¿Se pueden reparar los daños ambientales causados en Venezuela?
En Venezuela, la mayoría de las ciudades no tienen rellenos sanitarios adecuados, solo basureros, según algunos estudios. Mientras tanto, la minería, la deforestación y la ausencia de políticas públicas de sostenibilidad ocasionan daños ambientales que atentan contra la vida. Hay daños que son muy difíciles de reparar. Algunos no se pueden revertir.
Al sur de Orinoco, la minería contaminó el agua y los suelos con mercurio y la recuperación de este territorio es a muy largo plazo y de mucho costo, advirtió Joaquín Benítez, ingeniero y director de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello, en el programa Háblame Bajito que transmite Radio Fe y Alegría Noticias.
De igual forma, puso como ejemplo el proceso de recuperación del Lago de Maracaibo, contaminado con desechos petroleros y pesticidas.
No es imposible, pero la recuperación ambiental requiere de instituciones fuertes y proyectos a largo plazo que incluyan a varios Gobiernos en diferentes periodos.
Todavía estamos a tiempo, aseguró el ambientalista.
La minería y los daños ambientales
El especialista de la universidad Católica Andrés Bello advirtió que hay que priorizar y definir cuáles son realmente las necesidades humanas y a partir de ahí, diseñar modelos de desarrollo sostenible para el país.
Por ejemplo, “la minería genera impacto ambiental y debe estar restringida” porque ocasiona daños ambientales, sentenció.
Un ejemplo de priorización puede ser el uso de los vehículos eléctricos que no generan emisiones de gases, pero incorporar esos carros obliga a hacer minería para fabricar las baterías que igual va a dañar los ecosistema.
La sustentabilidad ambiental
El representante de la UCAB dijo en la entrevista que la sustentabilidad ambiental está enmarcada en la idea del desarrollo sustentable. “Es la forma de desarrollo que permite el progreso social y la prosperidad sin dañar el medio ambiente”, expresó.
De acuerdo con su reflexión, lo ambiental está relacionado a comprender que cada cosa que se hace busca minimizar el impacto a los recursos naturales para garantizar esos recursos a las generaciones futuras.
El desarrollo sostenible “no está reñido con la prosperidad”, por el contrario, el concepto de desarrollo sustentable “concilió el crecimiento económico con la conservación”.
Sin embargo, la sostenibilidad no es un destino, es un proceso. El reto es generar el mejor desempeño posible de las actividades humanas para afectar de la menor manera posible a los ecosistemas.
Hay que generar impactos positivos para la vida, por ejemplo, la reforestación de zonas afectadas por la minería o los incendios. La siembra de árboles puede ayudar a refrescar una ciudad y eso es positivo para la gente.
Condiciones para ser más sostenibles
El reciclaje puede ser una actividad promovida por el Estado, pero no basta con que las personas reciclen y clasifiquen si luego el servicio de aseo urbano mezcla todo.
Las instituciones del Estado podrían generar condiciones para que el reciclaje realmente cumpla su propósito de reutilización y reducción de desechos no aprovechables.
La UCAB impulsa la sostenibilidad
En la Universidad Católica Andrés Bello busca ser coherente en sus prácticas, aseguró Benítez. Actualmente, reciclan papel, cartón, vidrio y también el aceite comestible de los cafetines.
De igual forma, existe una cátedra obligatoria para todas las carreras de pregrado denominada Ecología, Ambiente y Sustentabilidad.
En el trabajo comunitario también se insiste en la sostenibilidad. En los barrios es una necesidad hablar y actuar para movilizar a los vecinos.
La sustentabilidad es la ruta para asegurar vida a las futuras generaciones. El ingeniero Joaquín Benítez sueña con un país que viva en democracia para poder desarrollar modelos amigables con la naturaleza. Un país sostenible.-
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