Trabajos especiales

Economía y Política Internacional: Perspectivas

El desafío de la comprensión intelectual que encaramos como individuos que trasladamos a la construcción de una sociedad más libertaria y justa, es inmenso, en un proceso de globalización, que busca combinar un sentido de equidad y justicia social

Jesús Mazzei:

Al iniciar un año nuevo, hoy jueves, se hacen nuevos análisis, propósitos, proyecciones y perspectivas, estas se realizan con base a los hechos ocurridos que han marcado la realidad internacional, tanto en la economía como en la política internacional. Hoy en efecto más que nunca el estudio de estas realidades está entrecruzadas, mucho más interdependientes más que nunca, ahora bien, acontecimientos en las dos esferas ya sea en el caso de la economía global, regional o la venezolana, entre ellas hay una fuerte interrelación, una mayor vinculación. Y en el caso del desempeño económico y el balance de lo político internacional más aún. Algunos analistas y académicos sin proponérselo, tiene denominadores comunes en sus perspectivas y proyecciones.

En ese mismo orden de ideas, han dejado una impronta importante no sólo en el pensamiento, en su desarrollo intelectual, en la praxis, en la realidad donde les toca actuar. Hoy estamos en un proceso de reinterpretación de ideas y del cómo actuar en la realidad en la interrelación humana, por los fantásticos cambios en la sociedad postindustrial y en proceso de un nuevo tiempo de cambio tecnológico e industrial y global, que está en pleno avance de desarrollo, que tiene como proceso de desarrollo, una economía global que se debate en crisis de las cadenas de valor y suministro, una alta inflación en ciernes, una recesión que podría presentarse y una transformación de reinterpretación de la última fase la globalización de la economía, las finanzas, lo comercial y lo tecnológico, lo político, lo ambiental, que están más entrecruzadas. Estamos pues, en lo que definiría Carlota Pérez, en un intervalo de reacomodo del capitalismo a nivel mundial. Este es el desafío en estas primeras décadas del siglo XXI, rumbo a la tercera década de este siglo, para los decisores políticos en la esfera económica, sean politólogos, internacionalistas o economistas.

El desafío de la comprensión intelectual que encaramos como individuos que trasladamos a la construcción de una sociedad más libertaria y justa, es inmenso, en un proceso de globalización imparable, que busca combinar un sentido de equidad y justicia social, que está por entrar a una nueva etapa, con temas blandos y duros, que fueron afectados por la pandemia, las guerras de Rusia contra Ucrania y la Gaza y el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial. He allí lo fantástico y lo intrincado de la vinculación de la economía y la política, en los tiempos de hoy. La política consiste en decidir en condiciones en las que no hay una evidencia incontrovertible. La economía se mueve al ritmo de las reglas que diseña la política, hay un nuevo trilema político, como afirma, Dani Rodrik.

Pero qué podríamos decir inicialmente por ello, qué es el riesgo político, cuáles son sus características, es realmente útil para el análisis de los sistemas políticos, de las políticas públicas, los problemas de gobernabilidad, y entre otros issues en su estabilidad, perdurabilidad y grado de gobernabilidad. El riesgo involucra la incertidumbre e información imperfecta, muchas veces parcial e incompleta, asimétrica, ahora bien profundizando en su definición y características tiene varios componentes fundamentalmente, resulta entonces, que una gran cantidad de datos no siempre produce buena inteligencia o conocimiento de análisis de riesgo político, hay riesgo en cuanto un determinado evento no sabemos o no podemos determinar alguna, o varias, de las siguientes variables: si puede ocurrir en absoluto (incertidumbre de factibilidad), cuándo ocurrirá (incertidumbre de tiempo) el más claro ejemplo lo que pasó en Siria estás últimas semanas, dónde ocurrirá (incertidumbre de lugar), cómo ocurrirá (incertidumbre de modo), cuántas veces en una determinada unidad de tiempo ocurrirá (incertidumbre de frecuencia), cuánto daño producirá (incertidumbre de severidad), el costo de daño de infraestructura, económico y social, de la guerra tanto para Rusia y Ucrania.

Por otra parte, en el caso de la política, la actividad se relaciona con el poder, con el ejercicio del poder político, sus características, relaciones entre otros variables. Con la guerra actual, absurda e injustificable de Rusia, contra un país soberano como Ucrania, que va tener tres años, que ha demostrado coraje y dignidad, hay tres elementos a tomar en cuenta. La relación ofensiva y defensiva, el centro de gravedad y el punto culminante de la victoria, factores interrelacionados y que cobran gran actualidad del estado actual del conflicto militar es imposible saber cómo va afectar el desarrollo de la guerra. La geopolítica y geoestrategia mundial están cambiando, ahora no hay orden mundial, el actual está siendo contestado.

