El católico Tamas Sulyok es elegido como presidente de Hungría
Tamas Sulyok ha sido elegido como presidente, y por tanto jefe de estado, de Hungría por el Parlamento magiar. Católico y proveniente de una familia de juristas, Sulyok, que también es presidente del Tribunal Constitucional del país desde el 2016, sucede en el cargo a la carismática Katalin Novák, que tuvo que renunciar tras amnistiar a una persona que encubrió abusos sexuales
La Asamblea Nacional húngara celebró una votación secreta en la que Sulyok, propuesto por el partido gobernante Fidesz, obtuvo el apoyo de 134 de los 147 diputados presentes.
El nuevo presidente aboga por una Europa en la que sean «más importantes los valores que los intereses». En sus primeras declaraciones tras su elección, ha dicho:
«Puedo prometer que incluso desde la Presidencia de la República trabajaré por la justa igualdad de los derechos y valores constitucionales fundamentales».
«Con todas mis acciones, quiero expresar la unidad de que los húngaros somos un pueblo europeo orgulloso, con más de mil años de historia, decidido a hacer valer nuestros derechos por todos los medios, y que lo hacemos con convicción, emoción y humor», subrayó Sulyok en su discurso inaugural.
Su «ser húngaro» es el «movimiento básico» de su existencia humana: «Mi lengua materna, mi cultura, mi familia, mi trabajo, es decir, todo está relacionado con ello», subrayó Sulyok, y añadió: «Quien es húngaro también es europeo».
Sulyok ve la posibilidad de un «sistema de valores» europeo formado por los «valores constitucionales de los Estados miembros» individuales, que no podrían ser independientes de la identidad nacional.
Los Estados miembros de la Unión Europea no podrían transferir derechos de soberanía, sino sólo competencias. Los «factores de formación del Estado» son, por tanto, exclusivamente las respectivas naciones políticas. Por este motivo, la Unión Europea no es un Estado.
«Los temores de nuestros predecesores de que nos disolveríamos en un crisol de otras naciones tras el Tratado de Trianon quizá nunca hayan sido tan realistas como hoy», afirmó.
La democracia sin cristianismo lleva a la tiranía
Residente en Szeged, Sulyok acude regularmente a Misa en la catedral de la diócesis iglesia. Nacido y educado en una familia católica, su mujer ha trabajado en una misión pastoral franciscana.
Para él, es un hecho que la idea básica para la fundación de la UE procedía del «pensamiento cristiano». En diversos artículos y discursos ha señalado que tal hecho es indicustible en el movimiento paneuropeo. Líderes del pensamiento europeo como Otto von Habsburg tenían como objetivo «crear la unidad de una Europa cristiana libre de nihilismo, ateísmo y comunismo». Sulyok citó varias declaraciones de estas personalidades, según las cuales la democracia sólo puede ser necesariamente cristiana, porque si es anticristiana, conduce inevitablemente a la anarquía o a la tiranía.
El nuevo presidente declaró con anterioridad que no estaba interesado en la controversia política:
«No sé qué hacer con las críticas políticas, porque nunca en mi vida me ha interesado la política»
Aun así, se le considera muy cercano al primer ministro Viktor Orbán. Con su elección se pone fin a la crisis institucional provocada por la renuncia de Katalin Novak.-
(Agencias/InfoCatólica)