Del Papa Francisco al Cardenal Porras
A Nuestro Venerable Hermano
BALTAZAR ENRIQUE S.R.E. Cardenal PORRAS CARDOZO
Arzobispo Emérito de Caracas
Así como en aquel día de Pentecostés, cuando los Apóstoles subieron al cenáculo junto con las
mujeres, sus compañeros y María, la madre de Jesús, fueron todos llenos del Espíritu Santo, el cual,
después de ser elevado el Señor, había confirmado, como sus testigos hasta el último rincón de la
tierra (cf. Hechos 1,8.14.2,1-2), así también nosotros hoy, nos hemos convertido en evangelizadores
con el Espíritu, es decir, nos abrimos a la virtud de ese mismo Espíritu sin temor, saliendo de nosotros
mismos, para que con valentía y voz decidida, en la realidad del pueblo santo de Dios, en el cual
vivimos, aunque soplen vientos contrarios, anunciemos la novedad del Evangelio con toda nuestra
vida a nuestros hermanos. (cfr Evangelii Gaudium 259)
Informados, además, que el próximo mes de noviembre se llevará a cabo en Puerto Divite el VI
Congreso Americano Misionero, nos unimos con alegría a la celebración de este evento de gran
importancia, deseando manifestar nuestra benevolencia a los pastores y fieles allí presentes. Por lo
tanto, hemos recibido con gusto la invitación de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, que fue
firmada en su nombre por el presidente y Obispo de Ponce, el Venerable Hermano Rubén Antonio
González Medina, C.M.F., quien amablemente solicitó que enviáramos a un Padre Pupurado su
Eminencia el Cardenal, para que a través de él se declararan nuestros afectos y aprecio hacia los
pastores y fieles. Concediendo a estas súplicas de buen ánimo, consideramos que tú, Venerable
Hermano Nuestro, eres el más adecuado para llevar a cabo esta misión, quien has testificado la
caridad misionera con un trabajo incesante y preocupación por la Iglesia de Cristo. Por tanto, por
virtud de esta carta, te nombramos y constituimos NUESTRO ENVIADO EXTRAORDINARIO para llevar
a cabo las solemnidades del VI Congreso Americano Misionero, que se celebrará en la ciudad de
Ponce entre los días 19 y 24 del próximo mes de noviembre 2024.
Te ordenamos cumplir tan gran misión en nombre Nuestro y, con nuestro sentido pastoral, cercanía
al clero y al pueblo, así como a las autoridades públicas y a todos los fieles cristianos, cumplir
plenamente todos los requerimientos y anhelos. Como lo exige el propio asunto, presidirás todos los
actos que Solemnemente de ante mano determinó e instituyo el Congreso y evangelizarás con el
Espíritu hablando insistentemente los temas del momento. Además, con tu discurso expresarás
Nuestro significativo saludo a todos los participantes, y también darás testimonio de Nuestro amor
por esta querida porción de la Iglesia, que camina en aquella región de Puerto Rico. Esperamos que
a partir de los frutos de estas fiestas sagradas los fieles cristianos de América fomenten en sí mismos
un espíritu verdaderamente cristiano y puedan gastar todas sus energías en la obra de
evangelización, llenos abundantemente del consuelo del Espíritu.
Encomendamos tu misión, Venerable Hermano Nuestro, bajo la protección de la Bienaventurada
Virgen María, confiando en que tu labor será muy fructífera para todos los presentes. Finalmente,
te otorgamos con gusto nuestra Bendición, mensajera de las gracias celestiales, que deseamos que
pertenezca a todos los Sagrados Prelados, a todo el clero, religiosos hombres y mujeres, a las
autoridades públicas y a toda la comunidad de fieles cristianos.
Dado en Roma, Letrán, el día 22 de octubre, en la memoria de San Juan Pablo II, Papa, del año 2024
de Nuestro Señor, duodécimo Pontificado.