Trabajos especiales

Aga Khan, el inmigrante

El pasado 4 de febrero falleció en Lisboa quien fuera el imán de los Ismaelitas, Karim Al-Hussein Aga Khan IV, más conocido como Karim Aga Khan

María Gabriela Márquez/eneltapete:

Karim Aga Khan era nieto del Sultán Mohammed Shah (1877-1957), quien fuera desde los siete años de edad el Aga Khan III y de la Begum, Alia Shamsul-Muluk, quien a su vez era nieta del emperador Fath Ali Sha de Persia. De esa unión se acrecientan los lazos de los Aga Khan con la familia imperial de Irán, y le confieren en 1959 el título de Príncipe y Altezas Reales al Aga Khan IV.

A la muerte de su abuelo, en el año 1957, Karim Aga Khan contaba con 21 años y tuvo el honor de ostentar en ser el 49° imán de los musulmanes chiitas ismaelíes nizaríes; su abuelo precavido decide que sea su nieto quien ostente el imanato para asegurar el linaje del profeta Mahoma, considerándolo su descendiente directo y convertirlo en el líder y guía de los musulmanes chiitas. Y así lo ejerció durante más de sesenta años.

Había nacido en Ginebra en el año 1936, su infancia transcurrió en Nairobi, regresando a estudiar a Suiza durante 9 años, y completa su educación en Estados Unidos, durante toda su vida se residenció en diversos países.

LAZOS QUE UNEN

Desde el año 1980 en la ciudad de Montreux, Suiza un grupo de 4 estudiantes venezolanos, Myriam, Gisela, Fotis y quien suscribe; solíamos cenar cada viernes en la casa de una familia musulmana con quienes estrechamos grandes lazos de amistad. En la primera visita nos encontramos a la entrada de la casa con una foto enmarcada en un hermoso portarretrato que reposaba en un mueble recibidor y era la foto del Aga Khan IV. Es allí cuando ellos explican que son sus fieles seguidores.

Durante la cena les comenté que en predios del estado Aragua, Venezuela en Tocorón, cercano a la ciudad de Villa de Cura, zona que visitaba por nexos familiares en mi infancia, el padre de Karin Aga Khan; Ali Khan había adquirido una hermosa hacienda el Haras Arenales, con caballerizas, sembradíos, desarrollo sustentable; inmueble que fue destruido por nativos una vez caída la dictadura de Pérez Jiménez.

Ese inmueble fue un regalo de su padre a su entonces esposa, la actriz Rita Hayworth. Esa anécdota gustó tanto que permitió afianzar nuestra amistad.

La familia Abdullah, había emigrado a Suiza, proveniente de Uganda y hacía muchos años habían dejado La India y se convirtieron en prósperos hacendados en tierras con terrenos limítrofes al lago Victoria y donde el dictador africano Idi Amín “El carnicero de Uganda” había asentado una de sus más macabras diversiones.

La decisión de emigrar se presenta cuando el señor Abdullah es informado por el hijo de su capataz, quien trabajaba de infiltrado en las cavas donde colgaban decenas de cadáveres por órdenes de Idi Amín. El señor Abdullah, previendo la situación que cada día se acercaba más a su entorno; en años anteriores había enviado a través de su hermano quien vivía en Suiza, piedras preciosas y otras joyas como inversión para su futuro escape; y junto a su esposa Mumtaz, su menor hija Nushrat logran salir de las afueras de Kampala dejándole a su capataz la casa, maquinarias, sembradíos, un auto Meredes Benz, y huyen con solo 5 maletas; una semana después llegan a Suiza con solo 2 de equipajes; ya que las otras sirvieron de canje durante la travesía. Para entonces sus tres hijos mayores los recibieron ya que habían migrado en años anteriores a estudiar.

El señor Abdullah refería con agradecimiento que ellos estaban en el país helvético gracias al apoyo logrado por sus contactos con el Aga Khan IV, de lo contrario estaría limpiando cloacas en Inglaterra junto a otros compatriotas.

SU PESO EN ORO

En base al agradecimiento, cada año en vísperas del cumpleaños de Karin Aga Khan IV, sus fervientes devotos se organizan para celebrarlo.

Para lo cual alquilaron un hermoso espacio en las cercanías del hotel Montreux Palace, en el cantón de Vaud, donde el despliegue de condumios indios, iraníes, africanos y bebidas refrescantes, más no alcohólicas, hicieron gala. Es así como un 13 de diciembre de 1981, me honra la familia Abdullah a acompañarlos a celebrar tan especial cumpleaños. Alrededor de 60 señoras bellamente ataviadas en su mayoría con hermosos saris de seda y con alhajas a juego, nos daban la bienvenida; sus esposos hicieron acto de presencia en la medida que sus labores lo permitieron.

Compartí entonces con damas provenientes de La India, Irán, Uganda, Pakistán, África; sus diversas anécdotas recreaban anteriores celebraciones con parrillas y en entornos de climas más benévolos, diferentes al entonces invierno helvético. Todas sin excepción agradecían el ser chiita y haber tenido a Karin Aga Khan IV como su líder y protector, quien siempre veló por cada uno de sus creyentes.

Mientras disfrutábamos de la celebración, en mi fuero interno aspiraba conocer a su líder espiritual, verlo igualmente rodeado de su peso en oro. Eso jamás ocurrió y antes de finalizar la velada, se acercó un caballero con una misiva: una carta de agradecimiento firmada por el Aga Khan IV, dirigida a quienes celebraban un año más de su existencia, correspondencia igualmente enviada a cada fiel en plena celebración en cualquier parte del mundo. La misma fue leída en voz alta por una de las damas presentes, tanto en inglés, como en francés, donde el imán se expandía en reconocer la valía de cada uno de sus fieles, resaltando la perseverancia de cada uno de los presentes que estimulaba su imanato. Al finalizar la velada, nos disponíamos cada quien a regresar a sus hogares, y junto a la familia Abdullah, decidimos caminar a orillas del lago Lemán y comentar como las celebraciones estimulan la permanencia e integración que propician las tradiciones de cada migrante y que a pesar de residir en tierras tan lejanas y con climas tan intensos, todos los creyentes decidieron hacer un alto en sus vidas para celebrarla.

Ahora el imán cambia de mando, ya que el anterior Aga Khan IV recientemente fallecido y considerado rey sin reino, designó a su hijo el príncipe Rahim Al-Hussaini convirtiéndolo en el 50° imán hereditario. Es así como el anterior Aga Khan IV fallece en Lisboa, siendo un inmigrante.-

eneltapete

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