Las hermanas del chocolate: Una tradición en la abadía de Castagniers
Descubre cómo las hermanas cistercienses de la Abadía de Castagniers han mantenido viva la esencia de la regla de San Benito, combinando oración y trabajo con la dulce labor de la fabricación de chocolate
Descubre cómo las hermanas cistercienses de la Abadía de Castagniers han mantenido viva la esencia de la regla de San Benito, combinando oración y trabajo con la dulce labor de la fabricación de chocolate
Situada en los Alpes Marítimos, al norte de la ciudad de Niza en Francia, se encuentra la abadía cisterciense de Nuestra Señora de la Paz de Castagniers, donde residen 14 hermanas conocidas localmente como las «hermanas del chocolate».
Este nombre lo recibieron por parte de la población puesto que, durante más de 70 años, han estado a cargo de una manufactura de chocolate de pequeño tamaño, pero que nunca ha dejado de trabajar a lo largo del tiempo.
A continuación te contamos la fascinante historia de la Abadía de Castagniers y sus exquisitos productos derivados del cacao.
Hace 160 años, la historia de la Abadía de Castagniers se inicia en el centro de la Provenza, cuando Marie-Bernard Barnouin anhelaba la vida monástica, pero encontraba las reglas de los monjes Trapenses y los Cartujos demasiado rigurosas.
Fue así como ella optó por establecer un pequeño grupo de mujeres en la Abadía de Sénanque y adoptó la regla de vida San Benito, de los «monjes agricultores». En un año se produjo una gran explosión de vocaciones. Tras unirse un gran grupo de mujeres con un amor y una intención en común, nació el deseo en Barnouin de fundar una nueva comunidad religiosa que mantuviera el mismo estilo de vida.
Presentó la solicitud, y los hermanos se la aprobaron exactamente durante la Navidad del 1864, siendo para ella el mayor regalo. Entonces, las hermanas se organizaron rápidamente y se ubicaron en una antigua abadía benedictina de Notre Dame de Salagon, Francia. Dieron inicio oficialmente a su vida monástica en 1865.
En Salagon, las vocaciones continuaron floreciendo, y el monasterio nunca cesó de recibir nuevas hermanas. Gracias a la asistencia de los cistercienses, pudieron manejar la situación. Con la ayuda de los hermanos de Sénanque lograron restaurar las ruinas de un antiguo convento en Reillanne, cercano a Aix-en-Provence, donde algunas de las hermanas encontraron un hogar. Tres años más tarde, toda la comunidad se unió en un nuevo y más grande convento llamado «Notre-Dame des Prés».
Sin embargo, no todo fue tan fácil. Las hermanas se enfrentaron a la adversidad cuando las leyes anticlericales de 1901 amenazaron su existencia en Francia. Ante esta situación, algunas se refugiaron en el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles en Italia, preparándose para una posible reunión junto al resto de la comunidad.
Afortunadamente, no fue necesario, ya que nunca fueron expulsadas de su hogar en Notre-Dame des Prés. En 1930, encontraron un nuevo hogar en la Abadía de Castagniers, una propiedad del siglo XVI con olivares y viñedos, ubicada a unos 12 kilómetros de Niza. Hoy en día, más de 90 años después, continúan residiendo allí las hermanas de Castagniers.
Hoy en día, las 14 monjas cistercienses de la Abadía de Nuestra Señora de la Paz en Castagniers siguen la regla de San Benito, dedicándose a la oración y al trabajo. Desde 1950, han mantenido un negocio artesanal único en el monasterio: la fabricación de chocolate, que ha sido su principal fuente de sustento durante más de 70 años.
Esta especialidad les ha valido el apodo de «las hermanas del chocolate». Para probar sus deliciosos productos puedes visitar la abadía personalmente o comprar en línea a través de Divine Box.-
(ChurchPop/InfoCatólica)