Estas reflexiones vienen al caso al leer artículos de algunos connotados académicos y analistas de primer nivel y no charlatanes en desuso de un marco intelectual, desfasado como por ejemplo el marxismo, para entender los cambios de hoy; son ellos académicos de primer nivel: Moses Naim, Carlos Andrés Bando, Manuel Alcantará y Carlos Romero, dos venezolanos, tres economistas y dos politólogos y el otro colombiano economista de profesión. Llegan al consenso desde diferentes abordajes, de una forma u otra, desde mi perspectiva de algunos eventos y tendencias que marcarán el devenir histórico del año que termina y los siguientes: Carlos Andrés Brando, con lo que denomina la transición demográfica que está demostrando el envejecimiento de las sociedades latinoamericanas, por otro lado, y vinculado a esto, …” El futuro de la fecundidad latinoamericana es incierto. Aunque no tanto. La caída en la fertilidad hace parte de un fenómeno mundial. Los expertos dicen que esto obedece a una causa profunda que en llave con ciertos factores de contexto determinan la velocidad a la cual los padres dejan de formar familias de gran tamaño. La causa profunda opera en el largo plazo y es la caída en la tasa de mortalidad de la población, que suele concentrarse en la mortalidad infantil. Al sobrevivir cada vez más vástagos, los padres deciden engendrar y educar menos descendencia (presuntamente con mejores condiciones de vida).

 

A esta causa se suman factores importantes como la creciente educación de la mujer y su inserción en el mercado laboral, la disponibilidad de tecnologías contraceptivas, las campañas de planificación familiar y la influencia de valores occidentales ligados a la autonomía individual y a la secularización. El punto fundamental aquí es que una vez la fecundidad cae, no vuelve a subir con respecto a su trayectoria histórica según sus propias palabras…” y finalmente, …” En términos relativos, América Latina no cerró la brecha material. En 1950 el nivel de ingreso promedio por habitante era prácticamente igual al del mundo entero (cerca de 3,700 dólares). Este equivalía a la mitad del ingreso de Europa occidental y a un cuarto del exhibido por los países más desarrollados, los territorios occidentales (Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda). Para entonces, sin embargo, la región era tres veces más rica que el Este asiático y 2,5 veces más que África Subsahariana.

En 2022, la brecha con respecto a los más ricos exhibe la misma ratio, mientras que con Europa occidental ésta pasó de dos a tres (somos más pobres, relativamente). El Este asiático nos alcanzó en 2010 y desde entonces ha creado otra brecha regional, superior a los US $7,000. El mundo ahora es más rico que América Latina.

¿Qué nos depara el futuro?
La perspectiva no es alentadora. La fuente clave para el crecimiento económico es la productividad, la eficiencia con la que combinamos recursos para producir bienes/servicios. En este frente ningún país de la región ha sido líder global ni en el sector industrial ni en el de servicios en ningún momento de la historia. Solamente hemos logrado competir (ocasionalmente dominar) en mercados internacionales asociados con commodities como café, soja, cobre, metales preciosos o petróleo.

La integración a la economía internacional a través de estos productos no ha sido la esperada: ciclos de auge-caída, alta volatilidad y dependencia de precios en las economías industrializadas, intercambio asimétrico y gran vulnerabilidad a los choques externos indican que esta estrategia desarrollista es difícil de transitar exitosamente.

La alternativa es sumar más tierra, capital físico, y trabajo a la producción. Aquí los límites parecen más finitos. La frontera agrícola se agotó y las tierras amazónicas deben ser conservadas si no queremos desestabilizar más los patrones climáticos globales. La mano de obra, como ya se anotó, empezará a contraerse desde 2040…” Panorama nada alentador, sobre todo para las edades comprendidas entre 12 y 30 años que serán los dirigentes en diferentes áreas de nuestros países en diferentes campos del pensar y el hacer político y económico en las próximas décadas.

Moíses Naim habla de tres tendencias que se complementan con el anterior análisis, a saber: la despoblación global, la criminalización del estado, y la fragilidad de China, sobre todo a los entusiastas de China, como paradigma de modelo del futuro, que no observan sus fortalezas y debilidades al seno de su economía, su sociedad y el rol del estado…” La atención se ha desplazado hacia los desequilibrios fiscales y financieros de China, las impopulares medidas que el gobierno deberá tomar para estabilizar su economía y la grave amenaza de una posible guerra comercial con Estados Unidos. La situación económica de China no es sólida. Su tasa de crecimiento del PIB ha caído significativamente, pasando de 9,5% entre 2000 y 2010 a 2,2% en 2020 y 3% en 2022, muy por debajo del objetivo oficial de alcanzar el 5,5% de crecimiento. El aumento de los aranceles de EE. UU. a los productos importados desde China asestaría un fuerte golpe a la economía del gigante asiático.

