No son momentos para hacer quinielas, ni para equiparar la Iglesia a un poder político: Mons. Francisco Acero
Fieles mexicanos despiden al Papa Francisco en la Catedral Metropolitana

En una emotiva celebración eucarística, fieles, sacerdotes y laicos de la Arquidiócesis Primada de México despidieron al Papa Francisco. La misa fue presidida por Mons. Francisco Javier Acero Pérez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México en representación del Cardenal Carlos Aguiar Retes que ya se encuentra en Roma.
Ahí agradeció la presencia de migrantes, familias buscadoras y personas que viven en la calle, pues aseguró que ellos “son los primeros invitados a esta Eucaristía del buen padre, hermano y amigo papa Francisco. Usteds son el sujeto de la Iglesia, no el objeto”
A medio día en la Catedral Metropolitana, los fieles católicos mexicanos se reunieron para participar en la Misa Exequial en honor al Papa Francisco que organizó la Arquidiócesis Primada de México, recordando sus palabras y la visita que hizo a esa Catedral el 13 de febrero del 2016.
Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, presidió esta celebración y durante su homilía pidió que ante estos momentos que enfrenta la Iglesia católica es necesario llenarnos de Jesús, de su esperanza y su luz, olvidando apuestas sobre quién podría ser el próximo Papa y no equipararla con algún partido político.
“No son momentos para hacer quinielas, ni para equiparar la Iglesia a un poder político, la Iglesia de Jesús está para servir y poner paz en medio de una sociedad dividida por las guerras y discordias”
“El centro de nuestra Iglesia es Jesús, el centro de nuestra vida y de nuestras acciones pastorales es Jesús y su Evangelio que llama a todos hacer el bien. No es partidista, ni privilegia solo invita a amar. En la Palabra de Dios los miembros del sanedrín mandan callar, silenciar el Evangelio”
Mons. Acero invitó a los fieles a ser católicos universales, abiertos al diálogo con todos e incluyendo a todos como lo señalaba el Papa Francisco, apoyando iniciativas que devuelvan la esperanza y cambien la realidad que vive México.
“El papa Francisco abrió un año jubilar y nos indicó que “estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria. Pienso en esas personas que están injustamente recluidos en centros que están privados de la libertad, y que experimentan cada día —además de la dureza de la reclusión— el vacío afectivo, las restricciones impuestas y, en bastantes casos, la falta de respeto”