Testimonios

Origen y evolución de la Cruz Aparecida de Tinaquillo

Reseña Histórica    

Juan Ignacio Herrera Requena:

 

Contaba mi abuelo materno, que su esposa Dolores Requena consiguió en la quebrada donde lavaba, una pequeña y hermosa piedra. Ella la revisó y la lanzó nuevamente a la quebrada, corriente arriba. Por segunda vez llega la piedra a sus manos, la tomó nuevamente y la lanza de nuevo al agua. Después siente que nuevamente la piedra llega y choca con su pie. La agarró de nuevo y decidió colocarla en la batea de madera donde tenía la ropa. Al llegar a la casa la revisa detenidamente y observa que a la luz del sol le brilla una cruz. La guardó en un trozo de tela blanca. Don Tiburcio Mireles y doña Dolores Requena, mis abuelos maternos, agricultores y criadores vecinos de La Guamita, siguen su vida campestre y mantienen la custodia de la piedra de la Cruz. Ya para el año 1931, Tiburcio Mireles y sus dos hermanas (mis tías abuelas) Sixta Mireles y Ana de Jesús Mireles habían vendido la parte que les correspondía por la posesión de otra piedra, la imagen de la Virgen del Socorro aparecida (de La Guamita), que habían recibido como herencia de su padre Luis Mireles (mi bisabuelo). La venta de su parte incluía hasta la capilla que se le había construido a la imagen aparecida.

 

Con el tiempo muere doña Dolores, mi abuela materna. Ya viudo don Tiburcio, sigue con la custodia de la Cruz aparecida y mantiene la costumbre de hacerle velorio de cruz en el mes de mayo. Cansado de la soledad, don Tiburcio casó de nuevo. Tiburcio Mireles y su esposa Pacífica de Mireles, mantienen en custodia la piedra que hoy conocemos como la Reliquia de la Cruz aparecida. La mantienen envuelta en algodón dentro de un pequeño nicho de madera. Ya se ha hecho tradición, la víspera del día de la Cruz de mayo, hacen una cantina; es decir, desde el día dos hasta el 4 de mayo, en honor a la Cruz aparecida. Durante varios años, en cada cantina, se tiene previsto que el día 2 de mayo, a las doce de la medianoche se inicia el canto de velorio y se invita a los cantadores. Así comienza con el primer canto, como este Llamado a Rosario:

A rezar el rosario nos llaman

dicen que no pueden, ni tienen lugar (bis)

CORO:

“¿Qué queréis pastor, que queréis hablar? (bis)

Por tu santo nacimiento

mi vida es callar, callar, callar

callar, callar, callar.”

 

La Virgen como capitana

a to´s sus devotos, los mandó a rezar.

(CORO)

Si quieres gozar de las flores

vente conmigo que voy p´al jardín.

(CORO)

Es de hacer notar que estos cantos son “a capella” y en varias voces, generalmente a tres voces.

 

Después de enviudar doña Pacífica, sigue como custodia de la imagen; y cierto tiempo después se une en pareja con  el señor Juan Herrera y cambian de residencia. La imagen acompaña a la pareja, Pacífica y Juan, a la localidad de Tacamahaca, en las cercanías de Tinaquillo, por la antigua carretera de La Guamita a Tinaquillo- En esta nueva residencia continúa la devoción y se hacían los Velorios de Cruz, cada año. La fe en la Cruz aparecida iba en expansión y las promesas iban aumentando cada año. Algunos traían manos de azabache, niños de plata, piernas de oro y cada promesa cumplida hacía crecer la fe. Brazos, corazón, pie, caballo, vaca y muchas otras piezas eran entregadas a los custodios por los promeseros, en agradecimiento a la Cruz Aparecida por las curaciones. A finales de la década de los sesenta muere doña Pacífica, quien era conocida por muchos como Madrina Pacífica, y es cuando don Juan Herrera le entrega la custodia a don Juan Antero Herrera, quien vivía en el Barrio El Palomar, en Tinaquillo.

Don Juan Antero Herrera es el nuevo custodio y continúa con la devoción. Muchos promeseros de sectores circunvecinos solicitan a don Juan Antero que les lleve la imagen para hacer los velorios en esos lugares. Se realizan velorios en Papelón, Las Queseras, La Palma, La Guamita según las peticiones de los pobladores de esos sectores. Cada 3 de mayo se hacía el Velorio en el barrio El Palomar  o en las localidades en donde solicitan la Cruz Aparecida para hacerle los velorios.

Dentro de los cantos hay Llamado a Rosario, Salves, Décimas, Tonos, Romances, que son cantados  (es la manera de rezarle a La Cruz) interpretados con notas polifónicas: guía, falsa (contralto) y tenor.

Se cantan décimas como esta llamada “La Cruz cubierta de flores”

En el misterio sagrado  (ay sagrado, ay  ná…na…na…)

donde estaba el buen Jesús  (bis)   (ay go…)

bajo un rayo de luz   (ay de luz, ay  na…na.. na…)

para ser purificado  (bis)   (ay go…)

y quedó muy agradado

con esos lindos colores  (bis)  (ay  na…na.. na…)

bañado en los resplandores

de su antigua profecía   (profecía, ay  na…na.. na…)

Debajo con alegría

La Cruz cubierta de flores (bis)

 

Ya corría el año 2005, cuando don Juan Antero (mi padre) cumplía los noventa años de edad y decide pasar la custodia al señor Joaquín Velásquez Requena (mi hermano materno); y es allí en el sector Apamates 2 de Tinaquillo, donde Joaquín y su esposa, la señora Juana Díaz de Velásquez mantienen actualmente la custodia de la Cruz Aparecida. Uno de los últimos velorios que he presenciado, fue cantado por el maestro cultor Félix Vera y yo como aprendiz, cantándole a la Cruz Aparecida. En esa oportunidad además del Llamado a Rosario, la Salve y otros cantos, interpretamos el siguiente Tono de Tinaquillo:

Yo canto este tono  ( …ay naaa …ay na…na…na…)

el Día de la Cruz

Yo canto este tono (3 veces)   (…ay naaa …ay na…na…na…)

el Día de La Cruz.

Alabo el misterio   (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de mi buen Jesús.

Alabo el misterio  (3 v.) (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de mi buen Jesús.

Yo canto este tono (…ay naaa   …ay na…na…na…)

y mi voz te nombra.

Yo canto este tono (3 v.) (…ay naaa   …ay na…na…na…)

y mi voz te nombra.

Alabo el misterio   (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de la santa hostia.

Alabo el misterio (3 v.)  (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de la santa hostia.

Alabo el misterio  (…ay naaa   …ay na…na…na…)

con gran devoción.

Alabo el misterio  (3 v.)  (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de resurrección.

Alabo el misterio  (…ay naaa   …ay na…na…na…)

con gran alegría.

Alabo el misterio (3 v.) (…ay naaa   …ay na…na…na…)

de las tres Marías.

 

Actualmente la reliquia de La Cruz Aparecida de Tinaquillo se encuentra en su capilla en el Sector Apamates 2 de la ciudad de Tinaquillo, estado Cojedes.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba