Los obispos europeos advierten del riesgo de la fragmentación del continente: «Es inquietante»
"Sólo uniéndonos podremos crear una fuerza política, tecnológica y económica que resista", señalan
«Que la Unión Europea se debilite y se fragmente cada vez más. Este es el peligro. Es inquietante porque, por desgracia, dadas las cifras y las actitudes, las condiciones para que esto suceda están dadas», señala el presidente de la Comece
«Esto no significa que las cosas tengan que empeorar o que la precariedad tenga que crecer o que necesariamente tenga que mostrar sólo sus efectos negativos. Más bien, existe la posibilidad de trabajar de tal manera que el consenso se amplíe
«Un solo país no puede competir ni con los gigantes de los grandes estados ni con las poderosas empresas multinacionales. Sólo uniéndonos podremos crear una fuerza política, tecnológica y económica capaz de resistir la comparación», afirmó el obispo
«Que la Unión Europea se debilite y se fragmente cada vez más. Este es el peligro. Es inquietante porque, por desgracia, dadas las cifras y las actitudes, las condiciones para que esto suceda están dadas. Tomamos nota de esto no para desanimarnos, sino para decir que debemos tratar de reaccionar y encontrar las condiciones para no dividirnos más, sino unirnos».
Es el temor del presidente de los obispos de la COMECE, tras las dificultades para la constitución de la nueva Comisión Europea, que echa a andar estos días an Bruselas coincidiendo con la plenaria de los obispos europeos que preside Mario Crociata. «Esto no significa que las cosas tengan que empeorar o que la precariedad tenga que crecer o que necesariamente tenga que mostrar sólo sus efectos negativos. Más bien, existe la posibilidad de trabajar de tal manera que el consenso se amplíe. Y es en esto en lo que la nueva Comisión está llamada a comprometerse», añade.
Crociata, que valora como «un hecho positivo que la Comisión [presidida por Úrsula Von der Layen] haya sido votada y ahora pueda comenzar su actividad», dibujó sin embargo en su discurso en la asamblea de otoño de la COMECE un «panorama inquietante» para la Unión Europea y, en declaraciones a la agencia italiana SIR, advirtió de las consecuencias de una Europa débil frente al creciente protagonistas de las grandes potencias internacionales.
«Un solo país no puede competir ni con los gigantes de los grandes estados ni con las poderosas empresas multinacionales. Sólo uniéndonos podremos crear una fuerza política, tecnológica y económica capaz de resistir la comparación», afirmó el obispo.
En este sentido, en nombre de los obispos europeos, instó a que las «fuerzas políticas y las opiniones públicas europeas necesitan ver el esfuerzo que hace la Unión Europea para responder a las necesidades y a las expectativas que los resultados electorales -aunque de forma contradictoria y compleja- han puesto de manifiesto. Es una tarea ardua, por lo que la esperanza es que la Comisión trabaje aún más con la confianza de que se pueden alcanzar los objetivos».-
José Lorenzo/RD