Lecturas recomendadas

La gran mentira de las ideologías

Izquierda y derecha ya no existen

Roberto Ramírez Basterrechea, Doctor en Economía Política, experto en ESG y Gestión Pública Digital:

Hace tiempo dejé de creer en la narrativa de la izquierda y la derecha. No porque algún político iluminado me convenciera, sino porque la realidad me golpeó con fuerza. Crecí, como muchos, pensando que estas etiquetas definían el destino de los países, que eran banderas de lucha por un mundo mejor. Con los años entendí que no son más que herramientas de manipulación, disfraces utilizados por la casta política para engañar a los pueblos y perpetuarse en el poder.

Hoy, cuando escucho a líderes autoproclamarse _“defensores del pueblo”_ desde la izquierda o _“guardianes de la libertad”_ desde la derecha, solo veo actores en un teatro absurdo. En el fondo, no hay principios ni compromiso con ninguna ideología real. Solo hay intereses, negocios y ambiciones.

IDEOLOGÍAS VACÍAS, POLÍTICOS VACÍOS

Cuando me siento a escuchar a políticos hablar de _“modelo económico socialista”_ o de _“valores del liberalismo”_, no puedo evitar notar lo poco que entienden de lo que están diciendo.

*En los sistemas occidentales, esto se ha convertido en un espectáculo teatral deprimente.* Gobiernos de *“izquierda”* saqueando a sus pueblos mientras prometen justicia social. Gobiernos de *“derecha”* favoreciendo a élites corruptas mientras hablan de desarrollo. Al final, la etiqueta que usen es irrelevante.

Usan las ideologías como cebo para mantener a la gente peleando entre sí, mientras ellos negocian en las sombras. Byung-Chul Han lo expresa con precisión:
_*“El poder actual no se sostiene en la represión, sino en la seducción. La dominación se disfraza de libertad, y la explotación se confunde con la autorrealización.”*_

EL JUEGO DE LA MANIPULACIÓN

El verdadero dilema no es entre “capitalismo o socialismo” o “progresismo o conservadurismo”. El verdadero dilema es quién controla el poder y para qué lo usa.

¿Cuántos enemigos políticos hemos visto abrazarse en secreto después de años de insultos públicos? ¿Cuántos han cambiado de bando sin pudor, demostrando que su supuesta ideología no era más que un disfraz?
¿Cuántos se abrazan públicamente por conveniencia, ignorando el perturbador pasado que los acompaña?

LO QUE REALMENTE IMPORTA

Si algo he aprendido en estos últimos 40 años es que las ideologías no solucionan problemas, las acciones sí. *No me interesa si un líder dice ser de izquierda o derecha. Me interesa qué hace por su pueblo, qué resultados ofrece, qué impacto tiene su gestión en la vida real.*

Un gobernante de izquierda dirá que su modelo falló por culpa del _“imperialismo”._ Uno de derecha culpará al _“populismo socialista”_.

_*Al final, el problema de fondo no es la ideología. Es la corrupción, la incompetencia, la falta de valores y la ausencia de verdadero liderazgo._*

¿CÓMO ROMPER ESTE JUEGO?

*1. Dejando de participar en él.* Dejando de votar por discursos vacíos. Dejando de creer que la solución vendrá de los mismos de siempre con nuevos eslóganes.

*2. Entendiendo que la política no debe ser un culto a ideologías, sino una herramienta de gestión eficiente.* Un buen gobernante no necesita identificarse con una doctrina del siglo XIX para hacer lo correcto en el siglo XXI, sino mostrar su trayectoria.

*3. Exigiendo resultados* ¿Funcionan las políticas aplicadas? ¿Mejoran la calidad de vida de la gente? Si no, da igual si vienen de la izquierda o la derecha.

*4. Seleccionando líderes por su trayectoria y valores.* Deben surgir de la sociedad civil, con un historial de integridad y compromiso real, no de estructuras partidistas corruptas.

*5. Exigiendo normativas que obliguen a cumplir promesas.*Los líderes deben rendir cuentas y enfrentar consecuencias si traicionan el mandato del pueblo*.

LA POLÍTICA DEBE SER PRÁCTICA, NO DOGMÁTICA

El mundo ha cambiado. Aún hay quienes se aferran a discursos ideológicos porque les conviene, porque sin ellos perderían su poder.

*La pregunta ya no es si un país debe ser de izquierda o de derecha. _La pregunta es si queremos seguir siendo manipulados o empezar a exigir un liderazgo basado en hechos y resultados.*_

*Yo ya tomé mi decisión.* No me interesa quién grite más fuerte en los debates. Me interesa quién puede demostrar con hechos que es capaz de construir un futuro mejor, me interesa su pasado profesional.

La política no es una cuestión de ideologías. Es una cuestión de dignidad y eficiencia._

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