Trabajos especiales

Amigo y Salesiano

Es el título de una impresionante obra editorial en lengua española realizada para conmemorar al cardenal venezolano e Hijo de Don Bosco Rosalio José Castillo Lara

“Amigo y Salesiano” es el título de una impresionante obra editorial en lengua española realizada para conmemorar al cardenal venezolano e Hijo de Don Bosco Rosalio José Castillo Lara. “Una vida sacerdotal al servicio de la Iglesia y los Jóvenes, según la voluntad de Dios”, como bien resume el subtítulo.

Editado por la “Fundación María Auxiliadora” de Güiripa, y publicado en Bogotá, Colombia, se trata de una obra de casi mil páginas, dividida en cuatro volúmenes, fruto de la dedicación y el meticuloso compromiso de Teresita Rocha Cubillos, asistente personal del salesiano desde que este fue consagrado Obispo Coadjutor de la Diócesis de Trujillo, en Venezuela. “He querido llevar adelante este trabajo porque una figura como la suya debe ser conocida y recordada, por toda su vida, al servicio del Pueblo de Dios”, escribe la curadora de “Amigo y Salesiano”. “Un pastor que vivió una fe íntegra y activa, que fue salesiano porque sintió el llamado de Dios a través de la vida y obra de San Juan Bosco y el amor a la Auxiliadora, a quien se entregó para ser un alter Christus; un pastor que puso la caridad por encima de todo, marcado por el amor a la Iglesia y la obediencia al Papa, la humildad, el desapego y la generosidad”.

Así, en los cuatro volúmenes de “Amigo y Salesiano”, es posible encontrar una serie amplia y cronológicamente ordenada de información de todo tipo sobre la vida del cardenal salesiano. Desde muy lejos, el primer libro comienza con la historia de los antepasados del cardenal, llegados desde las Islas Canarias a Venezuela en el lejano 1770, y ya entonces distinguiéndose como una familia devota y honesta. Las páginas de estos volúmenes presentan fotos familiares y de clase, boletines de calificaciones, escaneos de diplomas, cartas personales, textos de homilías, informes de viajes… que ilustran en detalle el transcurrir de la vida de este humilde Hijo de Don Bosco y al mismo tiempo Príncipe de la Iglesia.

Se muestran con una mirada más de crónica que historiográfica todos los eventos vividos por el salesiano: desde la infancia, pasando por su adolescencia y juventud salesiana, hasta su ordenación, sus viajes por Europa y sus estudios de perfeccionamiento en Derecho Canónico (Libro 1); su labor como Inspector de Venezuela, su ingreso en el Consejo General salesiano como Consejero Regional para América del Cono Sur, su nombramiento como Obispo Coadjutor de la Diócesis de Trujillo, el llamado de la Santa Sede, el servicio como Secretario de la Pontificia Comisión para la revisión del Código de Derecho Canónico, el nombramiento como Cardenal y los otros importantes cargos desempeñados en la Curia Romana (Libro 2); la salesianidad vivida y demostrada en el año del Centenario de la Muerte de Don Bosco (1888) y sus servicios específicos como Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano (Libro 3); finalmente, los últimos años, el regreso a casa, los momentos y celebraciones más personales así como su compromiso por la democracia y contra las derivas autocráticas en su amada patria, sin dejar de lado, a modo de conclusión, algunas cartas y contribuciones de quienes lo conocieron y apreciaron en vida.

Todo esto se cuenta casi dejando que los hechos hablen por sí mismos, a través de la recopilación y presentación de libros, asistencias a congresos, resúmenes de visitas pastorales, entrevistas, mensajes oficiales, informes de compromisos junto al Papa y eventos “salesianos”, viajes institucionales y privados, celebraciones religiosas, cartas y mensajes dirigidos a él; junto con anécdotas menos conocidas y curiosas, como la atención prestada a su sobrino Raúl Biord Castillo, cuando aún este era un estudiante salesiano de filosofía y teología en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma y él ya era el Cardenal Castillo Lara, de prepararle el plato típico de las hallacas venezolanas para no hacerle sentir nostalgia de casa.

Con estos cuatro volúmenes, la curadora logra alcanzar su objetivo, indicado ya en la introducción y también motivado por las palabras contenidas en la Pastores Gregis de Papa Juan Pablo II: el de asegurar que “la Iglesia no pierda el testimonio y el recuerdo de aquellos que nos han precedido en la fe”.-

Fundación María Auxiliadora editora, 976 páginas

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