«¡Puentes! Hagan puentes»: La petición de Francisco a los franciscanos
Francisco ha concedido una entrevista a la revista mensual de los franciscanos del Sacro Convento de Asís, donde les invita a ser «apóstoles de la reconciliación y del perdón» en un mundo que «no ha cesado de hacer guerras por todas partes». «El Señor no se cansa de perdonar, san Francisco tenía un gran corazón y, también él, no se cansaba de dar perdón».
«¡Puentes! Hagan puentes». El papa Francisco vuelve a invitar a tender la mano en un momento de la historia marcado por las guerras en diversas partes del mundo. Lo ha hecho en una entrevista concedida a la revista San Francesco Patrono d’Italia, la revista mensual editada por los frailes del Sacro Convento de Asís.
La ocasión fue una audiencia en el Vaticano el pasado 29 de diciembre con el Ministro General de los Frailes Menores Conventuales, Fray Carlos Trovarelli, el Custodio del Sacro Convento, Fray Marco Moroni, y el Director de la Oficina de Comunicación del Sacro Convento, Fray Giulio Cesareo.
«Hay tanta crueldad»
«Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, el mundo no ha dejado de hacer guerras por todas partes: vemos Palestina y Ucrania porque están cerca de nosotros», explicó el Pontífice. «Hay tanta crueldad, mucha gente en la cárcel por motivos políticos, por eso pido puentes de paz. Esta es la gracia que debemos pedir a san Francisco y ustedes, franciscanos, deben ayudar a construir estos puentes».
A los frailes de hoy, seguidores del «Poverello», el Obispo de Roma les pide en particular que sean «apóstoles de la reconciliación y del perdón», «que den testimonio de perdón, de bondad». Es lo contrario de un proverbio genovés que cita el Papa: Frae Pigghia o sta in convento, frae Dà o no ghe sta drento ( traducido: Fray Pilla está en el convento, Fray Da ya no está dentro).
Perdonar todo
Un franciscano -explica el Papa- debe ser muy acogedor en el sacramento de la reconciliación, perdonándolo todo. El Señor no se cansa de perdonar, Francisco tiene un gran corazón y tampoco él se cansa de dar perdón’. Para el Pontífice, que eligió llevar el nombre del santo de Asís, «San Francisco es especial: imitó a Cristo de una manera especial. Todos los santos, todos los cristianos quieren imitar al Señor, pero él pasó a la historia como el que quiso imitar a Jesucristo hasta el final, con humildad y bondad. Es el santo de la humildad y de la bondad».
El Papa lo define como «el santo que une a todos», «el santo de la paciencia», «¡la tenía tanto con los hermanos!», comenta. De hecho, según el Papa, el Poverello «no pide nada y se ofrece a todos». Pensando en el santo de Asís, el Pontífice expresa una particular alegría por la colocación este año en la Plaza de San Pedro de un belén de Greccio: «fue su intuición y por esto Francisco es un santo universal, que muestra cómo imitar a Jesucristo».
| Paolo Ondarza