Trabajos especiales

Con la mirada puesta en Venezuela ¿Viaje de ida y vuelta?

"Cuidar la democracia es trabajo de todos. En Venezuela y aquí "

«Acaba de llegar. Obligado. Uno más. Muy importante por su prestigio, pero no menos en dignidad de los más de medio millón de sus compatriotas que viven en España. Nos referimos al candidato ganador en las elecciones de Venezuela»

 

«Todo ello me recuerda el recorrido inverso. Esta vez del viaje a Venezuela de un velero con 160 migrantes… canarios»

 

«Me retrotraje estos días a la fotografía de un velero con esos 160 migrantes canarios apiñados entre sí y tan expectantes ante un buen cambio de destino como lo son ahora los que surcan mil mares en busca de tierra, trabajo, techo… y dignidad»

 

«Los ‘otros’, venezolanos y de otras muchas naciones abandonados por sus gobiernos, son nuestros vecinos. Y esos ‘otros’ fuimos también ‘nosotros'»

 

Edmundo González Urrutia

Acaba de llegar. Obligado. Uno más. Muy importante por su prestigio, pero no menos en dignidad de los más de medio millón de sus compatriotas que viven en España. Nos referimos al candidato ganador en las elecciones de Venezuela del pasado mes de julio, recién llegado a Madrid. Engrosa la lista de venezolanos que residen en este país y que se han triplicado desde 2016 y han pasado de ser el 0,4% de la población total a rondar el 1,1%.

Con la gran actualidad de la preeminencia de las noticias sobre Maduro y su negativa antidemocrática a publicar el resultado de las elecciones, en este líder político también en el exilio, anida la esperanza del cambio en Venezuela con muchos de sus compatriotas. Con Corina Machado y con el mismo González sigue reinando esa esperanza en el exilio español de sus compatriotas. Lo comento a través de varios amigos y compañeros de ayer y hoy que me lo confirman.

González Urrutia: no fui coaccionado por España para el exilio

 

A causa de la situación política y socioeconómica Edmundo González se incorpora así a la larga lista de unos 7,7 millones de venezolanos que salieron del país en los últimos años, según datos de  ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Los venezolanos ya son ya en nuestro país según los datos del censo, la cuarta comunidad extranjera, superando el medio millón. Durante el segundo trimestre de este año, los venezolanos fueron la tercera nacionalidad en cuanto a entradas de ciudadanos extranjeros en territorio nacional, solo por detrás de colombianos y marroquíes, siendo Canarias uno de los sitios elegidos.

Lo sabemos y constatamos. Me lo decían y me lo recuerdan: la tensión política y la crisis económica provocan una migración masiva. Más de 240 ciudadanos venezolanos llegaron a España cada día durante el primer semestre de 2024. Es muy necesario poner de manifiesto la contribución de las personas migrantes venezolanas al mercado laboral, a la economía y a la sociedad en general. Así lo pide el Centro Europeo de la Migración Venezolana (CEMVE) al tratar sobre la realidad de los ciudadanos del país sudamericano que salieron, muchos de ellos, de manera «forzada» y viajaron a España en busca de una vida mejor, reconociendo su aportación a la sociedad y recabando apoyo para ellos. «Para algunos es diáspora, para nosotros es migración forzada. El foco está en poder incidir sobre las causas y consecuencias de esta migración».

Un velero canario

Todo ello me recuerda el recorrido inverso. Esta vez del viaje a Venezuela de un velero con 160 migrantes… canarios. Me retrotraje estos días a la fotografía de un velero con esos 160 migrantes canarios apiñados entre sí y tan expectantes ante un buen cambio de destino como lo son ahora los que surcan mil mares en busca de tierra, trabajo, techo… y dignidad. Es una fotografía convertida desde hace tiempo –también ahora– en icono y paradigma de la migración en sentido inverso: la de los españoles a Venezuela en 1949. Esa era la huella gráfica en un periódico venezolano con este titular: “Apresados en Venezuela 160 inmigrantes ilegales canarios”. Sí. ha leído usted bien: apresados. Ilegales. De Canarias.

