Vicario de Arabia: desde Gaza hasta los hutíes, una escalada «preocupante». Cerca de los cristianos de Yemen
Los ataques aéreos estadounidenses y británicos contra los rebeldes pro iraníes son el primer paso de una posible extensión de la guerra. Una respuesta a los ataques de los rebeldes contra barcos que se dirigían al Mar Rojo. Monseñor Martinelli: la dificultad para alcanzar «un equilibrio estable», persiste una «gran preocupación» por la situación en Tierra Santa. En Yemen «las religiosas siguen trabajando con los pobres y los enfermos»
La escalada que se ha desencadenado debido a los ataques hutíes contra los buques mercantes que se dirigen al Mar Rojo y la respuesta de Washington y Londres, con bombardeos masivos contra las posiciones de los rebeldes proiraníes «puede dificultar aún más la recuperación de Yemen”, observa a AsiaNews Mons. Paolo Martinelli, vicario apostólico del sur de Arabia (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), quien considera que el esfuerzo de renacimiento de un país arrasado por años de guerra sangrienta y olvidada será «necesariamente lento». “A pesar de la buena voluntad de mucha gente – continúa – persiste la dificultad objetiva de encontrar un equilibrio estable de las fuerzas en juego para volver a empezar de manera definitiva. Esperamos -dice el prelado- que el trabajo que ya ha comenzado y que poco a poco sigue adelante no se detenga ahora» debido a las repercusiones a escala regional -y global- de la guerra que está incendiando Tierra Santa.
El ataque de Israel contra Hamás en Gaza, en respuesta al atentado terrorista de los milicianos del 7 de octubre, que dejó un saldo de 1.200 muertos y asestó un duro golpe a las capacidades de defensa e inteligencia del Estado judío, ha llegado al umbral de los 100 días con un saldo cada vez más dramático: casi 24.000 víctimas palestinas en la Franja, de las cuales cerca de 10.000 son niños. El temor de analistas y expertos es que se pueda producir una escalada en la región de Oriente Medio, involucrando -más o menos directamente- a otros actores que hasta ahora han permanecido entre bastidores, empezando por Irán. En la noche entre el 11 y el 12 de enero, Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron 73 ataques contra posiciones militares hutíes en Yemen, que previamente habían atacado -y varias veces- en el Mar Rojo a barcos comerciales «vinculados con Israel» para solidarizarse con los palestinos de Gaza. Las operaciones continuaron hasta las últimas horas, con nuevos ataques estadounidenses contra objetivos rebeldes chiítas en Yemen.
Lo que está ocurriendo podría constituir el primer acto de la temida escalada en Oriente Medio: los rebeldes yemeníes -que, apoyados por Teherán, controlan un tercio del país- han amenazado con tomar represalias, y ahora consideran «objetivos legítimos» los intereses angloamericanos en el mundo». Desde noviembre del año pasado los hutíes lanzaron 27 ataques en el Mar Rojo, un tramo que habitualmente atraviesa el 12% del comercio mundial. Los cargueros se han visto obligados a desviar la ruta que pasa por el Canal de Suez (que ya ha registrado pérdidas del 40% desde principios de año) hacia el sur del continente africano, con importantes repercusiones en los tiempos de suministro, la producción y el alza de los precios.
Ampliando el análisis a la situación en el Golfo y en la región de Oriente Medio, el vicario de Arabia explica que «el clima general, hasta ahora, no se ha visto afectado por lo que está ocurriendo», aunque la tensión es alta. El ataque de Estados Unidos y Gran Bretaña «acaba de producirse», continúa, y hasta el momento «no hay cambios perceptibles a nivel de la vida pública». “Yo diría – explica – que este ataque se suma a la gran preocupación que es y sigue siendo el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza”. Este es el frente de mayor temor que, además, es lo que dio origen a las operaciones en los mares de los rebeldes hutíes que provocaron el ataque de la aviación de los dos países. Por otra parte, este ataque tampoco encontró consensos y adhesiones de todos los países del bloque occidental, con más de una diferencia entre las cancillerías europeas.
Por último, la reflexión de Mons. Martinelli se centra en la pequeña comunidad cristiana de Yemen, que ha sufrido mucho debido a la guerra y a la violencia sectaria, como ocurrió con el asesinato de las Misioneras de la Caridad en Adén en 2016. “Estoy regularmente en contacto con nuestra gente. Hasta ahora la situación – afirma – parece tranquila. Las religiosas pueden seguir desarrollando su enorme obra de caridad con los enfermos y los pobres». Por supuesto, la evolución de los últimos días es motivo de preocupación: “Obviamente son conscientes de lo que ha ocurrido, pero su trabajo continúa. Rezamos para que puedan seguir llevando adelante su misión en paz». En efecto, concluye el vicario del sur de Arabia, «la verdadera esperanza» son estos gestos y estas obras de bien y de solidaridad que hay entre la gente, que no se detienen ante las dificultades.-
Darío Salvi
(ZENIT Noticias – Asia News / Abu Dabi, 15.01.2024)