Inevitablemente, el malestar económico afecta la estabilidad política. Por más que China sea una férrea dictadura, con el poder altamente concentrado en su líder, Xi Jinping el riesgo de inestabilidad existe. El descontento interno crece: tan solo en un mes, el pasado octubre, el grupo China Dissent Monitor registró 435 protestas públicas, la cifra más alta desde que se llevan registros. Poco después, el gobierno obligó a maestros, a funcionarios públicos y a ejecutivos a depositar sus pasaportes en las oficinas de las autoridades locales. Esta es, claramente, una muestra del grado de preocupación que hay en los altos centros de poder. Nada temen más los líderes chinos que perder el control de calles y plazas y los centros urbanos.

A pesar de esta fragilidad, China mantiene fortalezas estratégicas muy importantes. Su enorme tamaño y más concretamente su mercado interno, su alta competitividad internacional, inmensa capacidad manufacturera y su control de minerales críticos para la economía digital le otorgan ventajas significativas. Los embargos impuestos por China a la exportación de estos minerales indispensables, por ejemplo, causarían estragos en la economía global…”

Carlos Romero, explica alguno de estos temas que ha reiterado en su muy leída columna de los días domingo en este diario: como el caso Chino y la competencia tecnológica y arancelaria con los Estados Unidos, la guerra de Rusia contra Ucrania, y aún su difícil solución política y militar, el conflicto del medio oriente, donde Israel ha asumido ganancias, asestando golpe fuertes al terrorismo islámico, beneficiando a los países árabes de la región, asumiendo también costos y reorientando el panorama estratégico del medio oriente y el tema ambiental que profundizará algunas brechas ya vistas en el año que recién ha culminado, son las algunas conclusiones de las lecturas de estos cuatro brillantes académicos en visiones que podremos afirmar complementarias entre sí y puede afirmarse como lo manifestó Francisco Sagasti, vivimos un cambio de época, en pleno movimiento.

Menudo futuro les tocará a las nuevas generaciones; la evolución de lo digital, la profundización de la globalización y la evolución de regímenes democráticos que algunos están recrudeciendo sus rasgos autocráticos, deviniendo en regímenes Kakistocraticos en América Latina, y por último, de acuerdo al politólogo Manuel Alcántara, son tres los factores preponderantes para evitar este desarrollo y para tener en cuenta a fin de frenar esta distorsión y llevar a cabo la idoneidad de los políticos en funciones de gobierno lo cual me referiré oportunamente, rendimiento que se dan cita en este tipo de individuos al dedicarse a la política…” En primer lugar, se encuentran las características individuales referidas a cuestiones de corte biológico, otras vinculadas con el proceso de socialización y otras con la andadura formativa. En segundo término, hay que considerar la experiencia generada en la trayectoria previa al desempeño del cargo bien fuera en el propio terreno de la política como en el adquirido en otro ámbito profesional. Por último, está el rendimiento previo de la persona en el plano de la conjunción de la ética de la responsabilidad y de la ética de la convicción, en función de la célebre distinción esgrimida por Max Weber…”, en conclusión, del buen político que desea y quiere ser un buen gobernante en el plano nacional e internacional y en estas dos esferas de la acción internacional.

En conclusión, el análisis de riesgo político es hoy muy pertinente, es realizado por servicios de estudios, consultores que tiene personal de alto nivel profesional, en cuanto a su formación académica y trayectoria, muchas veces han pasado por experiencias gubernamentales lo que les permite tener una pericia desde adentro de los fenómenos del arte de gobernar y del ejercicio del gobierno. No son infalibles, aun utilizando los más completos instrumentos y equipamientos teóricos-conceptuales y sistemas de información, pueden tener un margen al error probabilístico, porque hay elementos como la sorpresa, el azar, la incertidumbre, que actúan, contra los eventos socio-políticos, los cuales no son lineales, son impredecibles. Hay pues, una caja de pandora en los eventos de riesgo político. Identificar riesgos y oportunidades potenciales que puedan impactar la toma de decisiones es uno de los mayores retos de analizar el riesgo político en tiempos de información imperfecta, voluble, cambiante y asimétrica.

Aprovecho la oportunidad por ser este el primer artículo del año, para desearles y manifestarles, un Feliz Año, a todos los amigos lectores del diario El Universal y mis mejores augurios para el porvenir.-

jesusmazzei@gmail.com

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