Cartelera

¡Una Expo imperdible!

 

JORGE DAGER. ANTOLOGIA 1991 – 2025

 

Jorge Dager. Antológica 1991 – 2025 es el título de la nueva individual del reconocido artista venezolano, en la que encontraremos aquellos temas que más identifican su trabajo,  y en la que ha demostrado su talento y maestría a través no solo de la pintura, sino de la escultura y la joyería.

 

En esta oportunidad se exhibirán 70 Obras bajo períodos bien delimitados, como Paisajes, Bodegones, naturalezas muertas, las transparencias, los Corceles y las Divinidades. También estarán presentes sus Esculturas, donde el artista nos muestra su visión e interés por ciertos personajes o seres mitológicos de la historia del occidente antiguo, así como trabajos de Orfebrería y tallas, de alto valor simbólico.  

 

La tecnología estará también presente a través de algunas Obras que poseerán Realidad Aumentada, permitiendo así que el público asistente, pueda vivir una experiencia única y enriquecedora, al combinar el mundo real con la información digital.

 

Esta Antológica del artista, que tendrá una duración de 2 meses en Sala, contará con un  ciclo de talleres y visitas guiadas gracias al apoyo de Fundación Telefónica Movistar,  en el que niños, adolescentes, personas de la tercera edad y niños y jóvenes con diversas capacidades,  podrán disfrutar del acercamiento a las artes de manos del propio artista, el curador  de la muestra Félix Hernández y el personal especializado.

 

Jorge Dager. Antológica 1991 – 2025 marca un hito importante en la trayectoria del artista, ya que por vez primera podremos apreciar cuadros que datan de mas de 30 años de carrera,  y otros,  que se exhiben por primera vez.

 

Toda esta nuestra fue posible gracias a la colaboración de Pdvsa La Estancia,  Fundación Telefónica Movistar, Servicios y Suministros de Oriente y coleccionistas privados,  quienes apoyaron esta importante Antología,  que reúne el trabajo del Maestro Jorge Dager.

 

Bibliontecario : febrero 2010

Inauguración

Sábado 08 de Febrero / 11 am a 2: 00 pm

PDVSA La Estancia. Av. Francisco de Miranda, Avenida Santa Ana. Urbanización La Floresta. Caracas.

 

Contactos Prensa

Soraya Gabaldón                 Tlf +  58 414 124 9139 / sorayagabaldon@hotmail.com

 

Redes del artista

Jorge Dager

www.artistajorgedager / @jorgedager

 

Jorge Dager (@PintorDager) / X

Caracas, 10 de enero de 2025

PDVSA La Estancia

Proyecto expositivo: Jorge Dager

Presente.-

Textos de sala

 

Título de la muestra

 

Jorge Dager. Antológica 1991 – 2025

 

Texto de presentación (puede ser en cleear autoadhesivo según color de pared)

Jorge Dager

PDVSA La Estancia, brazo social, cultural y de revalorización patrimonial de la industria petrolera venezolana, que desde 1995 deviene en un emblemático espacio para el arte y referente institucional preocupado por la exaltación de los valores de la venezolanidad, tiene hoy la gentileza de apoyar en su sala principal dedicada a los grandes maestros de la plástica nacional, el proyecto expositivo: Jorge Dager. Antológica 1991 – 2025, exponente de las artes plásticas con más de cuarenta años de fructífera labor ininterrumpida, quien nos ofrece un recorrido basado en una minuciosa selección de piezas con aquellos temas que más identifican su labor.

En efecto, la tendencia de Jorge Dager a retomar durante su evolución estilística algunos de sus motivos predilectos, hace complejo establecer en su producción períodos bien delimitados, debido a algunas recurrencias. En cuanto a esta predilección destacan sus paisajes de 1991 y sus Bodegones, naturalezas muertas y objetos, los cuales en la presente muestra datan desde 1992 hasta 2025, constituyéndose en uno de los tópicos que más renombre e identidad ha ganado para con su labor artística.

Seguidamente, en el recorrido, el núcleo denominado: Reflejos, transparencias y reflectancias, presenta obras desde 2015 a 2024. En estos trabajos Jorge Dager sigue dando muestras de su preocupación mimética con un tema que le permite demostrar su dominio para representar la luz, sus efectos sobre los cuerpos cristalinos, así como la atmósfera y temperatura lograda a través de la luminosidad.