«Es una fotografía convertida desde hace tiempo –también ahora– en icono y paradigma de la migración en sentido inverso: la de los españoles a Venezuela en 1949»

También ahora, con “el camino en la mano como paquete de dolor”, que dice Juan Gelman, por tierra, mar y aire, llegan miles de migrantes venezolanos a nuestra tierra en estos días de tanto dolor en la tierra hermana del otro lado del océano.

Repasé por estas razones un estudio de 2020 del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas dirigido por Alberto Ares y Katrien Dekocker sobre la realidad de venezolanos en España que constata que Venezuela ha vivido en los últimos años un proceso migratorio sin precedentes. Y saca estas conclusiones, entre otras, a partir de su llegada  desde 2016:

Las razones políticas fueron dentro de los entrevistados el principal motivo para emigrar. Casos de persecución política y corrupción son evidenciados en las entrevistas.

Como se recoge en diversos ámbitos de esta investigación, entre las razones sociales que motivaron la emigración, las dos principales son la inseguridad y la violencia. Se vive un largo periodo de violencia política, de opresión, de instauración del “Estado fallido” y violación de Derechos Humanos. Esta crisis se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad como el económico, la atención a la salud y la educación. Sin embargo, el aspecto político subyace a toda la debacle socio-económica y es la razón principal de la elección de migrar

Velero Canario 1949

Velero Canario 1949

Muy interesante es también que del conjunto de la investigación y con sus luces y sus sombras, se desprende que “la Iglesia católica ha colaborado de manera positiva en la integración de la comunidad venezolana. Un elemento central ha sido su capacidad de acogida”.  Y añade que “algunas claves para seguir por este camino son la coordinación, la derivación organizada entre la propia red caritativa y social de la Iglesia, como también el refuerzo de la misión común como Iglesia en salida.”

Algo de actualidad

Con algunos de ellos he compartido en años anteriores conversaciones, eucaristías y lágrimas. Hoy he vuelto a recordar testimonios emocionados: Kenya, María Fernanda, Sheila, Yolimar y Javier, por ejemplo. Libros vivientes y agradecidos – con hijos incluidos – de la migración venezolana. Sé bien y me hablan de venezolanos, que incluso juegan un gran papel en la comunidad de la Parroquia de jesuitas de La Ventilla.   “Gente muy capaz y muy comprometida”,  me dicen ahora.

O, como me recuerdan otros, el destacado papel, por ejemplo, del sacerdote venezolano Jesús Andrés Pérez  que llevaba doce años en Madrid, y ahora trabaja en Colmenar. Buen conocedor de la teología del Papa Francisco y colaborador del Instituto Superior de Pastoral además de participar en varias tareas pastorales en la diócesis madrileña, que construye Iglesia y sociedad con la feligresía. Y con varios voluntarios españoles y venezolanos y en colaboración con Pueblos Unidos, ayudan y asesoran legalmente  a muchos inmigrantes venezolanos de cara a la  regularizar su situación. Y desde donde constatan cómo la migración venezolana “se está convirtiendo en la mayoritaria en Madrid”.  Y que no solo están por el barrio de Salamanca, sino que se extienden por barrios humildes de Ciudad Lineal, Carabanchel o Vallecas. Un reto que él ve como una gran oportunidad, también a nivel de fe.

Ni todos ricos ni del barrio Salamanca: la mayoría de venezolanos contradice ese estereotipo. Según Katrien Dekocker, colaboradora de Cáritas Madrid y coautora del informe citado de la Universidad de Comillas, la población venezolana es el colectivo que más ha crecido en la demanda de ayuda a Cáritas Madrid.

