El pedido del Papa Francisco a los canonistas: “Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia”
Esta mañana, en su audiencia con los participantes del curso de formación organizado por el Tribunal de la Rota Romana, el Papa Francisco hizo un llamado a los canonistas y profesionales del derecho eclesiástico a unificar los valores de la justicia y la caridad.
“El núcleo del mensaje que quiero dejarles hoy es este: están llamados a amar la justicia, la caridad y la verdad, y a esforzarse cada día por implementarlas en su trabajo como canonistas y en todas las tareas que desempeñan al servicio de los fieles”, afirmó el Santo Padre a los presentes en el Palacio Apostólico del Vaticano.
“Se trata de amar las tres al mismo tiempo, porque van juntas —estas tres, ¿verdad? Justicia, caridad y verdad, van juntas— y, si se descuida una, las demás pierden su autenticidad. En efecto, nuestro modelo es Jesucristo, quien es la Verdad y es justo y misericordioso”, acotó.
“Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia”
El Papa Francisco recordó que los conceptos de caridad y justicia son inseparables en la misión de la Iglesia y deben vivirse juntos en el ejercicio pastoral y jurídico.
“Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia. La caridad sin justicia no es caridad. La justicia es una virtud cardinal de gran importancia, que lleva a dar a cada persona lo que le corresponde. Y esta virtud debe vivirse ciertamente también dentro de la Iglesia: los derechos de los fieles y los derechos de la propia Iglesia lo exigen”, recordó.
En su discurso, Francisco no sólo destacó la importancia de la justicia, sino también la necesidad de vivir “con el celo de la caridad, en busca del bien de los demás”.
“Es necesario vivir el servicio del amor, porque ‘la justicia solo se entiende a la luz del amor’. Nunca olviden que aquellos que se acercan a ustedes pidiendo que ejerzan su oficio eclesial siempre deben encontrar el rostro de nuestra Madre, la santa Iglesia, que ama a todos sus hijos con ternura”, afirmó.
El Papa también dvirtió contra el peligro de una justicia fría, “meramente distributiva”, que no contemple la misericordia: “Una justicia que no va más allá de la mera distribución de lo que corresponde, que no trasciende hacia la misericordia, es una justicia incompleta”.
Asimismo, recordó que la caridad, si bien va más allá de la justicia, nunca debe prescindir de ella. Citando a Benedicto XVI en su Caritas in veritate, el Papa señaló que “la caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar lo que es mío al otro; pero nunca carece de justicia, que nos impulsa a dar al otro lo que es suyo, lo que le corresponde por razón de su ser o de su actuar”.
En este sentido, el Papa explicó que los canonistas, como servidores de la justicia en la Iglesia, deben recordar siempre que los derechos de los fieles deben ser reconocidos y respetados, pero que ese respeto debe estar marcado por el amor y la misericordia.
En relación con la labor de los tribunales eclesiásticos, Francisco enfatizó que no sólo se trata de cumplir con las formalidades legales, sino de reconocer lo que constituye un verdadero derecho de la persona dentro de la Iglesia. “Su infinita dignidad debe ser respetada ejemplarmente en las relaciones intraeclesiales”, expresó.
En su conclusión, el Papa Francisco alentó a los canonistas a cultivar un servicio eclesial lleno de esperanza. “La Iglesia confía mucho en ustedes, como practicantes de la justicia y la caridad en la verdad”, afirmó. Citando el Salmo 27:14, instó a todos a vivir con la esperanza en el Señor: “¡Esperad en el Señor! ¡Sed fuertes, esforzaos y esperad en el Señor!”
El Papa concluyó su discurso impartiendo su bendición y pidiendo a los presentes que no olvidaran rezar por él.-