Cultura Católica

Este santo ermitaño huyó cuando fue elegido Papa

El Papa Celestino V no quería convertirse en Papa y literalmente huyó cuando fue elegido para ser el próximo sucesor de Pedro

No son muchos cardenales que desean convertirse en Papa, pero algunos incluso han abandonado el cargo por miedo a la pesada responsabilidad.

Tal fue el caso del Papa Celestino V, un hombre que definitivamente no aspiraba a ser el Vicario de Cristo en la tierra.

El Papa fugitivo

Antes de ser elegido Papa, Pietro de Morone amaba la soledad. La Enciclopedia Católica explica cómo se convirtió en eremita:

«De origen humilde, se hizo benedictino a los 17 años y finalmente fue ordenado sacerdote en Roma. Su amor por la soledad lo llevó primero al desierto de Monte Morone en los Abruzos, de ahí su apellido, y más tarde a los rincones más agrestes del Monte Majella. Tomó como modelo al Bautista. Su cilicio estaba áspero y lleno de nudos; una cadena de hierro rodeaba su demacrado cuerpo; ayunaba todos los días excepto el domingo; cada año guardaba cuatro Cuaresmas, tres de ellas a pan y agua».

Mientras él buscaba la soledad, muchos otros hombres se sintieron atraídos por su forma de vida y se reunieron a su alrededor.

Cuando falleció el Papa de su época, el Colegio Cardenalicio tuvo dificultades para elegir un sucesor. La noticia de que la Iglesia seguía sin papa llegó a oídos de Pietro, quien escribió una carta a los cardenales implorándoles que eligieran a alguien.

En respuesta, los cardenales decidieron elegir al propio Pietro, basándose en su reputación y la carta que envió.

Una escapada fallida

Cuando se acercaron a Pietro, este huyó de ellos, no queriendo la responsabilidad de ser el Sumo Pontífice.

Prefería su vida como ermitaño y consideraba que un papel tan importante en la Iglesia era demasiado para él.

Lo localizaron y finalmente cedió, recibió la corona papal y eligió el nombre de Papa Celestino V.

Sin embargo, su papado no duró mucho, pues anhelaba la soledad. Tras solo cinco meses, se convirtió en el primer Papa en dimitir sin estar relacionado con un cisma o un escándalo.

Un sucesor en sus pasos

Éste fue el Papa que muchos vieron como el que allanó el camino para el Papa Benedicto XVI en nuestros tiempos, muchos siglos después.

El Papa Celestino V fue posteriormente canonizado como santo, y su ejemplo nos recuerda a todos el inmenso peso del papado y la carga que el Papa soporta a diario. También nos recuerda que cada santo tiene sus propios dones, talentos y capacidades, y que un hombre muy santo (¡un santo!) puede no ser apto para ser papa.-

Philip Kosloski – publicado el 18/05/25-Aleteia.org

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