Sobre el comunismo
En medio de una gran ingenuidad, inocencia, y mucho resentimiento, (de diversos tipos) se convirtieron en revolucionarios

Gloria Cuenca:
Izquierdistas y radicales vociferan contra los Estados Unidos, Trump y demás; insisten en inculpar al imperialismo yanki del fracaso revolucionario. ¿Lo crearán, contradictorios lectores y amables seguidores?
Los creadores de la teoría disparatada, absurda e inaplicable, (el marxismo-leninismo) con maldad y consciencia retorcida, al constatar que nada funcionaba, resultó imposible de aplicar. Prefirieron ser dictadores, antes que, reconocer su fracaso. Toda la teoría y lo que intentaron: fue un desastre. El hambre, la miseria, la falta de libertades, evidente. Ocultaron la ausencia de logros, limitaron férreamente la libertad de información y expresión. Los militantes comunistas asumieron 3 condiciones básicas: la primera, muy importante: creer en esa farsa como si se trataba de una religión, la segunda, también decisiva, todo revolucionario es un propagandista de la nueva ideología y finalmente, la tercera, todos son espías, nadie confía en nadie. Frente a la imposibilidad de concretar algo o alcanzar alguno de sus predicamentos, la realidad, los obligó a cerrar cada vez más “su mundo”; para crear el totalitarismo. Fue Lenin, el creador, de esa forma de autoritarismo personalista. Después, otro tirano, con mente retorcida también, lo imitó: Hitler. Continuaron la construcción de “ese cerco de terror ideológico”: Stalin, Mao Tse Tung, Nicolai y Elena Ceausescu, Pol Pot y Fidel Castro, entre los más reconocidos y sanguinarios.
Datos aproximados de los crímenes cometidos por la ideología comunista, serían: José Stalin, 60 millones de muertos, en casi 30 años de dictadura. Fidel Castro, 2 y medio millones de asesinatos, en 10 años de tiranía. Pol Pot, la cifra de 3 millones de personas muertas en 3 años. El mayor número de víctimas fue responsabilidad de Mao Tse Tung, más de 150 millones, en 27 años de terror y persecución ideológica. Los “lideres revolucionarios”, sufrían graves distorsiones de personalidad. Vivieron la fantasía de ser “eternos” es decir, inmortales. Un deseo, no una realidad: murieron, (¡Gracias a Dios!) a pesar de haber sostenido qué, tendrían vida eterna. Existe gente gritando: “Chávez, vive”. Obsesionados por el poder, la riqueza, la vida. No creen en el espíritu, menos en el Más Allá. Eliminaron la religión a sus seguidores, les quisieron quitar la Fe: “la religión, opio de los pueblos” Marx dixit.
Con mala intención “inocularon” en la mente de muchos pobres de “espíritu” la “ideología comunista”. Se pretendió sustituir a Dios, a Jesús Cristo, a la Virgen. Influyeron entre los muchos rebeldes sin causa; no encontraron respuesta a sus dramas existenciales y abrazaron la doctrina anacrónica, como si fuera el mismo cielo. Las tesis principales se deberían asumir con la certeza de creencias religiosas. Entonces, ¡milagro!, aparecería el “hombre nuevo”: héroe y mártir para cumplir con la revolución. En medio de una gran ingenuidad, inocencia, y mucho resentimiento, (de diversos tipos) se convirtieron en revolucionarios. Militantes del odio, la violencia y la venganza, como sí la vida, fuera posible sin amor y sin perdón. Cómo sí, desde siempre, el humano inteligente y emocional, no hubiera deseado: paz, serenidad, calidad de vida, garantías sociales para seguir adelante, con desarrollo, crecimiento, evolución.
El siglo XX, con extrema violencia, trastornó la mente de algunos humanos. Siglo de guerras y revoluciones. La revolución Nacionalista en China, (1910) y ese mismo año, la revolución Mexicana. En 1915, ocurre el genocidio de Armenia. En 1917, la revolución Bolchevique, en plena Primera Guerra Mundial, (1914) que termina en 1918. Terminada la contienda, se inicia el ascenso del fascismo en Italia y el nacional socialismo en Alemania. En 1935, estalla la guerra civil española; primero fue República y pretendió transformarse en revolución. Fracasó, ganó el Dictador Francisco Franco.
En 1938, estalla la Segunda Guerra Mundial, aparece el totalitarismo nacional-socialista, derrotado en 1945, por el eje aliado: Inglaterra-Francia-URSS y Estados Unidos, contra Roma-Berlín-Tokio. Esta Segunda guerra potencia a la URSS, y con la derrota de Japón, Mao Tse Tung, alcanza la victoria, después de la Larga Marcha, en 1949. Ese mismo año, India se independiza del Reino Unido. En 1953, ocurre la batalla de Dien Bien Phu, la derrota del Imperialismo Francés en Indochina, por parte de los vietnamitas. Mediante los acuerdos de 1954, surgen dos Vietnam: el del Norte y el del Sur. Como si fuera poco, se inicia la Guerra de Independencia de Argelia, en la década de los 50, y ese mismo año se inicia la Guerra de Corea, originando las 2 Coreas. Argelia entra en el conflicto bélico en 1957 y alcanza independencia de Francia, a comienzos de la década de los 60. Desplazados los franceses de Indochina, después del accidente en la Bahía de Kontiki, ya en los 60, los Estados Unidos atacan Vietnam, prologándose esa guerra, casi una década. Se firma la Paz, a comienzos de los 70. En Camboya se inicia una sanguinaria revolución, comandada por Pol Pot, jefe de los jemeres rojos; considerados de los comunistas más violentos del planeta. Las locuras y asesinatos en el poder, están entre los más cruentos y terribles de revolución alguna. Se mantendrán unos 3 años hasta que, gente moderada de la misma ideología, los expulsan, terminando la década de los 70.
El grupo “Sendero Luminoso” del Perú, con prácticas terroristas y asesinatos, dicen ser sus seguidores. Ocurrió la “Revolución Sandinista”, también, en esa década de los 70. También, “El Salvador” tuvo una insurrección armada. La Guerra en el Congo, en África, sucede en la misma época. Además, la Guerra del Golfo y la Primavera Árabe. Finalmente, en la última década: la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS. Momentos cumbres de toda la civilización occidental. Estimados seguidores y contradictorios lectores: lo siento. Seguro se me olvidaron otras guerras y revoluciones. Me agobió el recuento. ¿Mundo civilizado? Gracias a Dios tenemos la Fe indestructible para enfrentarlos .-
Imagen referencial: El Comercio, Perú