Di Noto: lo de la ONU con la pederastia es una batalla ideológica donde «se está perdiendo la razón»
Desde 1989, don Fortunato es una referencia mundial contra este crimen organizado
El sacerdote Fortunato di Noto, siciliano nacido en 1963 y ordenado en 1991, párroco en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en su Avola natal, es uno de los pioneros en la lucha de la sociedad civil contra la pederastia y todos los delitos que la rodean.
En 1989 fundó en Siracusa la asociación Meter, que enseguida comprendió el impacto que tendrían las nuevas tecnologías en la difusión de esta forma de criminalidad. Primero fue el acceso masivo a los ordenadores, luego internet y, finalmente, las redes sociales. Todo ello ha disparado la pornografía infantil, que ya es en sí misma una violencia sobre los menores, y abre la puerta a la violencia, aún mayor, de las relaciones pedófilas, que no duda en calificar de “holocausto”.
La ONU, caballo de Troya… del caballo de Troya
La labor de don Fortunato es muy conocida dentro y fuera de Italia, pues se ha convertido en un referente mundial, tanto en la investigación y denuncia de los delitos como en el apoyo a las víctimas. Por eso La Nuova Bussola Quotidiana ha acudido a conocer su opinión sobre el Proyecto de Convención de las Naciones Unidas contra la Ciberdelincuencia, cuyo artículo 14.4.b abre subrepticiamente la puerta a la legitimación del consumo privado de material pornográfico infantil y, aún peor, al concepto de “consentimiento” del menor, el gran caballo de Troya que los lobbies pedófilos sueñan introducir para acabar legalizando la pederastia.
[No dejes que la ONU normalice el sexo con menores: firma la campaña de Peticiones Católicas]
“Con frecuencia”, responde el sacerdote a preguntas de Ermes Dovico, “los que desde la mesa de un despacho deberían garantizar, siempre y en cualquier circunstancia, los derechos inviolables de los menores, desconocen en la práctica el problema del abuso de menores y de la pornografía infantil, que ha alcanzado incluso niveles de criminalidad organizada”. Un problema que debería afrontarse “a la luz de elementos reales como los que recoge cada año el informe de Meter con datos documentados… que van desde recién nacidos a preadolescentes”.
“Hay que hablar con las víctimas”, señala, porque solo escuchándolas “se comprende la gravedad del problema” y se entiende la barbaridad que supone hablar de “consentimiento” de un niño en una relación sexual con un adulto.
El sinsentido del «consentimiento» infantil a una relación sexual
“La edad del consentimiento es el corazón de las reivindicaciones del lobby pedófilo”, apunta: “Basta acudir a cualquiera de sus portales más importantes, visibles y accesibles” para ver que “hacen de todo para lograr que se acepte la idea de que los menores pueden expresar un consentimiento totalmente consciente -incluso a los ocho, diez o doce años de edad- a una relación afectiva y sexual con un adulto”.
La finalidad de estos lobbies es “que todos los estados del mundo se pongan de acuerdo en una edad para el consentimiento, con la finalidad de eliminar un día ese requisito. Pero en esto deberían intervenir el sentido común, la psicología, la pedagogía, una recta visión del hombre… No creo que los estados que se preocupan por la tutela de los menores puedan aceptar esta idea”.
‘Sound of freedom’, de Alejandro Monteverde (con Jim Caviezel, Eduardo Verástegui y Mira Sorvino), denuncia el tráfico mundial de niños para esclavitud sexual. La campaña en contra que sufrió la película por parte de los medios sistémicos da idea del poder de los grupos de interés pedófilos, que a través de la ONU quieren condicionar la política de los estados.
El texto del borrador de Convención sugiere políticas laxas respecto a la posesión de material pedófilo para uso privado. Di Noto recuerda que para los pederastas es como una droga: “Uno tiene una perversión y para satisfacerla se toma su dosis diaria, que conserva en su ordenador o en su teléfono móvil. Así se olvida que detrás de esas fotos también hay víctimas, niños que ya han sido golpeados psicológicamente, si es que no también físicamente. No es posible todo esto, se está perdiendo la razón”.
Cancelando el ABC del ser humano
En la promoción de las “perversiones” de las que habla el sacerdote, las naciones occidentales van siempre a la cabeza, y de hecho votaron casi unánimemente a favor del texto. “Es la inversión total en las relaciones, a nivel antropológico, físico, sentimental… Está en juego el ABC del ser humano”, lamenta: “Un niño debe ser amado, protegido, cuidado, acompañado, apoyado, educado: éstos son los principios fundamentales de la humanidad que ahora se quiere cancelar”.
‘Don Fortunato Di Noto. Mi batalla en defensa de los niños’, de Roberto Mistretta, es un libro de 2021 que recoge treinta años de lucha contra el abuso sexual infantil.
En el Centro Meter lo saben bien, porque desde que nació han atendido a miles de víctimas. Hay que hablar con ellas antes de hacer “suposiciones” sobre el “consentimiento» ayunas de “sentido común”, porque “no puede considerarse la pornografía infantil como un juego que se reduce a alguna foto o algún vídeo”.
La ideología del mal
Di Noto cuenta su experiencia asistiendo como experto a comisiones parlamentarias donde “ni siquiera comprendían de qué les hablaba: he tenido que mostrarles imágenes porque solo quien ve lo que sucede en el mundo de la pornografía infantil puede comprender el grave drama que sufren los niños”.
“Hay como dos mundos paralelos”, concluye la entrevista de La Nuova Bussola Quotidiana: “El de los que quieren favorecer, no sé por qué, cierta ideología, y el de quienes la combaten. Es una batalla que hay que dar poniendo en primer lugar la defensa y la tutela de nuestros niños, de nuestros menores. No debemos relajarnos en su defensa en aras de una ideología cultural y política que se está difundiendo en el mundo, sobre todo en los países occidentales”.-