Alarma educativa en Venezuela: 3 de cada 10 estudiantes no saben leer ni escribir
Un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno reveló datos alarmantes sobre la situación de la educación en Venezuela: 2,8% de niños, niñas y adolescentes en el país son analfabetos.
Esto significa que 3 de cada 10 estudiantes no saben leer, escribir ni realizar operaciones matemáticas básicas, lo que pone de manifiesto la profunda crisis que atraviesa el sistema educativo venezolano.
Las graves consecuencias del sistema educativo deficiente
Las repercusiones de esta crisis son palpables en las aulas. Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros de Distrito Capital (Sinvema DC), denunció que los estudiantes de educación básica son víctimas de un sistema educativo deficiente que los promueve de grado sin estar preparados, incluso llegando a la educación superior.
Esta realidad se ve agravada por la deserción escolar, la cual alcanza niveles preocupantes. Ofelia Rivero, representante de la Unidad Democrática del Sector Educativo, alertó sobre la falta de políticas públicas efectivas para abordar los problemas estructurales del sector, lo que ha provocado que al menos 2.800.000 niños en edad escolar queden fuera del sistema educativo, según datos de la Alianza por la Educación.
Un llamado a la acción para salvar la educación en Venezuela
Camelia Guerrero, secretaria general del Sindicato Unitario de Magisterio del estado Bolívar (Suma Heres), confirmó la alta deserción escolar tanto de alumnos como de docentes en la entidad. A su vez, el profesor Oscar Iván Rose, de la ONG Con La Escuela, instó a las autoridades a tomar medidas urgentes para el nuevo período académico, incluyendo la recepción de los estudiantes con planes concretos, docentes en las aulas y escuelas en óptimas condiciones.
Rose también destacó la necesidad de abordar el déficit de docentes, que alcanza el 25% en áreas críticas como Física, Química y Matemática. Además, enfatizó en la importancia de resolver la situación económica de los maestros y eliminar el horario mosaico, producto de las dificultades que enfrentan para costear el transporte.-
-El Impulso