Luisa Pernalete:
“¿Y qué requisitos se piden para abrir una casa hogar?” preguntó una compañera en el chat de la red de derechos del niño, niña y adolescentes. Rápidamente varios le respondieron. Pero igual se puede preguntar por casos concretos de acoso escolar o la necesidad de datos sobre deserción escolar…
El país está complicado, se multiplican los dramas, las necesidades, pero también existen iniciativas de redes de apoyo, organizaciones resilientes que encuentran el plan A, el plan B, el plan C para resolver problemas y para ayudarse mutuamente. Aislados no podemos con todo y en red nos fortalecemos.
No estamos hablando de “redes sociales”, sino el trabajo en red de organizaciones que tienen horizonte común de acción: educativas, de derechos del niño y adolescentes – como la REDHNNA por ejemplo – de ayuda humanitaria, Fe y Alegría, no solo sus 172 centros educativos, sino sus cuatro programas, que incluyen emisoras de radio, centros de capacitación e institutos universitarios, funciona como red, la RASI – Red de acción social de la iglesia –existe en casi todo el país para promover la cultura de paz, participación ciudadana… En red se multiplican los saberes y las posibilidades, pues se ponen en común informaciones, talentos, experiencias…
Por supuesto, se requiere seriedad, coherencia, voluntad, responsabilidad, disposición, valoración mutua, para que haya confianza entre los miembros de la red. Y también hay que subrayar que en el trabajo en red ninguna organización puede manipular ni aprovecharse de las otras.
Cuando se conforma una red, no es para disolver las organizaciones, se respeta la autonomía de cada una, y cada una sigue con sus planes propios, pero la cooperación mutua normalmente ayuda a que cada organización avance en sus objetivos propios.
Es conveniente que la red tenga las tres p: plan, paciencia y perseverancia, aparte de los asuntos que van saliendo en el camino, según el contexto, pero es bueno que las redes tengan sus acciones en conjunto, acrecienta la posibilidad de incidencia. Pues se trata de unir esfuerzos para resolver problemas que ayuden a construir una sociedad más humana, solidaria, respeto de derechos humanos…
En las redes de organizaciones se debe tener siempre 3 manos: una para ofrecer ayuda a otros, según fortalezas, siempre esa disposición, la que pide ayuda, pues no siempre sabemos que hacer, a veces hay problemas nuevos, pedir ayuda es signo de inteligencia, no de debilidad como creen algunos, y una tercera mano para aplaudir, reconocer lo bueno que hacen los miembros de la red.
En nuestra experiencia, el trabajo en red no es para complicarnos el trabajo sino para potenciar nuestro trabajo, de manera las reuniones periódicas, mejor que sean en días fijos, para que la gente pueda hacer su agenda y prever los días “reservados”, las acciones conjuntas no pueden ser muchas y los objetivos claros. Y las acciones conjuntas se deben evaluar, sistematizar, para que se aprenda de los éxitos, ayuden a otros, porque lo bueno se contagia, y también se sistematizan las que no salieron bien, porque de los fracasos también se aprende, pata no repetir errores.
En estos tiempos de incertidumbre en nuestro país, y de riesgos para unas cuantas acciones, las redes contribuyen a responder a emergencias cuando estas surgen.
Si pertenece a una organización, sea del tamaño que sea, y aún no está vinculada a organizaciones con fines comunes o complementarios para trabajar en red, anímese, seguro encontrará una que le ayude o conforme usted una.-
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