«Los ‘otros’, venezolanos y de otras muchas naciones abandonados por sus gobiernos, son nuestros vecinos. Y esos ‘otros’ fuimos también ‘nosotros'»

Estas letras son mi humilde homenaje para ellos y sus compatriotas en estos tiempos tan difíciles de su “éxodo” provocado. Como el de otros. Son también nuestros vecinos. Ahora, a diferencia de nuestros compatriotas (solo entre 1948 y 1950 salieron unos 65 barcos de Canarias rumbo a Latinoamérica), son muchos los que emigran. De muchas nacionalidades y, en muchos casos, llegan a nuestras fronteras en cayucos parecidos a los veleros de entonces que llevaron a muchos canarios a América Latina y, en concreto, a Venezuela.

Los “otros”, venezolanos y de otras muchas naciones abandonados por sus gobiernos, son nuestros vecinos. Y esos “otros” fuimos también “nosotros”. “Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas” (Mt, 7,12).

Un poeta antes exiliado

Estoy en Alcalá de Henares. Hace poco- en mayo de este año- dejé escrito en este mismo Portal el recuerdo del Quijote y Sancho que hacía Luis Mateo Díez en el discurso de recepción del Premio Cervantes aquí mismo. Pues bien, precisamente un año antes el gran poeta venezolano Rafael Cadenas –que también supo del exilio forzoso fuera de su tierra- en el marco de su incomparable Universidad y en la misma ocasión pero un año antes pidió, en su discurso de entrega del Premio Miguel de Cervantes, la revisión de la cultura y a la vez abogó por la defensa de la libertad que tanto elogiaba D. Quijote. Así reivindicó la figura de Sancho y pidió “defender la cultura, la democracia y la libertad porque es urgente defender la democracia de todo lo que le acecha. Y para eso se requiere recrearla”. Lo dice un poeta venezolano que, como digo, también padeció el exilio. Y a quien el gobierno de Nicolás Maduro se abstuvo de felicitarle cuando Cadenas obtuvo el premio Cervantes.

En su discurso solemne en Alcalá hacía mención a su relación con Canarias a través de su esposa Milena cuyo abuelo, por cierto, era de las Islas y que salieron de ella, como citaba antes. “Como le ocurre a muchos venezolanos que descienden de españoles, merced a la migración que los trajo a la América Latina. Hoy – dijo Cadenas- la desventura es inversa, aunque no a causa de guerra alguna”

«La democracia, dijo Cadenas, es una ‘tarea que le incumbe a la educación, que la ha descuidado… Ha de interiorizarse, volverse transparente, dar primacía a lo social aboliendo la pobreza, apoyar la cultura. Esto no es ningún sueño, sino un trabajo de todos, hacedero solo con plena libertad'»

He empezado estas letras con un significado político venezolano exiliado que debate su papel en medio de no pocas vicisitudes actuales en España. Seguí con una constatación de la doliente migración venezolana. Y he terminado con uno de sus grandes poetas. El que dijo solemnemente en Alcalá que la tarea de la recreación de la democracia es una “tarea que le incumbe a la educación, que la ha descuidado. Se necesita en los países donde existe, una pedagogía que la robustezca; en los otros, que no la han conocido, es vano tratar de introducirla. Los demócratas deben pedir a voces su renovación. Ha de interiorizarse, volverse transparente, dar primacía a lo social aboliendo la pobreza, apoyar la cultura. Esto no es ningún sueño, sino un trabajo de todos, hacedero solo con plena libertad”.

Efectivamente esto no es un sueño solo quijotesco. Sino un sueño universal como universal es el Quijote cervantino.

Y un trabajo de todos, en viajes cuya vida es como en un libro que se lee en el anverso y en el reverso. En viajes de ida y vuelta. Emigrantes, exiliados o no.

Es Trabajo de todos.

En Venezuela y aquí .-

 

 José Luis Pinilla, sj

Rafael Cadenas – La Poeteca

Poeta venezolano Rafael Cadenas

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