La afición del artista por los equinos y las faenas que estos realizan se convierte en una serie que denominamos: Corceles, la cual está representada en la exposición con piezas que datan desde 2010 hasta 2023. La selección denominada: Divinidades, constituye un capítulo excepcional en la producción de Jorge Dager, en la que sin perseguir precisamente el culto o el voto ante determinados personajes del ámbito religioso pretende, eso sí, generar un “panteón” donde inscribe esos seres mitológicos e históricos desde el punto de vista de su imaginario. De esta propuesta se exhiben piezas realizadas entre 2008 y 2023.

Durante el recorrido, se presentan en diversos espacios sus Esculturas, trabajos en los que el artista nos lega su visión e interés por ciertos personajes o seres mitológicos de la historia del occidente antiguo, así como de su predilección por los equinos, todos los cuales representa con una significativa variedad de técnicas como: vaciado en bronce, talla en mármol, talla en madera y resina policromada. Por último, se muestra una serie de objetos clasificados como: Orfebrería y tallas, de alto valor simbólico, elaboración preciosista en términos de la técnica y los detalles; destaca aquí la habilidad del artista para trabajar piezas en pequeña escala, a partir de una impronta sumamente controlada y minuciosa, piezas ejecutadas entre 1996 y 2000.

Ante este estimulante panorama, la ocasión es propicia para dar nuestro agradecimiento a todo el equipo de PDVSA La Estancia, por el empeño puesto en esta primera muestra que inaugura sus espacios en el año 2025 y al patrocinante que hizo posible esta exhibición: Telefónica Venezolana C.A. (Movistar), por su aporte a la promoción y difusión del patrimonio y la cultura nacional.

 

Félix Hernández

Curador

 

Texto interpretativo Nº 1

 

Bodegones, naturalezas muertas y objetos (va en dos páginas tabloides autoadhesivas en color, según diseño de color dominante en las obras, numeradas en romanos, una al lado de la otra)

 

Jorge Dager puede ser considerado como uno de los pintores venezolanos que desde inicios de los años noventa rescata, reactualiza y resignifica la pintura de bodegones, naturalezas muertas y objetos bajo la égida de las enseñanzas que sobre el tema nos legó el arte renacentista, barroco, manierista o la pintura mundana del siglo XVII y XVIII desarrollada en los Países Bajos. Aunque son usados como sinónimos, bodegones y naturalezas muertas presentan sutiles diferencias que los distinguen entre sí, aun cuando sus fronteras se desdibujen, ya que según los intereses de los artistas los elementos puestos en juego pueden presentar intersecciones. Ambos motivos refieren a un género pictórico cuyo objetivo es la representación naturalista o realista, si se quiere, de cosas y objetos cotidianos, orgánicos e inorgánicos, según el caso, alejados de intenciones narrativas, en donde lo que se busca es exaltar el concepto y la pintura misma, la habilidad de poner en juego valores plásticos, compositivos, cualidades formales, relaciones en profundidad, características cromáticas, tipología de los objetos, texturas, calidades táctiles, valoración de la luz, armonías entre los espacios que generan formas y la capacidad de pensar acerca del propio sentido de la pintura, con la puesta en tensión de todo el proceso de representación ilusionista.

Con una larga tradición (el Egipto antiguo, Mesopotamia, Creta, Micenas, Grecia y Roma) la cual casi desapareció en la Edad Media, la “pintura de bodegones” fue rescatada durante el Renacimiento, para posteriormente lograr un alto aprecio durante el siglo XVI. En los Países Bajos se transformó en un género muy estimado durante el siglo XVII alcanzando, también, relevancia por esta fecha en España, lugar donde recibe esta denominación. Con el siglo XIX, durante la consolidación de las Academias, estas instituciones condenaron al bodegón al rango más inferior del reconocimiento artístico y es en Francia, antes de este suceso, que se empieza a utilizar la denominación “naturaleza muerta”. Llegado el siglo XX, con la crisis de la representación mimética, bodegones y naturalezas muertas son asumidos bajo procedimientos estéticos que se dirigen hacia grados disímiles de abstracción por diversas vías que rompen con los conceptos de realismo y naturalismo. El auge del fotorealismo en los años setenta reafirmó la representación ilusionista, al tiempo que conservaba algo del mensaje de la estética Pop en la difusión verista de objetos, imágenes y productos del universo de la sociedad de consumo. En este sentido, el Hiperrealismo en la representación de frutas y otros elementos orgánicos e inorgánicos no pretendía superar a la pintura, sino a la fotografía misma, extremando las posibilidades técnicas y la habilidad artesanal para generar un impacto que cancelaba “las maneras de la pintura”, y con ello forzaba los límites de la representación ilusionista.

