Sacerdote cubano: “El comunismo no va a sobrevivir” y “la Iglesia va a permanecer”
En una entrevista con EWTN Noticias, el sacerdote cubano Alberto Reyes conversó sobre su ministerio apostólico en Camagüey, región ubicada en el centro del país, y acerca de cómo su defensa de la libertad religiosa en la isla le ha valido ganar amigos y enemigos por igual.
El P. Reyes no duda en afirmar que en Cuba “el comunismo no va a sobrevivir” y que “la Iglesia va a permanecer”.
El sacerdote cubano trabaja en el pueblo de Esmeralda, una pequeña localidad “que alguna vez fue floreciente”, según precisó Rachel Diez, corresponsal de EWTN Noticias en Cuba. Hoy, la realidad del pueblo es igual a la de muchos otros en Cuba, “alcanzados por la tristeza, la migración y las carencias”, añadió.
Desde su ordenación, el P. Reyes se ha involucrado siempre con las periferias de la sociedad, en zonas siempre muy pobres, pero con una comunidad de fieles siempre dispuesta al servicio. Esto mismo sucede en Esmeralda.
El sacerdote diocesano es una voz crítica frente a la miseria y a los mecanismos de represión del Estado, pues él también los ha experimentado y visto en las vidas de otras personas.
El P. Reyes comenta que aunque creció en un ambiente cercano a la Iglesia, nunca pensó en consagrar su vida a Jesús. “Hay gente que dice que soy muy valiente, esa no es la verdad”, resaltó, y no dudó en calificarse como “una persona miedosa”.
“Yo creo que he aprendido a huir hacia adelante, he aprendido a que no me secuestre el miedo”, afirmó. Además, compartió que ha sido testigo directo de la pobreza que se vive en Cuba. “En Maisí [provincia de Guantánamo] yo vi niños durmiendo en cartones. Cosa que no había visto nunca”, indicó.
Asimismo, expresó que su necesidad de denunciar el sufrimiento del pueblo cubano nació de contrastar la terrible realidad con lo que presentan al mundo los aparatos de propaganda del Estado.
“Esta es una Cuba que pasa hambre y eso es una realidad: La gente pasa hambre. Esa Cuba paradisíaca de la televisión y de la propaganda internacional no existe. Lo que más me duele de esta Cuba es la desesperanza. La gente siente que no puede hacer nada, tienen miedo”, sentenció el P. Reyes.
Este miedo, continúa el sacerdote, se entiende porque cada vez que los cubanos han expresado su inconformidad con el régimen comunista, se les ha callado “a golpes y a cárcel”. Recordó los sucesos del 11 de julio de 2021 e indicó que fueron una señal de que el pueblo “no quiere este sistema”.
Aquel día, miles de cubanos salieron a las calles para pedir libertad y mejores condiciones de vida. Las protestas multitudinarias fueron reprimidas violentamente por el régimen de Miguel Díaz-Canel y, aún hoy, cientos de personas siguen detenidas.
Para el sacerdote, en 1959 el país apoyó la llamada revolución cubana porque “fue engañado” por Fidel Castro, quien prometió restaurar la democracia que la dictadura de Fulgencio Batista había suprimido. “Fuimos engañados y se instauró una dictadura, que es una cárcel que dura hasta hoy”, agregó.
“Déjennos ser un pueblo libre y próspero, porque no hay derecho de mantener a este pueblo en la miseria en que está”, afirmó.
Han sido varios los religiosos que se han atrevido a denunciar los atropellos del Estado cubano. Personalmente, el P. Reyes ha sido objeto de “actos de repudio”, que son convocatorias que promueve el gobierno para señalar a alguien como enemigo público.
“Amenazas ha habido muchas, a veces peores y a veces menos. Yo siento que estoy haciendo lo que tengo que hacer”, manifestó. Y rechazó la violencia y la persecución a la que es sometida la disidencia en el país.
Por último, a pesar de los obstáculos y de la complicada situación que vive Cuba, el sacerdote expresó que para lograr un verdadero cambio en el país, es necesario contar con “un pueblo que acepte a Dios y se lance por caminos de prosperidad y paz”.-