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Democratizadora, antisoledad y educativa: el papel social que aún tiene la radio

Con el boom de internet, la radio sigue siendo considerada una pieza fundamental para la igualdad y la democracia

Hace ahora mismo un siglo, irrumpía en España un nuevo medio de comunicación. Se hicieron algunas emisiones experimentales previas, pero se considera que fue en 1924 cuando la radio empezó de forma reglada. Fue, de hecho, la voz de María Sabater la que dio el pistoletazo de salida a la radio comercial en España, leyendo desde Barcelona la presentación de la emisora en la que trabajaba.

En 100 años, la radio ha acompañado a la población en momentos clave y ha acercado información y entretenimiento. Son estos puntos los que hacen que, incluso ahora, tantas décadas después y con el boom de internet, la radio siga siendo considerada una pieza fundamental para la igualdad y la democracia.

Así lo ha recordado la UNESCO, que está celebrando este año otro centenario radiofónico. «El año 2024 marca un hito en la historia de este medio: se cumplen 100 años de la primera retransmisión radiofónica en directo de los Juegos Olímpicos, precisamente cuando van a volver a celebrarse en París», apunta en una declaración pública la directora general del organismo, Audrey Azoulay.

Este centenario les sirve para reivindicar su papel como medio comunicación útil y democrático, incluso hoy en día. «La radio sigue siendo una fuente primordial de información y entretenimiento: su número de oyentes se estima en más de 4.000 millones de personas», señala Azoulay.

Un instrumento que llega a todos

«Vivimos en la sociedad de la hiperconexión, pero de esta transformación digital quedan excluidas millones de personas», recuerda Jesús García-Consuegra, el coordinador de proyectos de Taller de Solidaridad, una fundación especializada en desarrollo social. La radio es, por ello, todavía muy relevante. «Es un instrumento con el que llegar a contextos a los que es muy difícil hacerlo con otros medios», apunta García-Consuegra.

La radio es «un elemento transformador», que sigue llegando a todos los públicos, sin que importen sus edades ni tampoco dónde se encuentran. Ellos la utilizan en proyectos de muchos tipos. Por ejemplo, en la Amazonía peruana la radio es el vehículo transmisor para hablar sobre soberanía alimentaria, la fuente de información que lanza el mensaje en una geografía a la que «solo llegas con un transistor».

También permite hablar de violencia de género. Lo hacen con una radionovela que es un «componente esencial» para hablar de nuevas masculinidades. Por supuesto, abordar estas cuestiones desde un serial radiofónico es más entretenido que hacer sesiones formativas, pero no puede olvidarse que el medio permite cubrir un terreno más amplio de lo que lo haría una charla. Tiene un alcance que pocas otras vías podrían lograr. No solo es una manera diferente de llegar al público, apunta García-Consuegra, además permite alcanzar audiencias diversas y amplias.

El papel de la información y el entretenimiento

Por eso, nunca se ha apagado la radio en este tipo de iniciativas. «Vaya por delante que no es que seamos una entidad especializada [en radio], pero si nos hemos dado cuenta de que es un elemento común y cada vez más», apunta el coordinador de proyectos.

Pero la radio no solo sigue siendo muy útil en el sur global, también puede serlo en el norte. «La esencia de este medio se mantiene y es transversal a cualquier contexto del planeta», apunta García-Consuegra.

También en ese norte global hay zonas de difícil acceso para otros medios, como ocurre en no pocas áreas rurales, y problemas a los que la radio puede responder, como pasa con el aislamiento. Pero, por supuesto, las emisiones radiofónicas llegan mucho más allá de esos escenarios y siguen siendo fuente de información y entretenimiento, como lo han sido siempre.

Al otro lado del teléfono, Paco Sarria, el decano del Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia, deja claro que la radio tiene presente y futuro. Frente a las voces agoreras que llevan hablando años sobre su ocaso ante la emergencia de nuevos medios de comunicación, señala, «las audiencias no han desaparecido».

Puede que en los 80 se cantase que el vídeo había acabado con la estrella de la radio, bromea, pero «la radio ha sobrevivido». Sus audiencias siguen apreciando que se puede escuchar mientras se hace otra cosa, pero sobre todo valoran que resulte cercana.

Desde el maestro en casa a la compañía ideal

Teniendo en cuenta que una de las cuestiones que más preocupan de este siglo XXI es la llamada epidemia de soledad, la radio puede tener ahí un papel especial. «La radio es una voz, una persona que te está hablando», apunta Sarria.

Entre quien escucha y quien habla se produce una conexión. «Te escuchan todos los días y te reconocen por la voz. No sucede con otros medios», dice Sarria. Así, la radio, más allá de esa voluntad de entretener e informar inherente a los medios, se convierte también en una herramienta antisoledad.

Igualmente, a nivel global, cuenta con una larga historia en la que ha demostrado su papel clave a la hora de servir de punto de conexión y gestión de emergencias, como recuerda en su aniversario la UNESCO, o educativo, como suma García-Consuegra.

Así, apunta como en Bolivia el programa ‘El maestro en casa’ ha educado durante décadas vía programación radiofónica a comunidades a las que no lograba llegar la educación reglada. Ellos ahora siguen el espíritu de esas emisiones para hablar de emprendimiento.

La radio sigue siendo una tecnología sencilla, accesible. El acceso a la información es parte de los derechos de una sociedad democrática, recuerda García-Consuegra, y la radio ha tenido un largo papel en ser ese puente de acceso.-

RAQUEL C. PICO/ABC

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