Lecturas recomendadas

El cambio comienza dentro de ti

Ricardo Márquez:

La vida que llevamos de apuro, estrés y confusión aumenta las tensiones y conflictos entre las parejas, las familias y los amigos. Los cambios acelerados mueven los pisos de las costumbres, creencias y valores que nos garantizaban cierta estabilidad y seguridad. Surgen las polarizaciones y fanatismos para compensar la sensación de inseguridad e incertidumbre que nos producen los cambios acelerados. Se disparan las reacciones emocionales de rabia o depresión, se busca en las drogas y en el alcohol el fuego y el combustible externo de los sueños y motivaciones que se están muriendo por dentro. La vida se nos hace inmanejable y algunos buscan ayuda médica, psicológica y espiritual.

En las consultas escuchamos las historias, los libros abiertos de vida cargados de ansiedades, tristezas, depresiones y adicciones. En estos encuentros sagrados, el terapeuta, pastor o acompañante espiritual experimenta la gracia y el regalo que otro ser humano, igual a uno, se abra para explorar lo que está pasando en su cuerpo, en su mente y en su alma. Gracias a los sentimientos de insatisfacción e incomodidad que afloran en las crisis las personas buscan la salud y armonía perdida en sus vidas, por eso apreciamos, animamos y valoramos a las personas que dan el primer paso para buscar ayuda y apoyo, es la manera de iniciar el camino de sanación, reconocer que estoy herido y descompuesto.

En los encuentros iniciales algunas personas se ven a sí mismas como víctimas de otros, o de situaciones a las que culpan de sus males e insatisfacciones: “Me siento agobiado por las exigencias de mi esposa”; “Mis hijos no me obedecen, son muy rebeldes”; “Ya no es como antes, cuando había más respeto” … El foco de atención se pone afuera. Son los otros los que nos hacen sentir mal.

Todo proceso de sanación pasa por un camino de exploración, de aprender a mirar hacia adentro en los propios laberintos de las historias de nuestros orígenes familiares, experiencias, traumas y sombras. En ese camino nos sirven de ayuda los que por experiencia, reflexión y aprendizaje ya han transitado esos territorios, son los pastores, terapeutas y acompañantes espirituales. La exploración interior puede ser un camino doloroso como son los partos que dan vida. En ocasiones surge la rabia o el llanto que se liberan en un campo seguro para dejar nacer la luz y la aceptación que llevan a la paz y reconciliación interior.

Cuando en el proceso llegamos a entender que el cambio se genera y se crea desde dentro, empezamos a despertar, comenzamos a quitarle el poder a los otros de afectar nuestros estados emocionales e iniciamos el camino de asumir la responsabilidad de nuestras reacciones y respuestas. No eres “tú” el causante de mis males, soy “yo” el que les da un sentido e interpretación a tus palabras desde mis propias heridas y sombras, y desde allí te respondo para defenderme y atacarte. Cuando logro aceptarme y amarme como soy, entonces me presento desarmado de argumentos ante ti, vulnerable y compasivo…y allí recupero mi poder y verdadero ser. Desde mi propia aceptación y transformación puedo ser el cambio que quiero ver y lograr en otros.

Cuando la vida se nos hace inmanejable reconocemos entonces que no basta la voluntad, las terapias o la disciplina, y es en esa toma de conciencia que nos abrimos a la gracia, a nuestro Creador, a Jesús y al Espíritu. Es el don de la fe que nos permite abrirnos a otra dimensión trascendente, fuente de infinito amor experimentado, a la que nos entregamos confiados para ser sanados desde lo profundo.-

Publicado en el numero del periódico Southern Cross de la Diócesis en inglés y español en Enero del 2024.

Diciembre 2023

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