Opinión

Los educadores tenemos que reinventarnos

 Para reinventar la educación, la necesaria para el país, tenemos que reinventarnos nosotros

Luisa Pernalte:

La educación formal tiene que servir para enseñar a convivir, a aprender toda la vida, para humanizar este país, para que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sean felices haciendo el bien, para contribuir a dar paz a este mundo lleno de conflictos y “maltratos” al planeta.  El mundo ha cambiado de manera acelerada, el país también, hay problemas de los de antes y problemas nuevos… Los educadores no podemos seguir en las aulas como si todo fuera igual que antes, tenemos que reinventarnos y reinventar nuestra práctica, para que tenga sentido seguir educando.

  Para reinventar la educación, la necesaria para el país, tenemos que reinventarnos nosotros. Mucho por hacer, dado que nuestra educación está en emergencia desde hace varios años, y nosotros, los educadores, también estamos afectados por la situación país.

   Comencemos por mencionar que debemos cuidarnos, sí, cuidarnos a nosotros mismos, pues, según los estudios de la Escuela de Psicología de la UCAB, la salud mental del venezolano está afectada, y la salud mental es silenciosa. Debemos detenernos y preguntarnos como está nuestra salud mental. Según lo amigos de CECODAP el estrés, la ansiedad, la situación social y económica, los duelos – ¿no tiene usted familiares cercanos que se han ido fuera del país? – todo eso y otros factores, pueden alterar nuestra salud mental. Más de un lector, educador, estará pensando, “¿Y los bajísimos salarios? ¿No afectan?”. ¡por supuesto! Pero es tan evidente… Recordemos que los salarios de los docentes venezolanos –los de la educación pública, que son la mayoría – son los más bajos de América Latina, hay que incluir aquí a los profesores universitarios, esos salarios dan pena.

   Ayuda a cuidarnos, encontrar canales pacíficos para exigir salarios decentes, dignos de nuestra profesión. Pedir que se cumpla el Artículo 91 de la CRBV – todo trabajador tiene derecho a un salario que cubra sus necesidades básicas y las de su familia -, eso tiene que ser permanente y creativa la manera de hacerlo.

   Ayuda a cuidarnos, como lo aconseja Danny Socorro SJ, Psicólogo, director de la Escuela de Psicología de la UCAB, que la salud mental en la vida espiritual, supone, entre otras cosas, tener el corazón con amistades, o sea, no aislarnos, cultivar esos afectos con quienes podemos compartir alegrías, preocupaciones miedos y también soluciones.

   Ayuda a cuidarnos, reconocer nuestras emociones, ¿cómo nos sentimos?, saberlas administrarlas, que no es “reprimirlas”, sino expresarlas de manera adecuada, no pagarla con quien no la debe.

   Ayuda a cuidarnos, hacer equipo con compañeros en el trabajo, y eso ayuda a reinventarnos también, pues no podemos saber de todo ni tener todas nuestras inteligencias múltiples desarrolladas. En equipo nos complementamos para poder “educar sin aburrir”. Unos pueden aportar un talento y otros aportar otro. Por ejemplo, yo toco cuatro y hago estrofas para animar jornadas de educación ciudadana y de educación para la convivencia pacífica, puedo poner esos dones al servicio de un equipo de docentes.

   Reinventarnos supone afinar nuestros sentidos, conocer los cambios en los contextos, mundiales, nacionales y del centro. Estar atentos a los cambios de ánimo de nuestros alumnos compañeros. ¿Hay niños dejados atrás en el centro donde trabajamos? Esos que no son abandonados pero cuyos padres se han ido del país, o a las minas del sur, y se han quedado con la abuela, la tía, la hermana mayor, a veces solos y apoyados por vecinos… Ese no era un problema de hace 10 años, pero ahora si… Sentidos afinados para detectar esos cambios de ánimos pues. Dar acompañamiento psicoafectivo a los alumnos, preguntar los lunes no por las tareas sino cómo se sienten, cómo están en la familia…

   Tenemos que reinventarnos para partir de los intereses de los alumnos, utilizar la pedagogía de la pregunta, estimular su curiosidad, “hacer a los niños preguntones”, como recomendaba Simón Rodríguez… Entender muchas veces saben más que nosotros en tecnología, pero que esta también les está afectando.  Cómo hacer que la tecnología sea ayuda y no sumisión.

   Reinventarnos para que en la escuela la educación ciudadana sea eje transversal, para enfrentar ese gran déficit de ciudadanía que tenemos en el país. Mucha creatividad para que en la escuela se enseñe ciudadanía todos los días. Reinventarnos para ver que el entorno de la escuela tiene que formar parte de nuestro proyecto educativo, por eso crear el eje escuela –comunidad, como lo tiene Fe y Alegría, ayuda mucho. Pues se trata de enfrentar problemas que sean sentidos por la comunidad, organizarnos para construir el 2bien común”.

   Reinventarnos para educar para la convivencia pacífica en un país en donde la violencia de todo tipo se ha hecho “natural”, y nuestros alumnos han crecido en esos ambientes violentos. Reinventarnos para ser creativos y ser coherentes con nuestros discursos, como decía Gandhi, impulsador de la no-violencia como modo de proceder. “Mi vida es mi mensaje”.

   Reinventarnos para hacer las alianzas necesarias para salvar nuestra educación: las familias, los vecinos, la academia, organizaciones, universidades, periodistas, “influencer”, autoridades…Necesitamos la gran alianza/ para educar y dar esperanza.

  Ayuda a reinventarnos, sistematizar experiencia, para aprender de los éxitos y de los fracasos.

   Mucho qué hacer pues.-

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