Opinión

Un trasatlántico de libertad, democracia y esperanza navega por Venezuela

Egildo Luján:
La historia política venezolana está plagada de episodios sumamente complejos, incluyendo  períodos de guerras, de  dictaduras, de revoluciones y de caudillismos, hasta llegar al 17 de diciembre de 1935, fecha cuando el General Eleazar López Contreras asume la Presidencia de la República,  dándole inicio a la transformación del país, y convirtiéndole en una República democrática.
Cuando concluye dicho período gubernamental,  quien asume la Presidencia es el General Isaías Medina Angarita (1941-1945), quien permitió una amplia apertura democrática, dándole cabida en el hecho de los cambios a la participación y a la  confrontación de distintas ideologías, con plena libertad de expresión.
Lamentablemente, el 18 de octubre de 1945 dicho gobernante  fue derrocado por un golpe cívico-militar, dándole inicio a la que pasaría a ser una accidentada historia, hasta llegar al período dictatorial de Marcos Pérez Jiménez  entre 1952-1958. Y al momento, cuando  se reinicia un período de 40 años (1958-1998), con gobiernos democráticos y sucesivas elecciones e iniciándose un lapso de amplio desarrollo y progreso exitoso e integral del país. Es a partir de entonces cuando, de esa manera, e inequívocamente,  se logra afianzar el concepto y el sentimiento democrático en la conciencia de la población venezolana.
Es en el año 1998) cuando hubo elecciones y gana la Presidencia de la República el Coronel(r) Hugo Chávez Frías, permaneciendo en ella durante los periodos integrados entre los años 1998-2013, asistido por la ventaja de una sucesiva reelección. Pero en  2013, fallece el Presidente Chávez, y asume la jefatura del país  Nicolás Maduro Moros, quien todavía permanece en el cargo en los sucesivos y controversiales periodos, hasta el día de hoy (12/5/2024) .
En esos años (1998-2024), Venezuela pasó a ser uno de los países más ricos y un ejemplo democrático para América Latina, pero, posteriormente, a convertirse en el país más pobre del Continente. Es decir, a ser un desafortunado reflejo de una  situación que ha ocasionado gravísimas consecuencias para la población venezolana, como la de un conjunto de  países vecinos, que han pasado a convertirse en receptores de una diáspora desesperada, cuyo volumen rebasa  a más de 8 millones de venezolanos esparcidos por el mundo entero.
El año actual de 2024 incluye la alternativa de una fecha electoral, con base en los fundamentos jurídicos de la vigente  Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La población venezolana, entonces,  haciendo gala de sus raíces genéticamente afianzadas como pueblo democrático, pero, además,  obstinado por haber llegado a tal grado de deterioro en todos los sentidos, surge como el ave Fénix, en defensa de la restauración democrática y del progreso del país. Y en esta ocasión, lo hace acompañando a una mujer venezolana, la Ingeniera María Corina Machado, como líder incuestionable de la oposición.
La honorable y  apreciada  dirigente política hoy se proyecta como una generadora de esperanzas, luego de convertirse en la ganadora de unas elecciones primarias, en la que participaron progresivamente casi 2 millones y medio de personas, y obteniendo  más del 93% de los votos a su favor.  Dicha dirigente en referencia  se ha lanzado en una cruzada democrática por todo el país, no dejando duda alguna de su enorme arrastre de popularidad, pero, además, recibiendo hechos de respaldo y de solidaridad de tal magnitud que, al día de hoy, plantea históricamente un suceso que no puede dejarse de citarse.
Tal cita no es otra que el hecho de que  pareciera imposible que el Candidato opositor Dr. Edmundo González Urrutia, a quien apoya la dirigente Machado, no resultará vencedor. Pero eso no será así.  Sin duda alguna, él será el triunfador, de acuerdo a la tendencia de respaldos que se proyecta actualmente dentro y fuera del país.
Desde luego, para un desconocedor de las particularidades del hecho  comicial en el país, es menester entender  un acontecimiento que sellará la historia política criolla. Y es que no se trata de la participación de dos candidatos optando por la misma alternativa comicial, sino de que, habiendo sido la Señora Machado impedida e inhabilitada injustificada y fraudulentamente, emergieron dos nombres nacionales en procura de la misma voluntad electoral ciudadana. Sólo eso.
Lo que sí es cierto es que el régimen actual, junto al Presidente como candidato, luce como imposible ganador en las próximas elecciones venezolanas. Y todo obedece a que la llamada representación gubernamental,  ha perdido el respaldo colectivo de la popularidad nacional e internacional. Algunos de los principales dirigentes y ejecutivos del gobierno, inclusive,  están sometidos a juicios por crímenes de «Lesa Humanidad» en la Corte Penal Internacional; otros son cuestionados por las Naciones Unidas, Comunidad Europea y la OEA, entre otros. Todos, al final, aparecen configurando una situación en extremo complicada en lo personal para los integrantes del régimen.
Al final, lo que se sugiere como lo más inteligente y conveniente, tanto para el régimen como para todos los venezolanos, es llegar a acuerdos.  Entre otros, a la liberación de todos los presos políticos como señal de buena voluntad, para lograr una transición pacífica y consensuada. Firmando, en común, el acuerdo de un pacto público y de un llamado a la paz, para realizar una elección debidamente supervisada, limpia y en armonía.
¿Propósito?:  respetando el resultado de la misma y, de ser ganadora la oposición, como todo indica, hacer entrega del Gobierno en forma amistosa, y con la mayor colaboración que el caso requiera, y  con honor y sentido patriótico. Es decir, aportar lo que sea necesario en el orden político, para que  se permita que reine la paz y el orden, en beneficio de todos los venezolanos.-

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