece de asesoría calificada para aplicar con eficiencia las estrategias sobre Venezuela
Mesa de Negociación venezolana más la bulla que la cabuya
En este momento la situación entre Estados Unidos y el régimen de Venezuela es caótica y pareciera haber sido dejada a la deriva por quienes deberían manejarla, es decir, el Departamento de Estado y los asesores de Biden en materia de política hacia Latinoamérica existe una estrategia oficial, formulada en febrero 2023, ver: Integrated Country Strategy Venezuela, con el objetivo expreso de restablecer la democracia en Venezuela. Esta estrategia está basada en buscar una solución negociada, a fin de llevar a cabo una transición ordenada hacia la democracia. Mientras ello no se lleve a cabo, reza el documento, se mantendrá presión sobre el régimen, a fin de cooperar con la oposición.
La negociación, añade el documento, debe enfatizar la liberación de presos, el fin de las violaciones a los derechos humanos, la aplicación de la justicia a los responsable y deberá mantener “la presión económica sobre el régimen, estructurando una coalición internacional que aumente la presión sobre el régimen.
El documento es sensato pero su aplicación en la práctica n tiene la misma claridad. Por ejemplo, en este momento en el cual el régimen ha violado claramente lo convenido en Barbados siguen las actividades orientadas a liberalizar la actividad petrolera en Venezuela, como si el convenio de Barbados se estuviese cumpliendo satisfactoriamente. La presión económica sobre el régimen ha disminuido. Las crisis de Ucrania y Gaza mantienen al gobierno de USA totalmente ocupado con abandono de problemas de menor rango, como el venezolano.
Como le sucedía a Gerald Ford, a Biden le resulta difícil caminar y mascar chicle al mismo tiempo. Es comprensible que no pueda atender tantas situaciones simultáneas pero por ello es indispensable que se rodee de asesores competentes y preocupados.
Esto no parece ser el caso para Venezuela.-