Iglesia de América Latina: Comprometida con el cuidado de la Casa Común
El encuentro de obispos permitió abordar los principales desafíos que enfrenta la Iglesia en torno a la creciente problemática del cambio climático y la necesidad de convivir en armonía con la naturaleza
La Iglesia latinoamericana reafirmó su compromiso con las víctimas de la minería y la economía extractivista durante el Encuentro Fraterno de Obispos de América Latina que se desarrolló entre el 7 y 10 de octubre en la ciudad de Panamá.
A lo largo del encuentro, los obispos provenientes de Colombia, Argentina, Perú, Ecuador, Centroamérica y Brasil, discutieron sobre los desafíos de la minería y el cuidado de la Casa Común, al tiempo en que intercambiaron sus experiencias frente al impacto del extractivismo en sus diócesis.
A este respecto, el padre Darío Bossi, misionero camboniano y coordinador de la Red de Iglesias y Minería, expuso que “la minería es una de las amenazas más fuertes al equilibrio ambiental y climático, y la Iglesia siempre ha tomado la posición de las comunidades más amenazadas”, a la vez en que enfatizó que el encuentro tiene como finalidad “apoyar a los obispos comprometidos con la defensa de los territorios y promover un espacio de intercambio donde puedan discernir la misión de la Iglesia en este momento crucial”.
En este sentido, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, hizo énfasis en el deber de la Iglesia como acompañante de los pueblos afligidos que buscan defender sus derechos, «la Iglesia debe estar siempre del lado de los más vulnerables, acompañando a los pueblos en sus justos derechos de defender su vida y su entorno natural. Es nuestra responsabilidad caminar junto a ellos en la lucha por preservar la vida y el medio ambiente, pilares esenciales para un futuro más justo y sostenible».
Testimonios de defensa
Durante su intervención, monseñor Noel Londoño, obispo de Jericó, Antioquia, Colombia, compartió su experiencia ante las afectaciones causadas por la minería en su diócesis, tras 11 años en la región.
El obispo situó la empresa AngloGold Ashanti como una de las causas de las tensiones sociales y de las afectaciones climáticas en el territorio, la cual lleva 20 años en la región y aún no formaliza la ejecución de la actividad minera; bajo este contexto, Londoño aseguró que el desafío no sólo radico en enfrentarse a las empresas mineras, sino que va más allá, dado que se debería cambiar el código minero colombiano, el cual favorece la explotación de los recursos naturales en el país andino.
Por su parte, monseñor Henry Ruíz, obispo de la diócesis de Trujillo en Honduras, comentó que la defensa del medio ambiente es inalienable de la defensa de la vida, por ende, “defender las montañas, los ríos y las fuentes de agua es defender la vida de los pueblos. Compartir esta lucha con mis hermanos obispos me llena de fortaleza, sabiendo que no estamos solos, sino que como Iglesia estamos unidos por esta causa”.
Así mismo, reiteró el compromiso de la Iglesia Hondureña con la loable causa al asegurar que «la Iglesia en Honduras seguirá comprometida con la defensa de la vida y la dignidad de las personas. No dejaremos que la muerte de nuestros hermanos caiga en el olvido, sino que nos unimos en su lucha, por un futuro donde el agua y la vida sean respetadas”.
Monseñor Ruíz hizo eco, también, del llamado de justicia ante el asesinato del defensor del medio ambiente Juan López, quien fue emboscado el 14 de septiembre frente a su familia tras salir de la celebración eucarística, “cuando nos avisaron de su asesinato, sentimos como si nos hubieran matado a un ser querido, a un hermano de sangre. Juan Antonio no solo era un defensor del ambiente, sino también un hombre profundamente comprometido con la vida de la Iglesia”, aseguró el obispo.
«Exigimos que se resarzan los daños causados al Parque Nacional y a las personas que han sufrido la violencia de este sistema. No podemos permitir que sigan asesinando a los defensores de la vida y de la tierra», declaró finalmente el obispo hondureño, quien recordó que las comunidades de su país continúan en la lucha por la justicia.-
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano/Vatican News