El arzobispo de Santiago, en el II Encuentro de Empresarios católicos: «No limitemos la empresa a balances y beneficios, sino también a familia y trabajo»

“Una invitación a seguir construyendo esos caminos que no solamente forjaron Europa a lo largo de los siglos, sino que también el mismo Camino de Santiago nos muestra en su meta que es un destino universal donde caben también todas esas posibilidades de proyectos, de planteamientos de una humanidad que se pone en camino”.

Así definió el arzobispo de Santiago, Francisco Prieto, el II Encuentro de Empresarios que inauguró esta mañana en el emblemático monasterio de san Martín Pinario, “un foro nacido hace dos años de la mano de don Julián Barrio con el afán de hacer posibles estos espacios en este momento y lugar, en la ciudad del Apóstol”.

Subrayó Prieto -a quien acompañaba en el acto inaugural el presidente del Episcopado español, Luis Argüello- la oportunidad del momento, donde, desde “ámbitos civiles, sociales, políticos y eclesiales, se unen en un proyecto compartido que habla de ética, bien común y sostenibilidad, pilares en los que todos podemos sumar y aportar”.

“Siempre se sorprende uno del momento en que estamos viviendo, que no es mejor ni peor, es el que nos ha tocado y en el que tenemos que estar, y uno desde aquí, desde Santiago, se pregunta qué podemos hacer. Pues podemos construir y, desde donde la empresa es un factor de cohesión social, generadora de empleo, motor de la sociedad”, destacó el arzobispo antes más de 200 empresarios de Galicia y otras comunidades autónomas, convocados todos ellos para reflexionar de la mano de especialistas de renombre sobre Ética, Bien Común, Sostenibilidad.

Cauce de inserción social

“Quiero agradecer -prosiguió en su saludo el pastor gallego- la labor de los empresarios; desde la pequeña empresa familiar a la gran empresa, ese gran abanico que es el motor diario que tenemos entre todos que facilitar para que, al hablar de empresa, no nos limitemos a hablar de balances y beneficios, sino también de familia, de trabajo, de oportunidades, de iniciativa…”.

En este sentido, exhortó Prieto a que “nuestras empresas puedan ser cauce para la inserción social para tantas personas que merecen una oportunidad, pero no solo para tengan un trabajo digno, sino también un desarrollo personal creativo con sus proyectos”.

“Es un momento para debatir, para dialogar, para encontrarnos, para escucharnos, y sobre todo ponernos manos a la obra, porque tenemos mucho trabajo por delante”, finalizó el arzobispo compostelano.

Por el lado empresarial, tomó la palabra Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, quien elogió la propuesta de la Archidiócesis de Santiago de “seguir con esta iniciativa de reunir a los empresarios en este foro”, y quien reivindicó la labor de los empresarios, “la mayoría empresas familiares, somos los principales creadores de riqueza económica en España”.

Motor de bienestar

“Trabajamos intensamente para impulsar el desarrollo y que nuestra sociedad tenga la capacidad para hacer frente a los desafíos que tiene por delante, y vamos a seguir trabajando por ser ese motor del bienestar social, del cambio y la modernidad”, añadió, señalando que “aquí no sobra, pero tampoco falta nadie, lo digo por algunas críticas que recibimos y que creo que no nos merecemos”.

Desgranó Garamendi algunas ‘ideas fuerza’ en su alocución para apuntalar la pertinencia de este encuentro de empresarios católicos, entre ellas las de que  “los empresarios quieren crear una vida buena; no solo está en nuestro ADN, es una obligación, crear valor y ponerlo al servicio de la persona; que no hay una buena economía sin buenos empresarios; y que en los pilares empresariales deben estar la ética, el bien común y la sostenibilidad, que se pueden compartir no solo desde el humanismo cristiano, aunque este esté en la base de aquellos”.

“Vamos a seguir trabajando desde el diálogo social y la colaboración con todas las autoridades y con los valores que hoy nos inspiran”, concluyó el presidente de la CEOE.

A continuación, tomó la palabra Luis Argüello, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), quien quiso reivindicar la palabra “alianza”, que “tiene una importancia grande para que el diálogo sea posible”, y que tiene su otra cara, añadió, que es “vínculo”.

En relación con ello, Argüello reconoció que esta iniciativa “es precursora y continúa una propuesta” del documento aprobado por la CEE de noviembre de 2022, El Dios fiel mantiene su alianza, “una propuesta de diálogo social, con una referencia doble: la dignidad y el bien común”.

«Somos personas, no individuos»

“Alianza y vínculo son palabras a reivindicar en un mundo en donde individualismo y poder tienen sus preferencias y es difícil así poner de acuerdo en una propuesta ética”, señaló el también arzobispo de Valladolid, destacando que la aportación que se puede hacer desde la Iglesia es para fundamentar esa propuesta ética “es descubrir que estamos vinculados, que somos personas, no individuos, que hay un misterio que nos abraza y que ese vínculo puede ser desde perspectivas religiosas diferentes”.

Alfonso Rueda, en lo que fue su primer acto institucional tras ser nombrado presidente de la Xunta de Galicia, agradeció también esta iniciativa eclesial y señaló que “la demonización que se hace de los empresarios no estoy en absoluto de acuerdo y me niego a pensar que toda propuesta que venga de la empresa deba ser sospechosa”.

También el nuncio Bernardito Auza tomó la palabra para, en nombre del Papa Francisco , “agradecer en su nombre esta iniciativa a la Archidiócesis de Santiago y a los empresarios”.

A continuación comenzó la sesión académica de este II Encuentro de Empresarios, con una ponencia a cargo de Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, y que la víspera habían presidido la Misa del Peregrino en la catedral compostelana, que sirvió de antesala para este evento que parece tener clara vocación de continuidad en el tiempo.