En este sentido, la denominación bodegones antecede al de naturaleza muerta, aunque existe la tendencia a considerar al primero como un subgénero del segundo; lo cierto es que el concepto de naturaleza muerta es utilizado con carácter retroactivo, apropiándose a posteriori de un conjunto de obras de arte, y actuando como aglutinador conceptual y formal no solo de todo tipo de pintura de objetos y cosas, sino de restos de animales o incluso de componentes humanos, como cuando se presentan calaveras en el cuadro, propio del concepto de vanitas en referencia al vacío y finitud (vanidad), la fugacidad de la vida y el inexorable destino de la muerte.

Bodegones, entonces, remite a elementos caseros y cotidianos, a menudo asociados con la cocina y el hogar (frutas, vegetales, animales casados, vajillas, flores), mientras la naturaleza muerta sería aquella que el hombre ha manipulado, en contraposición a “naturaleza natural” o naturaleza no contaminada por su impronta. Naturaleza inmóvil o cosa en reposo, vida detenida un instante, la naturaleza muerta presenta un enfoque más general incluyendo gran variedad de objetos (libros, candelabros, jarrones, utensilios domésticos, botellas, joyas, textiles, pero también, flores y frutas). En este sentido, para distinguir ambos motivos se debe tomar en cuenta el lugar ocupado o centro de atención, el cual no siempre es el centro del cuadro; también, debe observarse que componentes están destacados por la mayor incidencia de la luz, si el objeto está más enfocado o definido dentro del resto de lo representado, cuáles están elaborados con mayor detalle, además de cómo algunos ingredientes están ubicados en primer plano, entre otros requisitos.

En función de lo expresado, cuando Jorge Dager decide destacar elementos orgánicos o inorgánicos eventualmente agrupa, reúne en guacales, encapsula en envases de vidrio, posa sobre jarrones, anuda sus frutas, las envuelve en plástico transparente, para jugar más aun con texturas, pliegues y transparencias (frutas jugosas en primerísimo primer plano que nos hacen sentir sus ricos sabores) o por el contrario, juega con la composición de elementos inorgánicos fabricados por el hombre, como libros apilados con tasas y jarrones posados sobre ellos, sin la presencia de elementos orgánicos. Entre sus trabajos en el estilo, también se aboca a plasmar la figura de empaques de golosinas, botellas y latas de refrescos de marcas comerciales, insistiendo en aquellas ideas de los brillos y reflejos, piezas de un realismo tal que preferimos denominar como “naturaleza muerta Pop”, como en aquellos “dulces venezolanos”, cuyos empaques muestran la publicidad de marcas reconocidas de “chucherías” que están en el imaginario del consumo nacional, al estilo de un bodegón de la cultura de masas.

JORGE DAGER – FADLA

Félix Hernández

Curador

Texto interpretativo Nº 2 y 3 (van en una misma página autoadhesiva tabloide en color, según diseño de color dominante en las obras)

 

Reflejos, transparencias y  reflectancias

 

En la obra de Jorge Dager, el tema de las canicas o metras, como también se les conoce en Venezuela, constituye un pretexto en el creador para adentrarse en una de las técnicas pictóricas más complejas a la hora de procurar un ilusionismo convincente el cual dé cuenta de brillos, reflejos, transparencias y reflectancias. Las canicas son un juego tradicional que se ha mantenido popular a lo largo de los siglos en diferentes culturas. Su historia se remonta a más de 4000 mil años y se han encontrado canicas en excavaciones de Egipto, Grecia y Roma. Asociadas a la niñez, el juego de canicas pone a la disposición de los competidores un conjunto de bolas de cerámica, metal, vidrio u otra materia dura que cada miembro hace rodar por el suelo haciéndolas chocar una contra las otras hasta sacar violentamente de la zona de juego a la de los contrincantes o incluso romperlas y así ir apropiándose las de los oponentes, en cada turno, hasta obtener la victoria. Estas metras comúnmente tienen adornos de colores y en nuestro país son traslúcidas y transparentes o de metales brillantes, estos adornos, cuando son de vidrio, consisten en una especie de remolino del mismo material ubicado en su interior; debido a estas particularidades también son ideales para coleccionar o exhibir. Las canicas se clasifican por tamaños, y en nuestra nación la más grande de todas se le denomina “bolondrona”. Las canicas son un pasatiempo muy apreciado por niños y jóvenes lo que permiten conectar generaciones y culturas a lo largo de los siglos.

