Acarigua-Araure tiene obispo
La diócesis de Acarigua-Araure es la primera que se creó en este siglo XXI
Cardenal Baltazar Porras Cardozo:
El sábado 5 de noviembre será ordenado obispo en el gimnasio Wibaldo Zabaleta de Acarigua, el Pbro. Gerardo Ernesto Salas Arjona, como tercer obispo de Acarigua-Araure. Por el traslado de su anterior prelado, Mons. Juan Carlos Bravo Salazar a la nueva diócesis de Petare. En el ínterin, de acuerdo a la normativa canónica, estuvo al frente del gobierno diocesano como Administrador Diocesano, el Pbro. Alberto Hortelano.
La diócesis de Acarigua-Araure es la primera que se creó en este siglo XXI, desprendida de la diócesis de Guanare que abarcaba todo el estado Portuguesa. Fue erigida por el Papa San Juan Pablo II el 27 de diciembre del 2002, y su obispo fundador fue Mons. José Joaquín Morón Hildalgo, quien la rigió hasta su muerte el 30 de octubre de 2013. El segundo obispo, Mons. Juan Carlos Bravo Salazar desde el 10 de agosto de 2015 hasta noviembre de 2021, organizó la diócesis dándole dinamismo al trabajo pastoral según las directrices del Papa Francisco.
El crecimiento poblacional, las distancias a recorrer para la mejor atención a la feligresía ha incidido en la preocupación del episcopado patrio de multiplicar las circunscripciones eclesiásticas para ser Iglesia en salida, cercana a la gente y sus problemas, respondiendo así al llamado misionero en permanente pastoral de conversión y de trabajo sinodal. Como iglesia diocesana pertenece a la provincia eclesiástica de Barquisimeto, conformada por la metropolitana, la capital larense, y como sufragáneas las diócesis de Guanare, San Felipe y Carora.
Al cabo de veinte años de fundada Acarigua-Araure inicia la tercera década de su existencia diocesana con la ilusión y la esperanza puesta en su nuevo pastor, Mons. Gerardo Salas, quien venido de las montañas andinas donde ejerció la mayor parte de su sacerdocio como formador del Seminario, párroco, asesor del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, experto en liturgia que estudió en Padua, Italia, y miembro de varios consejos diocesanos. Sus últimos años amplió su experiencia pastoral como subsecretario de la Conferencia Episcopal Venezolana, adquiriendo así la dimensión global del país con sus luces y sombras.
Si el buen grano está llamado a dar el ciento por uno, esperamos que los frutos espirituales se multipliquen en mayor porcentaje, para bien de su grey y de todo el país. Felicitaciones a la comunidad portugueseña con el reto de ser granero de gracias que se desparramen por doquier de la mano de su nuevo obispo.-
3-11-22
