Arquidiócesis de Caracas: «Con profundo dolor recibimos la noticia de la muerte de nuestro querido Papa Francisco»
Fue siempre un constructor de paz y un líder mundial

ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS
COMUNICADO ANTE LA MUERTE DEL PAPA FRANCISCO
La arquidiócesis de Caracas, con profundo dolor, recibe la noticia de la muerte de
nuestro querido Papa Francisco. Nos llena de esperanza que ha celebrado la Pascua
definitiva, asociándose a la resurrección de Cristo que estamos celebrando. Hoy, “lunes del
ángel”, como es llamado el día después de Pascua, resuenan las palabras: “¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo?” (Lc 24,5), que hemos escuchado en la vigilia pascual.
Ayer, domingo de Pascua, el Santo Padre pudo saludar a todos los presentes en la
Plaza San Pedro y a todo el mundo con la bendición urbi et orbi. “Gracias a todos”, fueron
sus sentidas palabras. Fueron muy significativos sus encuentros con los presos de una
cárcel de Roma y con sus enfermeros y el personal sanitario del hospital que lo cuidó.
Le damos gracias a Dios por su vida como persona, como cristiano, sacerdote,
obispo y sumo pontífice.
El hombre que llegó de lejos, desde nuestra América Latina, a la
sede de san Pedro nos regaló un ministerio lleno de símbolos y gestos, de ternura y
humildad, como pastor preocupado impulsó un regreso a las fuentes del Evangelio, nos
llamó a la conversión de mentalidades y a la reforma de estructuras para que sean más
pastorales y auténticas.
Nos deja un gran magisterio, con su palabra, sus gestos y su testimonio. Mostró
siempre un gran cariño hacia los pobres y una preocupación por los migrantes. Impulsó la
cultura del cuidado y de la prevención, combatiendo cualquier tipo de abusos. Promovió la
fraternidad universal y la ecología integral. Fue siempre un constructor de paz y un líder
mundial. Su voz profética sigue resonando como un centinela moral que pide por los
descartados: los pobres, los migrantes, los encarcelados, los que sufren la violencia de
guerras y conflictos absurdos, persecución política o religiosa.
En Caracas, estos días de duelo repicarán las campanas en señal de luto,
celebraremos misas en su sufragio y actos de devoción, como el santo rosario. Luego de la
misa exequial en Roma, se organizará la misa funeral arquidiocesana por el Santo Padre en
la Santa Iglesia Catedral, y posteriormente lo harán las parroquias y otras comunidades.
Venezuela le estará eternamente agradecida por su cariño y preocupación por
nuestra situación, y especialmente por el gran regalo de la aprobación de la canonización
de los dos primeros santos criollos. Los nuevos santos, José Gregorio Hernández y la Madre
Carmen intercedan ante Dios por este gran Papa servidor de la iglesia.
Nuestro Papa Francisco siempre terminaba sus intervenciones: “No se olviden de
rezar por mí”. Hoy, día de su regreso a la casa del Padre, rezamos por su eterno descanso.
Dios misericordioso lo reciba con las palabras reservadas a los hombres piadosos: “Vengan,
benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la
creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de
beber; era forastero, y me acogieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me
visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme” (Mt 25, 34-36).
Monseñor Raúl Biord Castillo
Arzobispo metropolitano de Caracas