La representación de estas esferas, sus brillos, transparencias, reflejos y reflectancias comporta la utilización inteligente de la pincelada, la ubicación precisa de la luz incidente para lograr la representación localizada de estos efectos, el sutil juego para lograr la proyección de las sombras, el conocimiento de la técnica de representación de los cristales, el arte de simular transparencias y el conocimiento de las reglas de la reflectancia, lo que en conjunto implica un gran reto pictórico; de esta manera, la claridad ideativa puesta en juego por Jorge Dager, para el logro de la representación ilusionista de este motivo, representa una prueba convincente de su hábil técnica pictórica.

 

Esculturas

 

El juego entre forma y materia, la preocupación por los materiales, el proceso creador que hace aparecer una estructura plástica en el espacio una vez realizada conceptualmente la forma expresiva, es el producto de una lucha, la del artista en su pretensión de transformar la naturaleza de esa materialidad bruta, intratada para traer al mundo una nueva realidad concreta. La escultura en Jorge Dager pone en evidencia su preocupación por el aspecto epidérmico, aquellas manifestaciones hápticas referidas al contacto, no solo visual sino material, el cual juega con las apariencias: vaciado en bronce, talla en mármol, talla en madera y resina policromada, dan cuenta de la versatilidad de su labor, pero también del impacto que tienen en su imaginario el interés por ciertos personajes o seres mitológicos de la historia del occidente antiguo, así como de su predilección y afecto por los equinos, todos los cuales representa con una significativa variedad de técnicas con que el artista nos lega “la piel de la escultura”.

 

Félix Hernández

Curador

 

 

Textos interpretativos Nº 4, 5 y 6 (van en una misma página autoadhesiva tabloide en color, según diseño de color dominante en las obras)

 

Corceles

 

La región llanera venezolana se caracteriza por sus extensas sabanas y su clima intertropical (húmedo y caluroso) la cual le hace apta para la ganadería extensiva y la agricultura. En Venezuela, esta región cubre los estados Apure, Barinas, Guárico, Anzoátegui y Monagas. Para los llaneros, gente recia y sencilla, el caballo representa la vida, la amistad y la conexión con la tierra, constituyendo el animal de faena y transporte icono fundamental para la cultura y la historia de los llanos. Jorge Dager, oriundo de Valle de la Pascua, edo.  Guárico (1967), pasó su infancia y adolescencia en esta región en la que aprendió el significado cultural del caballo, además de abrazar, en algún momento en su vida la afición por el deporte ecuestre.

En sus inicios en la pintura, el tema de los caballos fue recurrente en sus trabajos, aspecto retomado a principios del presente siglo. Bajo la estética de su figurativismo verista o naturalista, la representación del caballo le permite al artista recrearse en su contundente anatomía, según el canon clásico que da prioridad a la exaltación de su erótica presencia, para lo cual expresa su corpulencia en torsión y bajo sugerentes escorzos, lo que incluye recrearse en esos aperos y dispositivos propios de las monturas para estos animales.

 

Divinidades

 

Como parte de su propuesta más reciente, siempre en el ámbito de la figuración, Jorge Dager da cabida a la reinterpretación del imaginario sacro cristiano, para construir una visión personal de cierta mitología, sin una excesiva preocupación por el canon de la pintura religiosa, tal y como fue evolucionando como herencia del arte de la época de la Contrarreforma Cristiana o Barroco sacro. El artista da rienda suelta a su imaginario en torno a deidades emblemáticas en la imaginería de santos y de aquellas indumentarias (yelmos, espadas, heráldica, aperos, armaduras, entre otros) que identifican a algunos de ellos. El campo visual escogido por Jorge Dáger para enmarcar sus figuras recurre a la teatralidad escenográfica, el dramatismo, la preocupación extrema por las indumentarias, en las cuales resalta sus yelmos y armaduras, con sus brillos metálicos, su apariencia cortante y su aspecto amenazante, para nuevamente sorprendernos con su realismo.

