El Patriarca Yohanna X y la nueva Siria: «Los cristianos no somos huéspedes en esta tierra»
El patriarca espera que el país siga unido y reivindica un Estado Civil
Yohanna espera que Siria permanezca unida y no se fragmente, y delinea con detalle los principios que considera fundamentales para la construcción del país en el futuro, empezando por una Constitución
Dirigiéndose a sus «hermanos musulmanes», el patriarca ortodoxo de Antioquía les recuerda que comparten el «mismo destino» y una «historia común con todos sus altibajos» pero también por la convivencia entre cristianos y musulmanes
«La Siria que queremos es un Estado civil, en el que todos tengan los mismos derechos y deberes incluido el mantenimiento de leyes de estatuto personal para cada uno de sus componentes»
“Estamos aquí en Damasco, en la calle recta de Al-Marymiya, junto a la mezquita de los Omeyas, y decimos al mundo que nosotros, como cristianos, venimos de la tierra del Levante y de los cedros del Líbano… de los espacios de Homs y de la historia auténtica de Alepo, de las ruedas hidráulicas de Hama y del rugido de los manantiales de Idlib, del mar de Latakia y del Éufrates de Deir ez-Zor. No somos huéspedes en esta tierra, y no somos hijos de hoy ni de ayer. Venimos de Antioquía de los Apóstoles, de esta tierra que ha impregnado el Universo con el nombre de Jesucristo”.
Son fuertes y evocadoras las palabras elegidas por Yohanna X Yazigi, Patriarca greco-ortodoxo de Antioquía, para reivindicar el carácter autóctono de las comunidades cristianas sirias, en la nueva e incierta fase histórica que atraviesa el país. Su mensaje, difundido recientemente, representa una especie de “manifiesto” de los sentimientos y expectativas de muchos cristianos sirios sobre el futuro que espera a sus comunidades de fe en la Siria post-Assad.
Dirigiéndose a sus “hermanos musulmanes”, el Patriarca ortodoxo de Antioquía les recuerda que comparten el “mismo destino” y una “historia común con todos sus altibajos”pero también por la convivencia entre cristianos y musulmanes. Yohanna espera que Siria permanezca unida y no se fragmente, y delinea con detalle los principios que considera fundamentales para la construcción del país en el futuro: “La Siria que queremos es un Estado civil, en el que todos tengan los mismos derechos y deberes incluido el mantenimiento de leyes de estatuto personal para cada uno de sus componentes”, como se había establecido bajo el régimen de Assad.
«Un Estado civil, en el que todos tengan los mismos derechos y deberes»
Un Estado fundado en el principio de “ciudadanía”, con un tejido nacional que rechaza “la lógica de la mayoría y la minoría”. El Patriarca cita como modelo a San Juan Damasceno, el Doctor de la Iglesia que había servido como funcionario en la corte omeya.
“El primer y último factor que garantiza la consecución de todos estos objetivos”, reconoce Yohanna, “es la Constitución, y por ello el proceso de redacción de la Constitución debe ser un proceso nacional global y exhaustivo”.
Ante la atención creciente de los medios internacionales sobre la situación de los cristianos en Siria, el Patriarca insta a la gente a la prudencia, a no dar crédito “a los muchos rumores que se propagan sin ningún sentido de responsabilidad” en los medios de comunicación y en las redes sociales.-