Sobre la negación
Gloria Cuenca:
No es un secreto. Pertenezco, con orgullo a la Galaxia de Gutenberg. Nada para mí, comparable a un buen libro. Amo el cine, la televisión y todos los adelantos tecnológicos que llegan a nuestras manos. También las maravillas del mundo de la imaginación y de la poesía, por todas las vías digitales. Sin embargo, amo los libros. No lo negaré. Uso, por supuesto al Dr. Google, ¿cómo no hacerlo? Un desperdicio, cuando se está de apuro, no recurrir a él. El caso es, amables seguidores y contradictorios lectores, que he sido bastante reconvenida, por no decir, regañada, por mi afán por conseguir la verdad. ¿Tal vez deformación profesional?” El periodista tiene la verdad como norma irrenunciable.” Señala un artículo de nuestro bello Código de Ética Profesional, que orgullosamente enseñé por casi 40 años. No puedo quitarme de la mente el tema de la verdad. O, tal vez, lo que se percibe como verdad. El hecho es que, por esta circunstancia, no dejo de lado a los diccionarios. Son la comprobación, en blanco y negro. Mi religión, la Católica dice: “La única verdad, es la verdad rebelada por Nuestro Señor Jesús Cristo.” Sin embargo, obsesiva por el tema- periodista ,al fin y al cabo- quiero saber, qué ocurrió, usando las famosas preguntas de Fabio Quintiliano: “¿Qué, cuando, cómo, dónde, por qué y quien”. Recurro, por eso, a menudo, al “mata burros”, nombre entre jocoso e irónico que se daba a los diccionarios. Herramienta fundamental para la vida de quien escribe cotidianamente, además con muchos años. A veces, me entra la duda: ¿será con s o con c, tal palabra? Tengo siempre a mano ese útil instrumento, guía constante. La cuestión es qué, buscaba una palabra; de repente, tropiezo con esquízofrenia. En el Diccionario Clave, página 759, editado en 1997, con Prólogo del gran Gabriel García Márquez. Dice textualmente: “enfermedad mental que se caracteriza por una pérdida del contacto con la realidad y por alteraciones de la personalidad,” ¡Ah! Pensé. ¿Le consultaré a un psiquiatra o, a un psicólogo? ¿Tal vez estoy frente a un grupo de esquizofrénicos? La pérdida del contacto con la realidad, es uno de los síntomas o signos de la susodicha patología. Hay gente que monta en cólera cada vez que se dice, lo que una, desde su precaria visión, percibe, observa o mira: pierden el contacto con la realidad. Al decirle lo que se percibe, o caen en cuenta de su desastre, (sano, pero no común) o, se enfurecen porque alguien desde afuera dice, lo que se niega: la realidad. Reseñada en otras oportunidades.: la negación. He narrado, experiencias de mi madre, (QEPD) en el ejercicio del derecho. Me contó: “Hay personas no aceptan, que: el amor se acabó”. Parecieran, en este sentido, más proclives a negar la realidad, los varones. Al dejar de ser queridos, no lo aceptan. Nosotras, sufrimos, y seguimos adelante. No admiten tampoco, la pérdida de la fama, la popularidad, el éxito, y la confianza. Algunos líderes rechazados, no toleran la situación. ¿Es el fracaso absoluto y doloroso, de regímenes políticos, aferrados a teorías obsoletas y periclitadas? La verdad, abruma. Sí se desconoce la verdad, es porque se acepta la mentira. ¿Esto ocurre de mala Fe? ¿O, no perciben la realidad? Si es así, ¡Dios! Estamos en presencia de un importante núcleo de esquizofrénicos.
Narro un suceso ocurrido en una conferencia de la Sociedad Interamericana de Prensa, (SIP) en Miami. Tomó la palabra un ex prisionero cubano. (20 años preso; por razones políticas.) Contó su experiencia. Todos conmovidos. Terminó su discurso señalando: “En Cuba, la mayoría de la población está esquizofrénica”. ¿Por qué? Contestó: “Los cubanos niegan la realidad”. “Creen las mentiras de la propaganda gubernamental. No importa que no haya comida, por el mal sistema; están convencidos, es desde aquí, (USA) que les quitan la comida”. Fue patético. Recordamos la juventud y las mentiras creídas por largo tiempo. ¡Al fin abrimos los ojos! Son ellos, quienes hicieron de la mentira, política de estado. Les importa un bledo decirlas en función de su logro revolucionario.
En Venezuela, no pudieron captar completamente, a la gente. Un pueblo que vivió en democracia no puede ser sojuzgado de la misma manera como hicieron los soviéticos, (rusos) chinos y cubanos. Nótese, fueron países que pasaron de una dictadura a otra, sin vivir democracia de ningún tipo. Los medios de difusión, principal soporte, hasta ser descubiertos por los pueblos. Funcionaba la propaganda. Se cayeron las máscaras. En Rusia, cuando ocurrió el accidente de Chernóbil en 1986. La ocurrencia de Gorbachov, sus políticas: “Perestroika” y “glasnost”, (reestructuración y transparencia) dieron el golpe final. No se imaginó, fue el fin. En China, la muerte de Mao, propició la instauración del capitalismo en la economía. Se volvieron una gran potencia. Todo cambió. Mientras Cuba, cuando iba camino a la transformación, apareció el “innombrable”, a ayudarlos para seguir con la pantomima de la revolución. Llevan más de 60 años oyendo toda clase de mentiras. ¡Gracias a Dios Misericordioso! La mentira fue desplazada aquí, a partir de la aparición del liderazgo coherente, correcto, consciente, justo, veraz, democrático de MCM y el estupendo presidente Electo, Dr. Edmundo González Urrutia. (Ahora lucha desde el exilio). La situación del régimen fuera de control. ¡Fascistas! Exclaman; ¿una proyección? ¡Rayan con una X las casas de los opositores! Lo hacían los nazis. Ponen presos a jóvenes y hasta niños. Enloquecidos con la pérdida del poder. ¡Ojalá Dios se apiade de nosotros, vuelva la sensatez perdida! El aterrizaje en la realidad será duro y forzoso: ¡Dios nos ayude!.-