Dager propone una relectura de la iconografía sacra, centrada en lo divino, lo numinoso, la epifanía, la idea del bien y el mal, pero bajo una visión contemporánea que por momentos altera, resemantiza o reacomoda tal tema a su propia espiritualidad, y a todas aquellas fantasías que abriga su imaginario, hasta proponer algunos signos y símbolos descontextualizados insertos discreta y estratégicamente en sus representaciones. Un realismo simbólico, como habría clasificado la crítico Ana Gradoswka, donde el interés temático del artista, preocupado por recrear momentos cumbres en la vida de ciertos ángeles o figuras divinas y sus elementos iconográficos característicos, le permite expresar sus propias emociones con respecto a estas imágenes.

 

Orfebrería y tallas

Jorge Dager completó sus estudios de pintura y escultura con su preocupación y sensibilidad por la orfebrería, el esmalte sobre metal y la talla, técnicas que aborda procurándoles un alto valor simbólico, a partir de una elaboración preciosista en la que se destaca la habilidad del artista para trabajar piezas en pequeño formato, las cuales requieren de una impronta sumamente controlada y minuciosa, debido a la variedad y complicación en los detalles, el encaje de las formas, la mezcla de materiales y técnicas de elaboración, que da cuenta de una idea o concepto propio.

Félix Hernández

Curador

 

 

Nota biográfica. Jorge Dager

 

 

Pintor figurativo venezolano oriundo de Valle de la Pascua, edo.  Guárico (1967), Jorge Dager comenzó sus estudios en artes plásticas bajo la guía del maestro José Mohamed, de quien aprendería la técnica de la pintura Académica y del Renacimiento, así como la admiración por los grandes maestros de la plástica de los siglos XVI, XVII y XVIII. Posee estudios de orfebrería, esmalte sobre metal y de escultura en mármol y talla en madera que aprende de la mano del maestro escultor Jorge Salas. Su primera exposición individual en la Galería Díaz Mancini, 1994, Natura Morta: Hiper-realización del objeto, La Castellana, Caracas, Venezuela, fue curada por Milagros Bello y permitió reconocer el abordaje del artista de esos modelos propios de la pintura de bodegones, pero llevadas a escala monumental, con extremo cuidado por el detalle y un acercamiento a las texturas y porosidades de sus frutas, que invitaban a la degustación y hacían percibir sus olores, producto de su gran realismo.

Ha realizado más de 10 exposiciones individuales en diferentes países (EE.UU. Puerto Rico, República Checa, Venezuela, entre otros). Tiene en su haber más de treinta exposiciones colectivas en diversos países (Italia, Suiza, EE.UU., Venezuela, entre otros). Entre sus reconocimientos cuenta con: World Prize Of Salvador Dali Fine Arts,  2002, Pragha, República Checa, con La gran naranja, pieza que obtuvo el Premio Internacional otorgado por la Unión Europea de Críticos de Arte de la ciudad de Praga. Participación MoLAA, Museum of Latin American Arts´s, Long Beach, California, EE.UU., 2006.  Reconocimiento “El León de El Hatillo” para el Aniversario 445 de Caracas, Alcaldía del Municipio El Hatillo, Caracas, Venezuela, 2012. Se une a la International Solidarity for Human Rights con la ejecución de su Obra “Libertad” y forma así parte de la “Ruta de los Derechos Humanos”, Miami Dade, College, 2012. Medalla Conmemorativa del “Bicentenario de la muerte del Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez” en su única clase, Caracas, Venezuela, 2016. Premio Nacional José Antonio Dávila del CIANE, Circulo Internacional de las Artes, Nueva Esparta Margarita. Venezuela, 2019.

Su obra ha sido reseñada en libros de artista, catálogos de exposiciones, artículos de prensa y revistas por prestigiosos críticos de arte como: Carlos Maldonado-Bourgoin, Milagros Bello, Anna Gradowska, entre otros. Vive y trabaja en el edo. Miranda, Venezuela, municipio el Hatillo.-

¿De dónde proviene la inspiración para la obra "El Arcángel Uriel" del  renombrado artista Jorge Dager, exhibida recientemente en su exposición  "Arte Sagrado"?, Esta cautivadora representación del ...

 

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